Panegírico al Ateísmo: Ensayo sobre lo que el Ateísmo debe ser (6)

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Rebatiendo ideas

Pese al objetivo principal del ensayo, que es hablar a favor del ateísmo, mas que criticar las creencias de religiosos, es difícil omitir esta parte. Es ineludible tener que hablar de todas esas “pruebas y argumentos que tienen los teístas acerca de la existencia de dioses. Hay tantos argumentos a favor de la existencia de Dios, pero realmente pocos que tenga algún valor y que demuestren de manera categórica y objetiva su existencia. La mayoría de las argumentaciones a favor de la existencia de Dioses, son más argumentos emocionales que intelectuales, pero estos pueden ser más poderosos, pues el que va dispuesto a ver y creer algo, sin duda lo verá y lo creerá. Todos estos argumentos ya han sido rebatidos en formas excepcionales por muchos filósofos y ateos que a lo largo del camino han demostrado las falacias, dando citas y escribiendo libros. Quiero realizar una compilación, de modo breve, sobre estos adagios que me han ayudado a mí a debatir con los creyentes, esperando que sea de cierta ayuda para los demás ateos y les de una idea de cómo deben refutar todas esas pruebas que dicen los teístas tener acerca de dios. Son pocos los que mencionaré, pero sin duda son los más comunes de encontrar y son tan sencillos de Recuerde, su deber es someter a escrutinio racional todas las afirmaciones que el teísta le de acerca de la existencia de Dios. Y es también su deber ocupar su propio criterio y considerar que si lo que le dicen es verdadero o falso, racional o irracional, etc. Hágalo y en esa medida de criterio, rechaza o acepte las ideas que usted considere apropiadas.

  1. Argumento de la primera causa. Tomás de Aquino dio una serie de “razones” que según él, podrían demostrar la existencia de Dios, el cual fueron nombrados como “Las cinco vías”. la primera vía, que se denomina la vía de la primer causa, podemos explicarla de la siguiente forma: es simple, es la ley de que toda efecto tiene una causa, de que todo cosa tuvo un origen en algo anterior y que cuando vamos hacia atrás en la cadena de las causas, llegamos hasta el final de la primera causa, que Tomas de Aquino llamó Dios. Según Tomas de Aquino no se debe proceder ad finitum (indefinidamente), porque repugnaría a la razón o a toda lógica, entonces dice, que habrá que admitir que al final de todo “hay algo que mueve sin ser movido”. Yo no estoy de acuerdo con esto, y pienso que la respuesta para esta primer vía no las da Bertrand Russell:

    “Si todo tuvo que tener causa, tanto pudo haber sido Dios como el mundo; si decimos que hay cosas que no tiene causa, tanto pudo haber sido Dios como el mundo, así que el argumento de la primer vía no tiene validez”

Esta sencilla frase, ha sido clave en mi descreimiento y que hasta ahora sostiene mi ateísmo. Como el mismo expone en su libro “Why I’m not a Christian”: este problema es de la misma naturaleza que la idea hindú sobre el mundo: se le pregunta al hindú, ¿qué sostiene al mundo?, y este contesta: cuatro elefantes. ¿y quien sostiene a los elefantes?, una tortuga; ¿y que sostiene a la tortuga?, y el hindú contesta: ¿y si cambiamos de tema?. No hay mejor analogía para este caso.

  1. Argumento de la experiencia religiosa. Este, más que argumento, como expresó George Smith en una de sus conferencias, es una experiencia ocurrida al creyente, con la cual siente es suficiente para demostrar la existencia de dios; sin embargo veremos que no: este pseudo-argumento es del tipo “Jesús me ha encontrado, ha tocado a mi corazón”, “yo tuve una experiencia personal con Mahoma” o simplemente “He comprendido que hay algo más que nosotros, que nos cuida y nos protege, lo he sentido”. En todos estos casos, son mas experiencias personales y son los motivos sentimentales los que juegan el papel primordial del hacer esta experiencia personal un argumento a favor de la existencia de un ser superior. Sin embargo, este argumento, es de sencilla refutación. Haga esto: Tome como pruebas a favor de la existencia de Dios estas experiencias personales, rebata con la sencilla, pero rotunda cita de Michael Martin, de su libro “Atheism: A Philosophical Justification”:

    “Ya que las experiencias de Dios son buenos argumentos en favor de la existencia de Dios, ¿no son las experiencias de la ausencia de Dios buenos argumentos en favor de la no-existencia de Dios? Después de todo, muchas personas han tratado de experimentar a Dios y han fallado. ¿No pueden estas experiencias de la ausencia de Dios ser usadas por los ateos para oponerse al argumento teísta basado en la experiencia de la presencia de Dios?”

