Ezequiel 16, 1-43 y 63
En una zanja te dejaron,eras apenas una bebé,sucia, ensangrentada,con el cordón sin cortar.Como basura te dejaron,ni a tu padre ni a tu viejaun carajo les importólo qué te podía pasar.Eras un cacho de carne abandonadacuando de la zanja y de la muerteaquel día te rescaté.“¡Estás viva! ¡Estás viva!”recuerdo que exclamémientras te recogíaen mis brazos aquella vez.Como una hija te fui criandoy creciste y te hiciste grandey te convertiste en mujer.Linda, hermosa, buenas tetas,y un pubis angelical.Yo no pude contenermey de vos me enamoré.Fuiste mía, yo te amaba,ropas y joyas te compré,tu hermosura crecíay en todo el barrio decían“Esa sí que es flor de mujer”.Pero confiaste en tu hermosura,los halagos te cegarony tu fama te perdió.Te entregabas a todo el que pasaba,tus favores le brindabas,no había puta más putaen todo el arrabal.Los vestidos y las joyasque yo te había dadoen tus juergas inmoraleslos echaste a perder.No contenta con tu infamia,mala madre, puta, traicionera,a tus hijos, nuestros hijos,entregaste sin dudar.Tus acciones repugnantes,y tu pérfida infidelidad,olvidar te hicierontus años de juventud,cuando pobre, sucia y enfermate cuidé.A otros dioses adoraste,y para hacerme enojar,con unos egipcios pijudoste me fuiste a acostar.De nada sirvieron las biabas que te daba,vos seguías con tu malvado proceder,te encamabas con asirios, cananeos, babilonios,en tu loca carrera de placer,tan insaciable erasque ni ellos te podían satisfacer.¡Puta! ¡Puta, sin vergüenza!¡Cómo te gustaba coger!Tanto amabas la garompaque gratis los dejabas hacer.¡Qué digo gratis!¡Pagabas para que los tiposte garchasen noche y día!Eras tan pero tan putaque ni siquiera eras buena puta,eso te lo debo reconocer.Ya aguanté bastante tus cuernos,mi paciencia se acabó,juntaré a todos tus amantes,a todos con quienes te regocijaste,a todos con quienes tuviste placer,y a los que aborreciste, también.Y cuando todos estén juntosles voy a mostrar tu desnudez.Que te vean como sos,como yo te vi por primera vez.Y una vez que la careta se te caiga,mis celos y mi ira sobre ti volcaré.¡Que tus amantes te violen y te fajen!¡Que se roben tus joyas y vestidos!¡Que te maten, que te quemen,que te hagan bien sufrir!Y cuando hayas escarmentado,ahí si que me calmaré,se me pasarán la ira y los celos,y calmado otra vez no me enojaré.No me mires con esa cara,la culpa fue tuya,fuiste una mala mujer,las consecuencias de tu infame lujuriasobre vos descargaré.Y cuando te perdonepor todo lo que hicisteya te vas a acordar de como te quise,del amor que yo te di.Y cuando te acuerdes de eso,vergüenza vas a sentir,una vergüenza tan grandeque ni mú vas a decir.
Jueces 19
Al levita la mujer lo había dejado,se le había ido a la casa paterna,una discusión tal vezo una infidelidad quizás,nada importante seguroporque cuatro meses después,cuando él fue amorosamente a buscarlaella lo dejó pasar,lo invitó con un cafecito,se pusieron a charlary se quedaron de visitauna semana másen casa de los suegros antes de partirél, ella, un criado y dos burros.El viaje era largo y se hacía de noche,en alguna ciudad había que entrar,no en Jebús, que es de infieles,mejor en Gabaa, que es de Yahvé.Se disponen a dormir en la plazaporque no tienen conocidos allá,y en eso están los viajeroscuando un viejecito amablele ofrece su hospitalidad,eso de pernoctar en las calles no es bueno,hay que tener dignidad.El levita, su mujer y su criadoen casa del ancianoya las patas se han lavado,han comido y degustadoalimentos y bebidasque les trajo su anfitrión,cuando la fatalidad, en forma de turba,golpea a la puerta.La turba, no muy original y con la idea fija,pide lo que los sodomitas le pidieron a Lot,y el anciano, tampoco muy original, los calmaofreciendo un sustituto como el que ofreciera Lot:“¿Por qué no violan a mi hija virgeny a la mujer de mi invitadoen vez de hacerme quedarcomo un mal anfitrión?”La turba no acepta el intercambio,romperle el orto al extranjero es mucho más divertido,si no quería que le carguen carne por la popase hubiera quedado en su casaen vez de venir a joder acá.El levita, viendo que la integridad de su anoestá en serio riesgo de desaparecer,empuja fuera a su mujer,cierra la puertay deja que la rijosa turbala viole toda la noche.A la mañana siguientela encuentra boca abajotirada en el umbral,hecha una piltrafasanguinolenta y amoratada.“Levantate y vamos a casa”le dice pero ella no se mueve,la pobre no aguantó el maltratoy la pata estiró.El levita pone el cadáver sobre un burro,vuelve a casa,con un cuchillodescuartiza a su mujeren doce pedazosy los envía por todo Israel,para que la gente de bien diga“¡Qué barbaridad!¡Esto con Moisés no pasaba!”
