Investigadores descubren el gen que origina la metástasis en el cáncer

Las células cancerosas tienen la habilidad de peregrinar. Esta característica convierte al cáncer en una enfermedad letal ya que, por lo general, lo que mata al paciente no es el cáncer originario sino la propagación de la enfermedad por todo el cuerpo. Este elemento emigratorio ha sido explotado en un nuevo experimento que intenta sustituir las viejas y tóxicas terapias contra el cáncer, con nuevos y más específicos tratamientos.

Esta semana, un equipo de investigadores estadounidenses ha anunciado haber descubierto un gen que permite y asiste en la emigración de las células malignas hacia otras partes importantes del cuerpo del paciente. Evidentemente, la genética y el descubrimiento del ADN son responsables directos de las buenas noticias. El doctor Richard G. Pestell y un equipo de oncólogos, estuvieron trabajando desde la Universidad de Medicina Albert Einstein en Nueva York, guiados por un curioso elemento en común entre los pacientes que padecen de metástasis agresivas.

Observamos que en ciertas personas el cáncer no pierde mucho tiempo en hacer metástasis, es decir, trasladarse a otros órganos en el cuerpo y diseminarse por todas partes. Por lo tanto, decidimos investigar si existía algo distinto en estos pacientes. Descubrimos un gen, denominado Cyclin D1, que parece ser responsable de la metástasis ya que en estos pacientes se encuentra sobreexpresado. Enseguida comenzamos experimentos de laboratorio con ratones diseñados sin este gen. Las observaciones nos han dejado muy positivos respecto a los resultados preliminares de nuestra investigación”, informó el doctor que ahora es el director del Centro de Cáncer Lombardi en la Universidad de Georgetown en Washington, D.C.

Pestell y su equipo descubrieron que en los animalitos sin el gen en cuestión, las células cancerígenas se tomaban mucho más tiempo en multiplicarse por todo el cuerpo.

Además, observamos que los tumores crecían más despacio en los roedores sin el gen en comparación con el grupo control”, agregó el médico.

Los investigadores utilizaron un microscopio de alta potencia para tratar de percibir las diferencias entre ambos grupos, especialmente entre las células malignas que no emigraban y aquellas que sí lo hacían.

Descubrimos que las células cancerosas en los roedores sin Cyclin D1 carecían de unas ‘arandelas’ en la superficie de sus cuerpos que les impedía moverse de un lugar a otro. Sin estas estructuras, las células se mantenían inmóviles, imposibilitadas para esparcir el cáncer por todo el cuerpo”, explicó Fiona J. Pixley, investigadora en el equipo de Pestell.

Actualmente, la meta principal de los científicos es sustituir los tratamientos existentes con otros muchos más específicos y menos tóxicos. Para conseguirlo, los estudiosos deben ahora dirigir sus indagaciones al estudio de las diferencias entre la proliferación y la emigración celular.

El problema con la quimioterapia es que ataca el mecanismo que tienen todas las células para dividirse sin hacer diferencia entre malignas y saludables. A esta terapia agresiva le debemos los efectos secundarios como la pérdida del cabello y demás. No obstante, si identificamos cuáles células tienden a causar la metástasis y cuáles no podríamos desarrollar tratamientos específicos que sólo eliminen las células peregrinas y dejar intactas las que no lo son. Un tratamiento así haría del cáncer una enfermedad como la diabetes, que pueda ser controlada en su sitio sin que produzca desenlaces fatales”, observó Pixley en los resultados del experimento que será publicado el próximo mes de mayo en el diario científico Biología Molecular de la Célula.

Tratamientos futuros contra el cáncer

Las terapias que se han estado desarrollando para eliminar el cáncer sin quimioterapia están siendo extremadamente específicas. De esta forma, aseguran los investigadores, las sustancias químicas sólo afectarán a las células peligrosas y enfermas. Una de ellas es conocida como Terapia enjaulada y sus resultados fueron publicados el pasado mes de diciembre en el diario de Química y biología. La estrategia de este tratamiento es atacar exclusivamente a las células malignas y, entre ellas, sólo a aquellas que tiendan a emigrar. Para lograrlo, los científicos en el área están enfocando toda su atención en diferenciar la proliferación de la emigración celular. Las primeras no representan peligro de metástasis, las segundas sí. Dentro de las nuevas terapias existe un tratamiento bastante especializado. Los aparatos utilizan rayos de luz para erradicar las células afectadas por el cáncer, una por una.


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