Sin duda, los creyentes deberán aceptar la ausencia de Dios como pruebas en favor de la no-existencia de Dios. De otra manera, no están jugando limpio, ya que usted acepto primero las pruebas de sus experiencia personal como válidas, ahora le toca el turno a él de aceptar su experiencia como válida, sino lo hace, deberá decirle al creyente que se esta comportando de manera irracional y que para hacer pruebas válidas, tanto usted como él deben arriesgar lo mismo y si usted aceptó creer las experiencias de los teístas, el debe aceptar las experiencias de los ateos como pruebas en contra de la existencia de Dios. Sin duda argumentará que usted no ha tratado lo suficientemente fuerte como para ponerse en contacto con esa deidad superior. Este merece otro argumento que debemos argüir, el cual lo comentaré mas adelante.

  1. El argumento contra la evolución. O también el argumento del plan. Desde que Charles Darwin escribió “El origen las especies”, el ateo ha encontrado una muy buena base para defender su ateísmo contra el origen del hombre dado por el génesis bíblico. A pesar de ello, hay que luchar aún contra la mas simple ignorancia de los teístas sobre el tema de la evolución. La evolución es un hecho, no es una teoría. Se ha comprobado el proceso evolutivo de millones de años que han modificado a cientos de especies a través del tiempo. Y pienso que el mono fue el estado transitorio que tuvo que pasar el hombre antes de volverse hombre. La religión cristiana, no acepta este hecho, a pesar de las insondables pruebas que existen acerca de esta teoría, incluso algunos agnósticos y ateos, dudan sobre esta teoría. Están en su derecho. Pero para los que pensamos y nos damos cuenta de que esto no es un teoría, sino un hecho muy hecho, debemos lidiar con la pregunta que se le viene a la cabeza a los creyentes. Su pregunta acerca del paso evolutivo del hombre es la de si ya existen hombres, que se supone son la escala próxima a evolucionar de los monos, preguntan “¿Por qué aún existen monos entonces?”. La respuesta es sencillísima, y su pregunta se debe a que desconocen lo más elemental de la teoría de la evolución de las especies, la cual, de modo elemental dice:

    “La evolución de las especies se da, según en el ambiente que se encuentren, si su ambiente varía, ellas también tendrán que variar para adaptarse. Esto es la supervivencia del mas apto, quien sepa adaptarse al nuevo medio, logrará sobrevivir.”

Es decir, no es el ambiente el que cambia según cambia la especie, sino que la especie es la que se tiene que adaptar al medio en que vive para poder subsistir. Esto es esencial para entender como se da la evolución de las especies. No hay indicio de ningún plan ejecutado con maestría por parte de algún diseñador. Si le realizan la pregunta de ¿por qué aún hay monos? Comente de que aún los hay, porque aun existen esos ambientes en los cuales se desarrollaron y diga con toda seguridad que si él talara todos los árboles del Amazonas, tarde o temprano, los monos nacerán sin cola y tendrán las manos mas cortas, pues ya no tendrían necesidad de ellas. De cualquier manera, puede ocupar a modo de sorna, el apotegma del señor Tomas H. Huxley -gran defensor de la teoría evolutiva, padre del Agnosticismo-, cuando se le pregunto en una conferencia acerca de que pensaba que su abuela descendía de un mono:

“Prefiero ser descendiente de un mono, que ser hijo degenerado de Adán.”

  1. Argumento de sentimiento insuficiente. Este se colige del argumento de la experiencia religiosa. Trata acerca de que usted se le ofrece hacer una prueba para acercarlo a Dios. Como ejemplo, un cristiano. Se le pide que realice una oración a favor de Jesús pidiéndole que entre en su corazón, usted lo hace, se arrodilla y reza. Nada pasa. Usted sigue sin estar en contacto con Jesús. El cristiano en vez de reflexionar el porque no tuvo la experiencia personal, argüirá muchas cosas: que usted no estaba concentrado, que Jesús pensó que no era el momento de contactar con usted o que usted no sintió lo suficientemente fuerte y de verdad como para lograr que Jesús contactará con usted.