Jueces 3, 12-29
Una vez más,como tantas otras veces,los israelitasvolvieron a hacerlo que es maloa los ojos del Señor.Y una vez más,como tantas otras veces,el Señor los castigódejando que un rey vecinocayera con sus ejércitosy los conquistara.Y una vez más,como tantas otras veces,los israelitas clamaron al Señorpidiéndole que, por favor,les levantara el castigo.Dieciocho años más tardeYahvéh respondió a las súplicasy decidió que ya era horaque se liberaran del yugo de Eglón,rey de Moab:Con el pretexto de llevarle un tributoal obeso reyfue el zurdo Ehúd,con un puñal oculto bajo la túnica.La presentación de los regalosfue satisfactoriay Ehúd, habiendo ganadola confianza del gordo tirano,le susurró al oído:—Oíme, Rey,tengo que comunicarteun asunto confidencial,un dato posta postaque me tiró el oráculo.Se interesó Eglón,siempre venía bien enterarsede la información secretaque circula entre los dioses,y despidió a los sirvientes,guerreros, nobles y obsecuentesy subieron el gordo y el zurdoa una fresca habitación.—A ver, decimequé te comunicó el oráculo?.—¡Esto!— exclamó Ehúdmientras hundíamedio metro de filoso metalen la panza de Eglón.Tan gordo era el moabitaque la empuñaduradesapareció entre la grasay el puñal se perdióen los intestinos del rey.—¡Ouch!— gimió sorprendidomientras se cagaba encimay moría apuñalado a traición.La primera fase de la misión estaba completa:Ehúd trancó la puerta de la habitacióny por la ventana huyó.Al rato, unos sirvientesse acercaron a la puerta,la encontraron cerrada.El olor que salía del cuartolos hizo suponer que el rey estabasentado en su trono,despidiendo a unos muchachos del interior,y por unos momentos se quedaron tranquilos,estaban acostumbrados a las cochinadas de Eglón.Pero el rey tardaba más que de costumbrey estaba demasiado silencioso,no se tiraba sonoros pedos,ni lanzaba las habituales exclamacionesde gozo, admiración y dolorcuando la mierda salía por su fofo ano.Tiraron la puerta abajo y lo vieron en el piso,muerto y hecho un asco.—¡Yo sabía que ese Ehúd era un agente secreto israelí!—gritó el primer ministro, indignado,quien estaba a punto de llamar a los guerrerosy comenzar la persecución del magnicidacuando la segunda fase de la misión se puso en marcha:Ehúd y una banda de israelitas entraron al palacioy pasaron a cuchillo a diez mil moabitas,ni uno vivo quedó.La tortilla se dio vuelta,ahora Israel reinaba sobre Moab,y por ochenta añostodos vivieron felices y en paz.Hasta queuna vez más,como tantas otras veces,los israelitasvolvieron a hacerlo que es maloa los ojos del Señor.La historia bíblicaes un círculo vicioso.
Jueces 11, 30-40
En su campaña guerrera Jefté,hijo de puta redimidoy caudillo de Israel,le pide a Yahvé,que le permita vencer a los amonitasprometiendo ofrecer en sacrificioel primer ser vivo que se le cruceal llegar a casa.Yahvé acepta el trato, .Jefté gana la batalla,regresa a casay el primer ser vivo que se le cruzaes su única hija.A Jefté esto no le gusta nada,él había pensado en toparsecon alguna oveja o cabra,no con una adolescentetocando la panderetaporque su padre regresa victoriosode la guerra.Pero lo prometido es deuday Yahvé un acreedor implacable,así que se la ofrece en holocaustocon la secreta esperanzade que la historia se repitay que a último momentoaparezca un ángel del Señorcon el indulto en la mano.Otra prueba más de su ingenuidad:Isaac era varóny ella sólo una hembra,poca cosa,no vale la pena,siquiera,tomarse el trabajo derecordarsu nombre.
Saurio nació en Buenos Aires en 1965. Principalmente es escritor, pero también pintor, monologuista, historietista, comunicólogo, redactor publicitario, diseñador gráfico, webmaster, traductor, periodista cultural y habilidoso genérico en cualquier cosa que requiera mucho trabajo intelectual y nulo esfuerzo físico. Además de La Idea Fija, donde además de escribir sube sus experimentos musicales, hace el blog Las Armas del Reino II y el webcomic Cartoneros del espacio. Más sería vicio (Andrómeda, 2011) y Un libro al pedo (La Idea Fija, 2012) son sus libros publicados. En 2005 ganó el primer premio del 2° Concurso Internacional de Cuentos para Niños organizado por Imaginaria y EducaRed y textos e historietas de Saurio aparecieron en numerosas revistas y antologias.
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