IV
Debemos hablar ahora, de ciertas cosas que el ateísmo no hará por usted. El ateísmo es una posición realmente incomoda. No ofrece respaldo emocional. El ateísmo nos deja emocionalmente desamparados. Cuando le lleguen a usted preguntas a las cuales no encuentre respuestas por medio de la reflexión, deseará haber mantenido su sistema de creencias, para poder decir ciega y sencillamente “Dios lo sabe”. Pero usted debe darse cuenta de cuan importante es que examine sus creencias y reflexione sobre ellas para conocer la verdad, porque jamás, ningún beneficio puede provenir de la mentira, y no importa que la mayoría de las veces, la verdad sea cruda y fría, usted no estará contento de vivir dentro de la calma y la felicidad ficticia que crean los dioses protectores. No se puede siquiera decir que el ateísmo es algo que se crea; para el ateo es algo que simplemente, es. El ateísmo no tiene dogmas ni demanda arrodillarse cada fin de semana, el ateísmo es una modo de ser, un estilo de vida. El ateísmo tampoco es un fin, es un medio. El ateísmo no es un destino, es un camino. Para todo aquel que busca en el ateísmo un fin, esta en lugar equivocado. El ateísmo incluso puede dejarlo desamparado moralmente, si usted esta de acuerdo en decir que sus valores morales proceden de un mandato divino, podrá encontrarse confundido y llegar a pensar que sino existe una recompensa posterior (llámese cielo, vida eterna, resurrección, etc.), o un castigo que temer (infierno, gehenna, reencarnación en insecto, etc.) no tiene caso comportarse moralmente correcto. Pero el ateo sabe, que la moral es un conjunto de reglas hechas por los hombres para los hombres, y que a largo del tiempo en que hemos vivido, no ha existido ningún valor absoluto de eso que se llama moral, que esos conceptos -bien y mal-, han ido variando a través de la historia y que van más allá de la imposición dogmática por parte de las Iglesias. Dígale que aunque no crea en Dios, sabe que matar a gente inocente es malo, y que a pesar de que no sufrirá tal vez por el castigo de ir al infierno, sabe que hacer cosas incorrectas, le puede provocar problemas ante la ley y esto es más que suficiente para que el ateo se comporte de forma “moralmente aceptable” frente a la sociedad. Asimismo, la simple idea de que todas las personas tratamos de empatizar con las demás es una razón poderosa para no molestar a nadie. Dígale que espera que nadie quiera lastimar a nadie de manera innecesaria. En todo caso, si le pregunta por algún tipo de “ética atea”, si existen preceptos morales que el ateo sigue para su vida, comente que no hay una moralidad exclusiva para los ateos y que se asombraría si supiera que los cánones morales son similares a loa del teísta, y que la única gran diferencia entre su moral y la de él, se da mas que nada por el hecho de que usted sabe porque cree en ellas, porque ha razonado de donde provienen y no por el mero hecho de que han sido impuestas o porque siempre ha sido así.
Si le comentan que sin Dios no hay una razón para vivir, que sin Dios no hay un sentido a la vida, enuncie que eso es en parte cierto: explique que con Dios o sin dios, la vida nunca ha tenido sentido. La vida carece de sentido. No tiene significado. Y diga también que es cuestión personal el darle un significado a la vida es cuestión personal. Nadie debería decidir por usted. Uno es el encargado de otorgarle un sentido a la vida; si usted no se preocupa por usted, seguro que nadie lo hará. Y tampoco espere que el ateísimo le ofrezca el sentido, el ateísmo le ofrece las herramientas para construir, pero es de usted y de nadie más la decisión de lo que quiere construir.
Por eso, no espera nada del ateísmo. El ateísmo es quien espera algo de usted. Ocúpese por darle al ateísmo credibilidad, por mantenerlo como una alternativa segura contra la existencia de los dioses a través del uso de la razón. No desperdicie la oportunidad de demostrar su ateísmo, pero hágalo con hechos, con congruencia entre sus palabras y acciones, como mostrarse tolerante (más no indiferente, recuerde) frente a las ideas de los demás. De otra manera, sufriremos del mismo cáncer que provoca la gangrena en las religiones: Irracionalidad. Esto es algo importante que demostrar, pues sería un absurdo desear simplemente imponer el ateísmo a toda costa para deshacerse de las religiones y dioses, pues sería el otro lado de la moneda irracional. Una imposición es una declaración establecida a los hombres a costa de lo que desea. Lo que lleva a que toda imposición es mala. Toda cosa impuesta daña. Independientemente de que se impusiera la verdad del ateísmo, en contra de las religiones, valdría poca cosa. Pues el pregón principal del ateísmo es que es una elección personal. Se mostraría incongruencia entre nuestro hablar y proceder si deseáramos imponer a la fuerza el ateísmo como norma de conducta. Nadie debería obligar a nadie a volverse ateo, como nadie debería obligar a nadie a volverse teísta. Hay que dejar que la razón y el conocimiento hagan su trabajo e instruir a la gente para que por sí mismas acepten y se convenzan de que el mejor camino para la compresión de nuestro mundo esta dentro de las áreas de la ciencia, la razón y el conocimiento. Por ello, cada vez que discuta su ateísmo, tiene que hacer hincapié, que el uso de la razón y el deseo de saber lo que es verdad, son las principales herramientas con que usted cuenta para defender con éxito su postura.
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