Astronomía. A pesar de la sentencia a muerte que flota incierta sobre el observatorio, los científicos han anunciado una espectacular noticia que nos aproxima, grandiosamente, al inicio mismo del Cosmos: la Gran Explosión.
La luz capturada por las cámaras del Hubble lleva algunos trece mil millones de años-luz viajando. Los fotones que la componen emergieron de las galaxias más lejanas observadas hasta el momento, galaxias que, según los cosmólogos, pudieron haber sido las primeras en formarse. La revelación, anunciada en los salones de la Universidad Johns Hopkins, ha situado al conocimiento de la cosmología actual a sólo unos pasos del nacimiento mismo del Universo. También ha reactivado las protestas y las quejas contra la sentencia de muerte que flota sobre el importante observatorio.
La misma presentación estuvo salpicada de momentos políticos cuando la senadora demócrata por el estado de Maryland, Barbara A. Mikulski, se presentó espontáneamente durante la rueda de prensa y expresó su opinión sobre el destino del observatorio.
“El futuro del Hubble no debe decidirlo un solo hombre en un cuarto trasero de la NASA, no sin que antes se realice un proceso transparente”, afirmó Mikulski bajo el furor de los aplausos de los presentes.
La senadora se refiere a Sean O´Keefe, el director de la NASA que sentenció al observatorio a una muerte segura en órbita. O’Keefe, que se ha visto bombardeado por quejas de personas opuestas a la decisión, ha decidido buscar una “segunda opinión”, donde el almirante Harold W. Gehman, quien se encargó de dirigir el equipo que investigó el desastre del Columbia. La decisión final aún no se ha dado a conocer.
Y es que el observatorio se ha ganado el cariño de las personas que han seguido su trayectoria desde que fue puesto en órbita en 1990. Desde entonces, el Hubble no sólo ha enviado las más espectaculares imágenes del Cosmos, sino que también ha establecido características importantes sobre su origen y su evolución, desde su edad hasta su continúa expansión acelerada.
En esta ocasión, el observatorio ha logrado adentrarse en los inicios del mundo que habitamos. La cosmología actual establece que después de la Gran Explosión, el universo pasó por una época de radiación y una era oscura y fría. La fase sombría llegó a su fin con el nacimiento de las primeras estrellas, que no sólo trajeron la luz al Cosmos naciente sino que también comenzaron a calentar a ese mundo frío y sombrío. Se supone que cuando el universo “bebé” cumplía de 300 a 700 millones de años, las primeras galaxias comenzaron a formarse, es a este remoto lugar que los ojos del Hubble nos han transportado.
Mediante un arduo, lento y minucioso trabajo, una combinación de equipos de reconocidos científicos ha logrado componer imágenes de estas primeras galaxias, cuando el universo comenzaba a aprender sobre la estructura y el orden y a abandonar el caos de su infancia.
“Las galaxias encontradas poseen tamaños, formas y colores varios. No observamos las elípticas o espirales a las que estamos acostumbrados ahora. En ese entonces, el orden y la estructura comenzaban a aparecer y todavía vemos los vestigios de un universo caótico, sin organización”, declaró Steven Beckwith, director del Instituto para las Ciencias de Telescopios Espaciales, uno de los equipos participantes en el estudio.
El Hubble estuvo desde el 24 de septiembre de 2003 hasta el 16 de enero de 2004, capturando imágenes, por varios minutos al día, provenientes de una misma porción del cielo (más o menos el tamaño de una décima del diámetro de la luna llena). La imagen que se compuso de allí, denominada la foto del millón de segundos, junto con las imágenes capturadas con otra cámara especializada para luz en infrarrojo, ha expuesto lo que algunos llaman “el fin del comienzo”.
El aparato en cuestión se conoce como “espectrómetro para objetos múltiples con cámara infrarroja cercana” (Nicmos, por sus siglas en inglés), y es capaz de detectar luz en esta longitud de onda que es dilatada por la aceleración constante y progresiva a la que está sometido el Cosmos. Algunos investigadores están seguros que ningún otro telescopio logrará superar esta imagen hasta que el Telescopio Espacial James Webb sea puesto en órbita en 2011. Este observatorio estará equipado con una cámara especializada en luz infrarroja. Es probable que el “Webb” consiga llevarnos a los terrenos de la era oscura, antes de que se originaran las primeras estrellas.
“Hemos logrado observar la luz más tenue que jamás hallamos visto. Es lo más cercano a la Gran Explosión que hemos estado. Es un descubrimiento sin precedentes”, declaró excitado Roger Thompson, de la Universidad de Arizona y principal investigador del Nicmos.
Campo ultra profundo
El observatorio utilizó dos cámaras para obtener el producto final, una imagen ahora conocida por los cosmólogos como “campo ultra profundo” o HUDF, que contiene por lo menos 10,000 galaxias. Una de las cámaras es la ACS, que se fijó, por varios minutos al día en el centro de una constelación conocida como Fornax que se encuentra junto a la constelación Orión. También se utilizó un espectrómetro de multiobjetos con cámara infrarroja cercana o Nicmos, que es capaz de ver la luz que ha viajado desde la infancia del Universo, cuando sólo tenía de 300 a 700 millones de años de edad, el universo actual ya tiene 15,000 millones de años. Es posible detectar estas “corridas al rojo” de la luz debido a que el Cosmos se encuentra en expansión y extiende la onda de luz hasta el espectro infrarrojo.
En cifras
400 órbitas fueron necesarias para hacer la imagen.
800 tomas capturó la cámara ACS.
21 minutos fue la duración de cada toma.
11,3 días fue el tiempo completo de observación continua.
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