Literatura profana

“—¡Dimito! —fue la primera palabra que pronunció Su Santidad al despertar esa mañana.”

cuentos breves del autor

Una visión distinta sobre la elección papal

cuentos breves del autor

Cuentos breves del autor

Cuento breve

Cuento breve

Brevísima reedición del génesis

Irreverentes y absurdos poemas de este singular escritor argentino.

Incluye: “Merecido”, “Apócrifos”, “Predicador” y “Los desalmados”

Pedro entró, abrumado por la timidez, como siempre…

El monstruo alzó la vista hacia la luz que se filtraba por la ventana y bebió un largo trago…

“Ya no se respeta ni al Cielo. / Entre nubes y querubines, / El maldito Sputnik pasó al vuelo, / Como Juan por su casa. / Nada pudo hacer San Pedro. / Y el pobre Jehová, / Por su ausencia brilló, / Porque luego Gagarin subió, / Y no lo vio.”

Cuando mi tiempo su vivir acabe / y pálido mi rostro se despida / de aquellos que me amaron en la vida, / que nadie llore, ni mi fosa cave.

El olor a infinito podrido. / La venta disfrazada de regalo. / Travestismo de la piedad.

Maldito seas, Padre de la Historia, / por cuya mano mi existencia pierdo.

¡Los dioses no han muerto, los dioses no han muerto! de repente todos callaron, respire hondo abrí mi corazón y les volví a hablar: Los dioses no han muerto ni pueden morir por que nunca existieron…

Que sombríos son los caminos / que nos acercan al conocimiento / pero que gratificante / es el paisaje que se descubre / sobre su horizonte.

En mi corazón hay un canto de esperanza, y su dulce melodía suena hacia la libertad.

Igual que las nubes ocultan el sol, vosotros líderes religiosos ocultáis la verdad, mostrando un paisaje desolado y lleno de brumas, carente del maravillosos vergel que te muestra la auténtica realidad, yo os llamo ¡Aniquiladores de la Humanidad!

¿Cómo podéis adorar a ídolos, cuadros, retablos, crucifijos, lunas y demás estrellas, vidrieras, estatuas, oro, bordados, y piedras preciosas? ¡ese es vuestro dios!

Oh pálidos faroles, trémulos cirios, / Que en la esfera guían de la noche el carro, / Planetas, que en cadencia armoniosa / En el éter cristalino van flotando, / Díganme - ¿Dónde está Dios?

Nadie quiere, a nadie le interesa sentirse una especie más, a todos nos conviene pensar que somos superiores a ellas, a todos nos interesa creer que una vez muertos nuestra alma nos garantizará la vida eterna en algún sitio que ni siquiera sabemos donde está, ni podemos imaginar.

Me crearon ustedes a su imagen y semejanza, adornado con todos su defectos y virtudes, en aquellos tiempos primitivos era hasta divertido ser Dios, mejor dicho ser dioses, por que eran demasiadas sus necesidades como para crear un sólo Dios.