La NASA se despide de la investigación del Columbia

La NASA entregó la semana pasada la investigación del Columbia a un panel independiente dirigido por el almirante retirado Harold W. Gehman Jr. John Dittemore aseguró que su único objetivo era que se conociera el motivo del desastre y que ya era hora de que la empresa se retirara del asunto y dejara la investigación a personas menos involucradas en el accidente.

El panel continuará dirigiendo a los miles de voluntarios que continúan buscando piezas de la nave y todas las demás evidencias que han ido apareciendo hasta el momento.

No vamos a descartar ninguna teoría”, afirmó Dittemore en la última rueda de prensa sobre el desastre contradiciendo pasadas declaraciones donde descartaban que un pedazo de aislante combinado con agua congelada fuese la causa del accidente. “Todas las teorías que han surgido hasta el momento serán estudiadas y analizadas una y otra vez. La meta es averiguar que le pasó a la nave”.

Todo apunta a problemas en el ala izquierda. Sin embargo, las causas del problema no se conocen todavía. Las últimas evidencias recogidas ayudarán a descubrir el problema pero no las causas.

El pasado viernes, una revista de la fuerza aérea, llamada Aviation Week and Space Technology, publicó un artículo donde explicaba unas fotos tomadas con un telescopio de alta tecnología. La cámara telescópica pertenece a la Fuerza Aérea estadounidense y posee un alcance impresionante. El aparato es utilizado, generalmente, en estrategias con misiles y para rastrear satélites en órbitas alrededor de la Tierra. Las imágenes capturadas por el telescopio militar ubicado en Albuquerque, Nuevo México, muestran al Columbia un minuto antes de comenzar a volar en pedazos.

La revista indicó que, de acuerdo con algunos expertos, parece que parte del ala izquierda del transbordador muestra daños visibles en la imagen. Sin embargo, los oficiales de la NASA, antes de retirarse de la investigación, aseguraron que era muy temprano para saber los resultados del análisis exhaustivo que se hacía de las áreas afectadas en las fotografías.

De todas formas, el hecho de que nos muestre el daño en el ala izquierda no nos dirá nada sobre lo que causara este daño”, dijo Dittemore a la prensa.

Hasta el momento, las teorías de lo que pudo haber pasado se reducen a tres. La primera es la que involucra al pedazo de aislante desprendido durante el lanzamiento y combinado con agua congelado. Luego está la teoría de que el transbordador haya sido golpeado por un rayo cósmico, un micrometeorito o cualquier pedazo de basura espacial. También existe la posibilidad de que algo haya fallado en el sistema interno de la nave, como un fusible u otra parte eléctrica.

Por otro lado, un pedazo encontrado en Texas, parece ser de una de las partes de protección de los bordes de las alas del transbordador. Los investigadores expresaron que aún no sabían de cuál ala es la parte encontrada pero que muy pronto lo descubrirían ya que cada uno de los 27,000 mosaicos en la nave tiene un número de serie distinto.

Esperamos que sea una parte del ala izquierda ya que allí es que pensamos que se iniciaron los problemas”, concluyó Dittemore.

Por último, la NASA anunció que los últimos 32 segundos de datos enviados por el Columbia no servirán de nada. James Gavura, director de Sistemas de Satélites de la NASA dijo que no pudo recobrar nada. “Sólo escuchamos 31 segundos de silencio y luego un segundo con datos demasiado corrompidos para poder leerlos o interpretarlos. Es otra puerta sin salida”, explicó.

Un pedazo de ala

Oficiales y voluntarios en Texas han encontrado un pedazo importante en la investigación del desastre del Columbia. La parte es de una de las alas y, aunque aún se desconoce de cuál, el nuevo panel investigador se siente esperanzado de que esta parte de la nave puede ofrecerles pistas sobre lo que causó la tragedia.

El pedazo de ala tiene las siguientes características:

  • Mide de 66 a 68,5 centímetros o de 26 a 27 pulgadas.

  • La parte está hecha de carbono-carbono, material ligero que refuerza los bordes de las alas de la nave para proteger el sistema termal del calor de la reentrada.

  • Este material es capaz de soportar temperaturas que oscilan entre 250 grados hasta 3.000 grados Fahrenheit.

  • Los bordes de ambas alas están cubiertos con 22 piezas de este material.

  • También se encontró otra pieza de 46 centímetros (18 pulgadas) de la estructura de una de las alas.

  • Cada uno de los 27.000 mosaicos que servía de protección de la nave tenía un número de serie distinto. Esto facilita bastante su ubicación.


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