Este argumento es difícil de debatir porque aquí si es explícito el uso de un deseo y no se trata de una prueba objetiva. Sin embargo, se puede objetar muchas cosas contra ella. La mayoría de los ateos, antes de serlos, fueron creyentes de una religión. Esto es importante mencionarlo, porque si el teísta les dice que usted no han creído con suficiente fuerza, digan que creyó con bastante fuerza durante muchos años y nada paso: nunca hubo un acercamiento de dios, nunca hubo un sentimiento de algún ser superior, Jesús nunca toco mi corazón, etc. Además ofrezcan que el nunca podrá saber con cuanta fuerza cree usted, ni usted podrá saber nunca con cuanta fuerza cree él, así que pídale que le otorgue mínimo el beneficio de la duda, de que usted ha hecho lo más que pudo para comprobar su teoría, que ha creído con fuerza y que nada ha pasado. Si, a pesar de ello, el religioso sigue renuente a creerle, entonces será inútil seguir discutiendo y haciendo pruebas sobre ellos.

  1. La apuesta de Pascal. Blaise Pascal, matemático y filósofo francés propuso un argumento bastante interesante a favor de la creencia en el Dios cristiano. El argumento ó apuesta de Pascal dice algo así: “La razón no puede demostrar o refutar la existencia de Dios. Si el ateo está en lo correcto, nosotros vamos a morir y nada pasará, y nada estará perdido. Pero si el Cristiano está en lo correcto, los no-creyentes van a creer en el Infierno para la eternidad. Así que parece mejor mentirnos con el Cristianismo. Mejor es apostarle al Cristianismo porque las desigualdades prácticas son importantes. Si usted apuesta al Cristianismo y no hay ningún dios, usted no pierde nada”.

Bien, lo del ateísmo es verdad y es lo mejor, sin duda. Sino cree, vamos a morir y nada pasará. Hasta ahí es correcto, lo erróneo es su apuesta a favor del cristianismo. Suponiendo que existiese el dios cristiano, no es tan fácil pasar de un sistema de creencias a otras sin tener que sufrir una gran carga emocional. Segundo, Pascal propone que vayamos al cristianismo, la pregunta es porque al cristianismo?, ¿qué y si el cristianismo también es falso, y que en realidad el islamismo sea el cierto? Estaremos creyendo en lago erróneo, rezando al dios incorrecto y será peor que con el ateísmo, pues estaremos perdiendo tiempo y nos ganaremos el castigo de Alá por andar de paganos rezando a otro dios. ahora, el hecho de que Pascal diga que creamos en el cristianismo y sino no hay Dios, usted no pierde nada. Esto no es correcto como vimos. Si existe el dios cristiano, suponemos que es un Dios justo. Si es un dios justo perdonará toda clase de error que se cometiese cuando fuera de manera honesta. Usted usa la razón y eso es lo más honesto que usted ha hecho, usted ha razonado sobre su existencia, si Dios es justo, lo perdonará por ese error justificado. Si Dios es injusto, es decir castiga por el simple hecho de hacerlo, usted entonces debe de temer, tanto como debe temer el cristiano pues si es injusto no le importara si usted cree en él o no. Si exista tal dios, es mejor no creer en él ni hacerle caso, de cualquier manera, en cualquier momento, tanto ateos como cristianos serán participes de su injusticia. Por ello, usted debe mejor apostar a favor de lo que la razón le dice, y esa razón le dice que el ateísmo es correcto, ya que si dios es injusto, nada podrá hacer aún cuando acepta el Cristianismo. Así, en cualquier caso es mejor que usted apueste a la razón y acepte su consecuencias lógica, que en este caso, el ateísmo. Si no hay ningún dios, usted esta en lo correcto; si hay un dios justo, usted no tiene nada que temer del uso honrado de la razón; y si hay un dios injusto, usted tiene mucho que temer, pero tanto como debe también temer el cristiano.


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