Cuentito de sotanas

Había una vez…y así empiezan los cuentos chinos pero… Hasta que les cayó el chahuistle… -Así empiezan los cuentos reales- a los nuncios del Papa, vulgarmente conocidos señores curas. Si bien vale aclarar que, eso de señores curas es dicho con cierta benevolencia para no perder la costumbre de antaño, y que a pesar de sus malas mañas que bien que se las tenían escondidotas, no les vamos a retirar por ahora ese nombramiento. Esto para no despertar las curiosidades ajenas de algunas almas de Dios. A las que ya adelantamos, que los curas continuarán a cargo de la vendimia de salvación.

Nunca pensaron los curitas verse metidos en problemas de pañales. ¡Ah! ¡Qué señores pedofílicos! -Aseguro que esta palabra no tiene nada que ver con el producto de las malas digestiones-. Aunque de esto también doña señora Iglesia y el señorito Vaticano -donde nunca se ha sabido que se haga el amor, pero se hace- tienen su tajada ¿Qué es eso de prohibirles casarse? Una cosa es lo divino y otra cosa las hormonas, y si a las hormonas se les da libertad! ¡Vieran que divino! Aunque aclaro, cura que nace homosexual aunque le presten una modelo de Playboy después de posar para Rick Ricky.

No es de extrañarse que detrás de las sotanas, de los batos bien vestidos y de corbata apretada, se asienten los más bajos instintos y los más cochinos pensamientos que de tanto contenerlos bajo el lema de “divino” un día terminan por aflorar a la superficie del altar. Estos seudo moralistas que se pasan predica y predica parece que tienen un rasgo familiar con los tesalonicenses, alzan monumento a un Dios que no conocen pero que se les da la gana predicarlo para no perder la chamba y las limosnas.

Atipujan los diez mandamientos a sus feligreses, hacen hincapié y estipulan pecados capitales como el no fornicarás y no adulterarás. Excomulgan al buen cristiano que les cuestiona sus transas y le llaman hereje al que piensa en Dios como lo aún no concebido para la mente humana. Si te equivocas, con voz pausada y fría te mandan al mismito infierno y te auto nombran hijo de Lucifer. Dicen no juzgarte y te condenan para que te caigas con una limosna. Te rezas tres padres nuestros al revés, esto para que la penitencia valga la pena. Cual es el pecado, haber pensado que qué bien se viera tu vecina desnuda y en tu cama. !Pero que pensamientos niño, el señor te reprenda!

Pero todo tiene su lógica, su “por qué” como dice la “tacha” que pertenece al sexo femenino. Se alega que el mundo ya se iba componiendo, ese mundo ya estaba moralizado, todos éramos muy buenos, excepto ellos que eran los exiliados procedentes de Sodoma y Gomorra -que ni Dios pudo acabar con el homosexualismo, pero eso es harina de otro costal- y para que el changarro funcione tiene que haber clientes. ¿Y de dónde traer clientes cuando ya todos éramos buenos? Bien, pues hay que crearlos.

Empezaron a tentonear a los chavillos -Y los chavillos diciéndole a sus padres que el cura se pasa de lanza siempre que se va a la parte trasera de la sacristía a quitarse el trajecito de monaguillo- Y los padres siempre incrédulos. ¡Pero que dices niño, cómo te atreves a decir eso del padre! ¡Te vas a la cama sin cenar…!

Así los curas han ido matando dos pájaros de una pedrada. Una, calmar sus deseos homosexuales -que no se les juzgaran sus gustos si no se vistieran de hipocresía de golpes de pecho y de abusar de seres indefensos-, y dos, hacer más homosexuales. Futuros clientes a quienes hay que decirles que regresen a los caminos del señor porque son ovejas descarriadas…. De esta forma se asegura el negocio.

Ya sé que alguien va a salir otra vez con esa frase mal comprendida de la Magdalena que siempre está a la orden del día para casos como éstos, la cual sólo ha servido para encubrir a todos los mercaderes que Cristo echó del templo de Dios. Y no sé cómo la gente ha ido cosechando la incultura de repetir lo que dicen los demás, leer menos y parafrasear la Biblia fuera de contexto, la cual se presta a todo por su ambigüedad. De todas formas me atrevo a aventarles la primera piedra, aunque esto me ponga ante el escarnio y la ignominia de los mediocres, pues yo prefiero que me llamen “pecador” “onanista” “adultero” a ser nombrado “Padre” de los pederastas y pedófilicos mundanos.


P.D. Y ya don Juan Pablo II anda pidiendo perdón predicando que le duele mucho lo que está pasando con sus nuncios en el mundo. Y es que a sus años la experiencia habla, ya presiente que el changarro -Iglesia-, con tanto mal administrador, se viene abajo. Dios te salve María… A propósito eso de Dios te salve María me suena a que todavía no hay seguridad en su salvación. Les cambio la frase por: Eres salva María… Al menos para estar seguro que alguien se salvará. :)


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