Panegírico al Ateísmo: Ensayo sobre lo que el Ateísmo debe ser (3)

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III

En este punto, será inevitable tener que regresar y enfatizar algunos comentarios ya establecidos con anterioridad, así como de tener que criticar ciertas ideas religiosas. No solo servirán como recordatorio, sino que serán necesarios para afirmar otras demostraciones que vendrán. En primer lugar, tenemos que recordar que en mas del 95% de los casos, los creyentes lo son debido a que fueron inducidos a creer desde una temprana edad y no se les dio la oportunidad de elegir cual conjunto de creencias adoptar. Esto surge a raíz de que los ateos, también ven con malos ojos el ateísmo impuesto por países como doctrina nacional. Esto sucede porque como ya he mencionada muchas veces, la creencia en un cierto Dios (y en otros casos, la no creencia) es directamente proporcional al lugar geográfico donde nos encontremos. Si estamos en Arabia, el Dios verdadero será Alá, si estamos en la India, el verdadero será Krisna y si nos encontramos en México, sin duda el dios verdadero será Jesucristo. Y probablemente si fuéramos a un país comunista, o en la antigua URSS, no habría Dios. En todos estos casos, casi siempre, una doctrina religiosa ( o anti-religiosa) es impuesta: a veces por tradición, como el Cristianismo; y otras por imposición del estado como lo puede ser el Ateísmo o el Islamismo. Y todas ellas, se vuelven incorrectas. Hasta el mismo ateísmo impuesto, por ejemplo en Cuba, debido al sistema de gobierno, es erróneo. Independientemente de que los ateos cubanos o los ateos rusos, se encuentren en la posición correcta respecto a la creencia en dioses, la manera en la que les llego su ateísmo es inexacta. Porque ese ateísmo no es producto de la indagación ni de la reflexión. Es impuesto. Y provocará, las misma reacción que puede provocar las creencias impuestas al creyente: será intolerante con las ideas de otros. Es por ello que el ateo tiene que enarbolar como estandarte que el ateísmo tiene su origen en la racionalidad e intelecto. El ateísmo es una posición de élite. No cualquiera puede ser ateo. Aparte del esfuerzo emocional que mencionamos se requiere para convertirse en ateo, se requiere una formación intelectual que desafortunadamente no se encuentra en mucho de los creyentes. Y hablamos la mayoría de las veces de la educación intelectual básica. Porque a pesar de encontrarnos en pleno siglo XXI, y que la información acerca de cualquier tema se puede obtener de forma rápida y sencilla, aún sufrimos de un tremendo descuido intelectual sobre temas científicos y filosóficos. Esto se debe a la irracionalidad que aún impera en gran parte por las costumbres e ideas impuestas por la religión. Religión y Ciencia nunca han podido ir de la mano. Nunca lo harán. Ambos son asuntos diametralmente opuestos. La incertidumbre es la muralla que separa a la ciencia de la religión: La ciencia parte de no saber nada, la religión parte de saberlo todo. La ciencia sigue dudando y buscando, la religión sigue desistiendo de buscar. La religión ha tenido que cambiar muchas de sus creencias a lo largo del tiempo debido a la ciencia. Y hasta ahora, no recuerdo que la ciencia haya tenido que modificar algún hecho debido a la religión, y ni creo que lo haga. En América, el cristianismo tiene que cargar con deplorables hechos que no podrán ser borrados jamás. Uno de ellos, es el haber elaborado un lista de libros los cuales estaban prohibida su lectura al pueblo. En este Index se encontraba prohibido la lectura hasta de la misma Biblia. Esto no es mas que una muestra del antiprogresismo que siempre ha prevalecido en la iglesia en contra de todo lo que sea ciencia y pensamiento crítico. Una muestra más, es el arraigo domiciliario impuesto a Galileo. Por eso el ateísmo debe jugar un rol más activo no solo yendo en contra de las religiones, sino que su papel debe ser siempre defiendo la racionalidad y solo de esa manera podrá decirse que cumple con una misión en la vida de los ateos.

