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Ahora, ¿cómo se convierte uno al ateísmo?. Como ya vimos, empieza la conversión cuando ponemos bajo examen nuestro conjunto de creencias religiosas y llegamos a la conclusión de que son racionalmente insostenibles. Esto nos lleva al hecho anterior que habíamos planteado acerca de que el ateísmo es una posición elitista. Hay que indagar en este concepto para ver cuan cierto es. Para comprender esto, es necesario comprender que el ateo se ve obligado a tener un acercamiento a la filosofía. Esto es regularmente así, porque el ateísmo también comprende una posición filosófica respecto a las creencias religiosas. Y si bien podemos decir que el ateísmo es producto del estudio filosófico respecto a nuestras creencias religiosas, debemos decir que no toda la gente esta en la capacidad de realizar este estudio. Será inherente involucra la vida cotidiana para explicar este asunto.
La filosofía (en este caso, el ateísmo) no puede ser estudiada en esencia por personas que tienen que preocuparse primordialmente en buscar satisfacer las necesidades de primer orden para la vida, como lo es el subsistir, ya sea buscando comida, salud, refugio y demás posesiones necesarias para lograr un bien-estar: es por ende, que esa sociedad (llámese gente trabajadora), que es la gran mayoría, la gente que día tras día, jornada tras jornada, tiene que doblegar el cuerpo para lograr su sustento, no puede preocuparse por tener discusiones acerca de ateísmo. La filosofía es una práctica destinada para gente, por llamarlo de cierta manera, “con recursos e interesada en conocer e ir más allá de la simple subsistencia, interesada en el conocimiento y el raciocinio”, un plus que se le agregará a su bienestar para otorgarle además un “bien-ser” (merece una discusión aparte el hecho de que este bien-ser, tiende a adueñarse de ellos y que se convierta en el modo de vivir de este tipo de gente y que si en algún momento sufren de su carencia, no se conformarán con vivir sin él, sino que incluso llegarán a despreciar el bien-estar con tal de satisfacer el bien-ser). La filosofía solo puede ser realizada por gente que no tiene que preocuparse por levantarse cada mañana de manera primordial para tener que solventar ciertos gastos que la vida exige como cuota. La filosofía, la búsqueda de la verdad, en pocas palabras, el ateísmo, es primordialmente para esa gente que tiene la posibilidad de poder buscar y encontrar la verdad. Por eso, es mi deber, es nuestro deber, para con nuestra gente, como ateos, pelear y tratar de educar siempre que se pueda a las personas acerca de este tema, que comprendan que no solo basta el alimentar el cuerpo, sino que es necesario, aprender a alimentar la mente. Y no importa cuanta protección y consuelo nos traigan las religiones; la razón nunca nos dejará solos y demostrará cuan benéfica es, a pesar de toda esa placidez quimérica creada por todos esos dioses impostores de felicidad.
Quiero dar una última recomendación: no tenga miedo de llamarse ateo. Usted debe sentirse orgulloso de serlo. El ateísmo es una posición que usted ha elegido. No es ateo por azar, ni por presiones ideológicas. Usted decidió convertirse en ateo por su deseo de hallar la verdad y de otorgarle a la racionalidad el lugar que merece. Si a usted le preocupa lo que digan las personas acerca de su ateísmo, entonces esta en el negocio equivocado. En la mayoría de los países, usted será visto como alguna especie de bicho raro. Pero debe darse cuenta una vez más, que el convertirse en ateo le ha requerido un esfuerzo intelectual bastante grande como para sentir temor por ello. Si usted esta seguro de serlo y sabe que su ateísmo no es un estado transitorio de rebeldía o una manera simplemente de llamar la atención, entonces esta consiente de la importancia que tiene el no ocultar lo que usted piensa que es correcto respecto a la creencia en dioses. Ocultarse y no llamarse ateo, es además una carga emocional demasiado grande, desgastante e innecesaria. Imagínese, tener que mentir a diario sobre sus creencias religiosas. Imagínese yendo todos los domingos a la iglesia a escuchar algo que usted considera en absoluto una mentira y rezar por ello. Es mejor dar a conocer a las personas de inmediato lo que usted es. Hay muchas otras razones por las cuales usted no debería esconderse: puede que se rodee de gente que solo le hablará de Jesús, pues lo consideran a usted creyente, lo cual conlleva a que lo alejaran de las personas que también son ateas, si descubren que usted es ateo y que ha estado mintiendo, no solo no hallarán credibilidad en su persona, sino que la gente religiosa que le aprecia, se molestará mas con usted por el hecho de haberles mentido, y otras razones más. Pero sin duda, la razón más grande por la cual usted debe de declararse ateo, es por que lo es: porque nadie debe ocultar lo que realmente es. Porque tenemos libertades inalienables que nos dan el derecho a creer lo que queramos y nos otorga tal libertad, que nos da también el derecho de “no creer”, de volvernos ateos.
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