La mayoría de los estudiantes de nuestras universidades ignoran las diferencias entre las verdades científicas y las religiosas, y virtualmente desconocen la manera como éstas son obtenidas. Estos pensamientos y materiales serán de gran ayuda.
En el mundo de hoy, la humanidad está, en muchos aspectos, mejor de lo que ha podido estar alguna vez, y el conocimiento educativo está más ampliamente disponible que en cualquier tiempo en el pasado. A pesar de esto, la ignorancia sobre las diferencias entre las “verdades” científicas y naturales continúa causando tremendos sufrimientos y angustias en el mundo. Es por esto, que en cada emisión del SKEPTICAL INQUIRER se ofrecen los ejemplos y las consecuencias de esta ignorancia, la cual no se confina a las “masas incultas.” Paul Kurtz (1998,4) nos dice: “El analfabetismo científico se encuentra ampliamente extendido, aún en las clases educadas, y especialmente entre los políticos y los líderes industriales.” Y está observación se aplica más fuertemente al conocimiento de las diferencias fundamentales entre la religión, la ciencia y la perjudicial (y anticientífica) pseudociencia.
Durante una década he estado enseñando cursos introductorios en astronomía y física, como requisitos de ciencias en una universidad estatal de arte liberal, sin dar un mayor énfasis en las ciencias físicas. Los estudiantes interesados en una ciencia natural (por ejemplo, biología) probablemente aprenden algo de la ciencia y del método científico por “inmersión”,
Me he dado cuenta que ellos desconocen los fundamentos que permiten conocer la verdad científica y de cómo éstos difieren de los de la religión. Las personas que siguen una carrera no científica, abandonan la universidad sin tener en claro las diferencias y los conflictos en la historia del pensamiento religioso y el filosófico, algunos solo tienen un conocimiento superficial de los resultados (aunque no de la metodología) de la ciencia; ¡En mis años de experiencia, me he encontrado con que muchos estudiantes de cualquier grupo, ni siquiera pueden ofrecer una explicación clara de la diferencia entre ciencia y tecnología! (Ciencia, es el conocimiento de las leyes de naturaleza; la tecnología es la aplicación de este conocimiento a la fabricación de productos materiales y dispositivos.)
Estoy seguro que muchos educadores, de todo nivel, comparten mi frustración sobre estos asuntos, siendo está la razón por la que desarrollé este material. Personalmente, me aseguro que en cada clase que enseño, mis estudiantes consigan una dosis de este conocimiento en alguna magnitud.
La figura 1 ilustra el hecho de que la ciencia y la religión son aspectos mutuamente excluyentes y complementarios de la epistemología humana; es decir, que cada uno trata con dominios separado de la experiencia humana. La ciencia trata del mundo natural, y la religión con el mundo espiritual; ¡Con tal de que éstos se queden dentro de sus propias esferas de influencia, es obvio que ningún conflicto puede existir! Uno puede ser a la vez científico y digamos, un budista o un musulmán (en principio, todas las doctrinas religiosas son mutuamente excluyentes; en la práctica, la intolerancia y el odio de sus creencias son el resultado de la manipulación sociopolítica de la religión, y no por la religión per se).
A parte de esto, es de vital importancia que los estudiantes comprendan los papeles de las pruebas, tanto en la religión como en la ciencia. En la religión, las pruebas no tienen ningún significado y son reemplazadas por la fe. O usted cree (tiene fe), o usted no cree, ésta es la única “prueba” legítima para una religión: Para la ciencia, la cuestión radica en la prueba, por ejemplo: en la observación y el experimento, la fe no juega ningún papel, porque una verdad científica provisional (como lo es la hipótesis) requiere la aprobación de una prueba empírica, de lo contrario, se descarta. “Este punto de que la verdad científica es contingente sobre una interpretación subjetiva y que por lo tanto yace en un plano epistemológico diferente al de la verdad filosófica, parece ser tan inescrutable para los deconstruccionistas ( y otros filósofos posmodernistas) como lo son para el resto de nosotros sus opacos sofismas” (El postmodernismo puede definirse como una teoría anárquica del conocimiento, en el postmodernismo más recalcitrante se ve la ciencia como un conocimiento innecesario. En Sindioses.org hay disponible un ensayo sobre el postmodernismo titulado. Hacia una nueva Ilustración: Una Respuesta a las críticas postmodernistas del Humanismo. N. del T.).
Cuando alguien intenta mezclar los principios científicos y religiosos, se aventura en la “tierra de nadie” de la pseudociencia, en la que el conflicto y los daños sobrevienen. Ejemplos de esto los hay por montón: Las “pruebas” con las que acusaban a las brujas; el “análisis” erudito de las escrituras que “demuestran” que un grupo de creencias es superior a otro y que solamente quienes se adhieren a éste pueden ser salvos, la “evidencia” de que astronautas antiguos visitaron Tierra, o que “El origen de las especies” miente sobre una creación divina, que un grupo étnico es superior a otro, que un cocimiento de hierbas o un pendiente de cristal puede curar el cáncer. Igualmente son fatuos los “científicos” que intentan demostrar la existencia de Dios, la continuidad de la existencia espiritual después de la muerte, y así sucesivamente. Lo que todos éstos hechos tienen en común es una mala definición y una mezcla de fe con un selectivo (y usualmente engañoso) razonamiento, los defensores de estas mezclas, con mucha labia, se pasan de la ciencia a la religión según el argumento que estén confrontando. En la figura 1 se expone punto por punto las características de la religión y de la ciencia, el cual es muy claro para los estudiantes.