Y esto es importante, porque además de las religiones, el ateísmo tiene que pelear contra ese aumento de irracionalidad que se esta produciendo en toda América, pues si bien, estadísticamente, el aumento de adeptos a las religiones –llamémosles religiones institucionalizadas- se ha detenido, no es por el hecho de que se este aumentando el nivel cultural e intelectual de las personas, sino porque estas andan brincando de cierto conjunto de creencias a otras, producto del abandono total de la razón y el intelecto.

A pesar de que los gobiernos en América han procurado, y que en cierta medida, han logrado aumentar la cantidad de personas profesionistas, no han logrado que se forme una verdadera cultura de pensamiento crítico individual. En México, el gobierno ha realizado una incesante labor por construir profesionistas y técnicos, pero se les ha olvidado darles identidad y voluntad propia para realizar un pensamiento por si mismos. El sistema educacional provoca una pereza intelectual, pues si bien estamos orgullosamente plagados de “vegetales profesionistas”, carecemos de individuos pensantes y razonantes, adormecidos por ese mismo sistema educacional que les ayuda a encontrar trabajo, pero que internamente, los deja a la deriva y los pone a merced de cualquier bagatela espiritual que se les presente. Merecería todo un ensayo aparte, hacer una verdadera crítica profunda acerca de los sistemas de educación implantados, no solo en México, sino en toda Latinoamérica, que sin duda, necesitan un reforma, pues estoy seguro que se debe hacer algo para sacar a Latinoamérica de su miseria material, pero también estoy convencido que para sacarlo de su miseria material, hay que vencer primero sus miserias intelectuales y espirituales.

La mayoría de estos “profesionistas cultivados” (tampoco me atrevo a decir que todos los graduados son de este tipo, sería un error fatal de mi parte) han desertado de creer en religiones y dioses, pero no han pasado al selecto grupo de ateos o agnósticos; sino que han optado por todo este misticismo oriental que últimamente se ha venido desarrollando en América. Ya sea la forma que tenga, todas estas ideas místicas, son adoptadas por un deseo de creer en algo, mas que por el deseo de saber. Y si comprendemos, como se ha dicho a lo largo del escrito, de que las personas adoptan y creen más por razones psicológicas, que por razones intelectuales, comprenderemos porque les resulta tan difícil abandonar toda clase de idea que le proponga cierta ayuda emocional y consuelo. Porque ese parece ser el fin de toda religión: brindar consuelo. El hombre no esta solo. Alguien le cuida y está siempre a su lado, siempre y cuando cumpla un conjunto de reglas y normas, sujetándose a ellas y a las autoridades encargadas para aplicarlas y nunca cuestionando esa autoridad que se le ha impuesto. Algo bastante conveniente para el adormecimiento de mentes. La frase marxista no pudo ser más correcta, es un autentico opio de masas.

Hablando de todas estas ideas tan en boga hoy en día, algunas de ellas no tan relacionadas con las religiones, pero si con el ateísmo. Habrá que decir que este no se puede mostrar indiferente ante tales ideas. Una persona racional, lo es en todos los aspectos de su vida, y debe procurar actuar conforme a esa razón en todo momento y en cualquier situación. Me explico: el ateísmo es el resultado del uso de la razón en un campo particular, en este caso el de las creencias religiosas; pero esa razón no se detiene ahí. Esta facultad de razonar implica usarla y ser razonable para con todas las demás ideas que se presentan sin pruebas ni evidencias objetivas que las respalden, independientemente si son de carácter religioso o no. ¿De que ideas estamos hablando? Permítanme decirles: Homeopatía, acupuntura, yoga, telequinesia, telepatía, espiritismo (hablo de esas batas blancas voladores), ufología, quiroprácticas, terapias magnéticas, medicina naturista, brujería, chamanismo… ¿sigo? La cantidad de monserga que anda deambulando es impresionante. Y mas impresionante es la cantidad de gente que sigue soportando tales ideas, carentes de toda validez científica y que solo sirven para llenar los bolsillos de todos esos charlatanes, casos típicos son Uri Geller con sus sesiones espiritistas y sus doblamientos de cuchara. Otro imposible de olvidar es al fantástico JJ Benítez, autor de infinidad de “libros best seller’s” como los del caballo de Troya. Este no tendría tanta importancia, si se leyese como simple libro de entretenimiento, sino que ha pasado a formar parte de un verdadero culto y ha convertido a Benítez en un autentico fundador de todo un embuste que se acepta como una verdad sin discusión, otro dogmas más a la lista. El hombre cree en todo cuando quiere creerlo. Porque todo esto, probablemente pueda ser verdad, y podemos otorgarle cierto grado de dudas a ciertas cosas, pero no resolvemos nada. Hay que asumir por defecto que las cosas no existen a menos que haya pruebas y evidencias que demuestren lo contrario. Esto es una regla básica de razonamiento que todas las personas siguen, incluso los teístas. Nadie puede demostrar que no existen dragones, pero mientras no existan evidencias y hechos que respalden su existencia, seguiremos pensando con justa razón, que tales seres no existen. Si alguien quiere investigar y dar pruebas fehacientes de que los hay, adelante. Todos estaremos gustosos de que existan, o que existieron en su caso, tan bellos animalitos.

