Investigadores crean un primer prototipo de prótesis cerebral

El cerebro es donde se encuentra nuestra identidad. La neurología moderna ha descubierto, estudiado y analizado las distintas áreas cerebrales y se han clasificado sus funciones y relacionado con la conducta fisiológica del cuerpo y la personalidad del individuo. El cerebro no sólo controla y coordina los órganos que mantienen el cuerpo sino que también se encarga de elaborar los pensamientos, las actitudes, los estados de ánimo, las emociones y otras tantas características personales.

Los neurólogos han logrado reunir miles y miles de casos particulares donde los pacientes han sufrido daños cerebrales específicos a una región para de esta forma aislar las conductas y acciones que dependían del buen funcionamiento de estas zonas. Además, la tecnología de positrones, electrones y demás partículas subatómicas, han hecho posible que los científicos observen al cerebro, y sus distintas zonas neuronales, mientras las personas elaboran pruebas psicológicas, duermen o ejercen otras actividades.

También se han realizado implantes en el cerebro de pequeños artefactos que estimulen la actividad neuronal en ciertas áreas afectadas por enfermedades o accidentes. No obstante, esta es la primera vez que los investigadores anuncian una prótesis cerebral que reemplazaría una parte del cerebro con un microprocesador. El procedimiento utilizado para obtener este artefacto es exquisito e impresionante.

Los neurólogos no saben con precisión cómo funciona el hipocampo. Esta área, localizada en la base del cerebro y próxima a la intersección con la médula espinal, tiene la función de codificar las experiencias que tenemos para que las importantes sean almacenadas en la memoria a largo plazo.

“Cuando una persona pierde el hipocampo pierde su habilidad para almacenar memorias nuevas. Todo lo demás queda intacto”, dijo Theodore Berger director de la investigación.

Sin embargo, los investigadores no cuentan con un mapa con todas las conexiones neuronales y sus millones de salidas y entradas, por lo tanto, tuvieron que copiar su funcionamiento.

“Tomamos lonjas del hipocampo del cerebro de un roedor y estimulamos cada pequeña conexión neuronal, luego copiábamos las reacciones y continuábamos con el proceso. De esta forma obtuvimos un modelo matemático del funcionamiento del hipocampo en general. Este modelo fue programado en un microprocesador, nuestra prótesis neuronal”, explicó Berger.

Los investigadores tienen diez años trabajando en este chip cerebral. Las primeras pruebas serán realizadas en cerebros de ratas que han sido mantenidos vivos en fluido cerebroespinal.

“Todavía falta mucho tiempo para que algo como esto sea probado en humanos. El cerebro es un órgano muy complejo y no se puede copiar el comportamiento de una de sus áreas de forma aislada sin tomar en cuenta la relación con todo el conjunto cerebral. Además, tendrán problemas a la hora de hacer la conexión de entrada, el cerebro es un órgano muy complejo”, aseguró Dimitri Kullman del Instituto de Neurología en Londres.