Es necesario proporcionarle a los estudiantes la discusión del tema de “la verdad” en religión, y de la forma cómo ésta es impartida por revelación, e interpretada por una persona elegida (shamanes, profetas, dirigentes de la iglesia, los creyentes individuales, etc.). De hecho, quienes son religiosos se molestan cuando se menciona que éstas revelaciones pueden deberse a la demencia, el uso de substancias psicoactivas, o un fraude intencionado que se hace pasar como inspiración divina; Pero el último requerimiento para los creyentes, el requerimiento necesario y suficiente por definición es la fe.
Me referiré al método científico, es decir, el medio por el que se obtiene la verdad científica (vea, por ejemplo, Estling 1998), el cual es percibido como incomprensible y de algún modo extraño por muchas personas. Es en este punto donde el organigrama (figura 2) es útil.
Aunque éste se explica por si mismo, apunto aquí la referencia de la discusión sobre los cuatro tipos de razonamiento (experiencia, analogía, inducción y deducción) (Kline 1964, 24-27) y le asigno a los estudiantes la tarea de citar ejemplos para cada uno.
Los tres criterios que cualquier nueva hipótesis debe satisfacer para ser aceptada como teoría (Copia 1961, 426-433) son:
Debe explicar uno o más de los fenómenos que actualmente son inexplicables (lo cual es la motivación inicial para construir la teoría).
Debe incorporar partes existentes de la teoría que se propone reemplazar (Satisfacer el principio de correspondencia).
Debe hacer predicciones de nuevos fenómenos, que a su vez deben ser probados empíricamente. Un ejemplo que uso con frecuencia es la teoría de Einstein de la gravedad: la cual explica la parte anómala de la presesión orbital de Mercurio; lo cual reduce a la teoría de la gravedad de Newton a un campo explicativo menor; la teoría de Einstein también predijo la desviación de la luz de las estrellas que pasan cerca del Sol.
Pero esto no acaba aquí; podemos profundizar; por lo que he construido, lo que denomino, un Árbol de la Lógica (figura 3), el cual es una fórmula para analizar las explicaciones de los fenómenos por eliminación de opciones (Giere 1979, 147-153), éste árbol se puede aplicar a los argumentos que se denominan “paranormales.” Por ejemplo, en cuanto a la hipótesis de la visita de seres extraterrestres, se pueden eliminar todas las otras posibilidades (no en todos los casos es posible hacerlo más allá de toda duda razonable) y podemos ver, que no se puede escoger entre la hipótesis extraterrestre y un fenómeno natural desconocido. Ambos, en esta fase, son epistemológicamente igual de viables. (Por supuesto la fe inclina a menudo la balanza en favor de la hipótesis extraterrestre, pero esto trae consigo un salto por fuera del campo de la ciencia y se cae en un cenagal de falacias lógicas y suposiciones ad hoc, lo cual es: Pseudociencia!). Sin embargo, a continuación aplique la Navaja de Occam (la que estipula que las afirmaciones extraordinarias requieren pruebas extraordinarias) y se dará cuenta que es más probable reducir un fenómeno OVNI a un fenómeno natural, pero desconocido, en lugar de un artificial origen extraterrestre.
Hay otros temas que deberían, quizás, tratarse. Algunos de éstos es “el factor de interconexión,” que significa que cada ciencia dependen de las otras en alguna magnitud (Por ejemplo: La investigación biomédica usa las frutos tecnológicos de la física óptica y la electrónica), a su vez que el progreso en un campo no se puede acelerar, simplemente remitiendo recursos de otro (en otras palabras, la ciencia no es un juego de suma cero). Relacionado con esto, cabe mencionar, que no hay garantía de que un problema científico se pueda resolver en un espacio de tiempo previamente estipulado, por más dinero o expertos destinados.
Con la investigación científica no hay ninguna respuesta en la parte de atrás del libro, nadie sabe a priori qué investigaciones serán fructíferas y cuales no. Es más, nosotros tenemos mayores conocimientos en unas áreas que en otras, lo que responde a la pregunta clásica de por qué nosotros podemos enviar un hombre a la Luna, pero no hemos podido curar el SIDA o el cáncer.
Con la experiencia que tengo, puedo decir que casi todo lo anterior es nuevo para el estudiante promedio de universidad, sin tener en cuenta la carrera que haya escogido. Espero que este material toque una “hebra” a los educadores, y los animo a que critiquen, extiendan, y refinen este material para cuando lo presenten a sus estudiantes. Como veo las cosas, nunca antes el futuro de nuestra civilización estuvo más amenazado.
Zoran Pazameta enseña astronomía y física en el departamento de Ciencias Físicas de la Eastern Connecticut State University y dirige el planetario de dicha universidad. Sus intereses comprenden la astronomía, cosmología y la filosofía de la ciencia.
Dirección: Physical Sciences Department, Eastern Connecticut State University; Willimantic, CT 06226. E-mail: pazameta@ecsuc.ctstate.edu.
Nota:
El lector interesado en ampliar su mirada sobre este tema tiene a su disposición otros artículos publicados en Sindioses.org como:
Referencias:
Copi I.M. 1961: Introduction to Logic, second edition: New York: Macmillan.
Estling, Ralph. 1998. Is Science Concerned With Truth? SKEPTICAL INQUIRER 22 (4): July/August 55-56.
Giere, R.N. 1979. Understanding Scientific Reasoning. New York : Holt, Rinehart & Winston.
Kline M. 1964. Mathematics in Western Culture. New York: Oxford University Press.
Kurtz, Paul. 1998. Can the sciences be unified? SKEPTICAL INQUIRER 22 (4): July/ August 48.
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