Una mención especial merece, quizá la “religión” mas grande propagada en América y que a tantos ha hecho millonarios: la astrología. Su credo, los horóscopos, son probablemente los sacramentos más leídos y más vendidos en el continente. En todos los medios de comunicación existentes, se brinda un espacio para redactar lo depara el destino a través de los astros. Televisión, segmentos especiales para ello, radio, periódicos, revistas, líneas telefónicas, etc. ¿Quién no se ha detenido un rato, a leer el periódico a observar su horóscopo?, ¿quién no ha visto en programas televisivos a infinidad de astrólogos que le dice como le irá el día de hoy, tan solo con saber si usted es capricornio o piscis? Y nuevamente, no estoy hablando de personas que leen su horóscopo y lo hacen por aburrimiento o entretenimiento, sino hablamos de esos miles (mas bien, millones!) de personas que lo leen rindiéndole verdadero culto a lo que dice los periódicos acerca de su signo zodiacal, que toman en serio y al pie de la letra lo que le dicta su astrólogo matutino del televisor. Y el ateo pregunta: ¿mi comportamiento se ve afectado por el día en que nací?, ¿qué si soy un géminis?, ¿quiere decir que más de 500 millones de personas en el mundo están teniendo las mismas aventuras de hoy que yo?, ¿esas mismas personas, están teniendo una crisis económica pasajera, pero están afortunados en el amor? Porque esto de la astrología, no se crea que pueda ser algo tan serio. No ahondaremos mucho en ello, pero podemos decir a ciencia simple, que si usted observa los horóscopos de diferentes revistas y periódicos, puede observar cuanta ambigüedad hay en la declaraciones de los zodiacos. Se debe ser lo más ambiguo de tal manera que sea imposible fallar:

Acuario: “Ponte listo y lleva los ojos muy abiertos, porque pronto tendrás que tomar serias decisiones laborales. Se realista en todo momento, pero también debes de darte cuenta que es el momento preciso para enderezar el timón y caminar con toda cordura. Hay algo que te niegas a ver. El amor de pareja se dará en el momento que te decidas a soltar el control y permitas que las cosas se muevan solas”.

Sin comentarios. Un poco de imaginación por aquí, otro poco de ambigüedad por acá y un poco más de retórica para darle ese aspecto místico que se requiere como cebo para enganchar a miles de crédulos, y ya esta. Porque, pregunto: ¿ha usted visto alguna vez en televisión, segmentos dedicados exclusivamente a la ciencia?, ¿existe espacio en los periódicos para el pensamiento libre y crítico, donde se pueda hablar de las evidencias que existen a favor de la existencia de Jesucristo? Estoy también seguro que ha oído mas personas discutiendo acerca de lo que su horóscopo chino le aconsejó, que discutiendo sobre libros de Octavio Paz o Dostoievsky. Afortunadamente, se empiezan a desarrollar canales para trasmitir exclusivamente ciencia; pero en televisión abierta, la programación acerca de ciencia deja mucho que desear. Para al ateo, esto debe significarle un fuerte motivo por el cual debe levantar su voz y reclamar por el uso de la razón, pues la irracionalidad y credulidad están a la orden del día y no importa que formas tomen, ya sea religión, seudo-ciencia, paranormalismo, etc., todo este “tianguis [1] de creencias” promueven la irracionalidad y desligan a la razón y a las evidencias, y las hacen parecer inútiles e indeseables.

Notas


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