John Edwards vuelto a visitar. Un relato interesante desde la India. Gran revuelo en Australia. Noticias de los medios. ¿Una fuente de inspiración?. Una estrella mágica japonesa. El iceberg de Dick Smith. Para terminar…

John Edwards vuelto a visitar

debatiéndose…

Allá en 2000, cuando el “psíquico” John Edwards era el mimado de los medios, un editor de TV Guide me mandó una videocinta de dos horas de uno de sus programas, pidiéndome que buscara ejemplos de sus técnicas de “lectura en frío”. Este sería material para usar en un artículo que escribían sobre él. Para mí, esa era una tarea extremadamente difícil, ya que lo que realmente se emitió era, desde luego, la versión editada de cualquier sesión con la audiencia, y las sutilezas de la técnica (para no hablar de las omisiones) se pierden con facilidad en la edición. Mi contacto en TV Guide sugirió que examinara toda la cinta para buscar ejemplos que se pudieran usar. Como le dije, eso podría conducir a la búsqueda de datos, una trampa en la que han caído tantos parapsicólogos; dije que examinaría el primer episodio de la cinta y lo analizaría. Así lo hice.

Examinemos este programa, la emisión de “Crossing Over” del 19 de diciembre de 2000. Edward comenzó la sesión con una advertencia a la audiencia de que podía no cumplir con sus expectativas, una técnica que daba excusas por adelantado por lo que resultó un juego de adivinanzas muy fallidas. Recuerden, cada miembro de su audiencia, autoescogidas entre personas que desean sinceramente conectarse con el espíritu de un familiar o amigo fallecido, se sienta y espera un comentario de Edwad, una inicial, un nombre, una sugerencia, una relación o una situación que puedan relacionar de algún modo con sus vidas o con la vida del fallecido. Buscan frenéticamente esa conexión que Edward les está pidiendo todo el tiempo que hagan. He aquí los primeros 50 segundos del programa:

John Edward: La persona que se está presentando, me dicen que indique que tengo una figura de hombre que se acerca y viene con un hombre más joven. Así que tengo una figura paterna que se acerca, se acerca con una persona que está debajo de él y hay alguna clase de conexión con octubre, o el 10 de un mes que tiene algún significado, y hay la sensación de alguien que trabaja en transporte, relacionada con ómnibus o trenes, hay algo como un sentimiento de “transporte” que viene con ello, porque me muestran a alguien con una conexión con el transporte, así que no sé exactamente dónde va esto. [Señala a la audiencia.] Es como si estuviera en la parte de atrás, dos filas allá atrás. ¿Entiende esto? [Señala a un hombre de unos 70 años de edad que ha señalado su interés.]

Para aclarar un poco esa sarta de estupideces, hela de nuevo aquí, quitando las redundancias y las “sensaciones”. Tiene un cuarto de su longitud original y es mucho más clara:

Una figura masculina con un hombre más joven, una conexión entre octubre o el día 10 del mes y alguien que trabaja en transporte, relacionado con autobuses o trenes. [Señala a la audiencia.] Dos filas atrás. ¿Entiende?

Esto fue enunciado con rapidez, sin pausas, sin dar la oportunidad de negar. La pregunta “¿Entiende esto?” es una técnica de lectura en frío; por supuesto que esas palabras sencillas se comprenden, pero afirmar ese hecho puede parecer (y lo parece) que señala que la víctima acepta todos los puntos en esa serie de divagaciones, no sólo los “comprende”.

El fulano “dos filas más atrás” indicó que quería oír más:

Hombre: Sí.

JE: Bueno. ¿Su padre pasó del otro lado?

Hombre: Sí.

JE: Bueno. ¿Y hay un hombre más joven que cruzó relacionado con él, como su hijo o un hermano menor?

Hombre: Mi hijo.

JE: Bueno. Su papá y su hijo se acercan juntos. Alrededor de esto viene una conexión con una “D”, eso quiere decir que su papá es la “D”, su hijo es la “D”, o hay alguien con una conexión con “D” en torno a esto. ¿Comprende esto?

De nuevo tenemos el truco del “¿Comprende esto?”, aunque la víctima niega la conexión sugerida. Y la identificación del padre con “su hijo o un hermano menor” está mal. Resulta ser el hijo de la víctima.

Hombre: No hay “D”.

JE: Bueno, siga pensando sobre ello.

Esta es otra táctica común de la lectura en frío, en la que se le dice a la víctima que intente seguir buscando una conexión, y se insinúa que Edward volverá a la suposición y la ampliará. Y lo hace, aunque la esposa de la víctima es quien aporta la conexión, como siempre hace alguien, tratando de ayudar al estafador.

Hombre: [Interrumpe cuando su esposa le susurra] … suegra.

JE: ¿Que murió?

Hombre: [Asiente]

JE: Bueno.

Hombre: Dottie.

JE: ¡Es una “D”!

Luego, después de este manotazo de ahogado, Edward le recordó al hombre, en una revisión rápida, lo que le había dicho. Dijo que “había traído de vuelta” a su padre, y a un “hombre más joven”, además del mes de octubre, y el 10 de cualquier mes (cualquiera de los que luego sugirió al hombre que podrían señalar un nacimiento o aniversario, pero ninguno lo era) e insistió que al menos el número “10” estaba “señalando” algo o a alguien, extendiendo el campo para que ahora incluyera a “un tío carnal o político”. Aún así, no hubo conexión. Luego preguntó si la familia consistía de tres hijos, o quizá un hijo “y dos personas más”. Ambas suposiciones encontraron una mirada en blanco y una negación.

Pero recuerden, en este caso de “traer de vuelta” al padre, Edward no aportó un nombre, ni siquiera una inicial correcta, ¡aunque lo intentó! El “hombre más joven” que presentó, supuso que era el hermano del hombre o su tío, pero no lo era; era su hijo. Nótese también el ardid de la corrección instantánea que usa Edward: supuso la relación incorrecta, pero tan pronto como el hombre corrigió su suposición por él, la incorporó de inmediato diciendo “Su padre y su hijo…”. Todo ese largo intento para conectar a la industria del transporte con el hombre o con el occiso (9 segundos de un total de 20 segundos de “pescar”) también fallaron, aunque Edward, antes de dejar al hombre y seguir adelante, intentó la referencia al “transporte” una vez más, fue un fracaso total y luego fue ignorado. El mes de octubre, o el 10 de cualquier mes (¡lo que le da 42 días del año!) no encajó en ninguna parte, y Edward no encontró a nadie con un nombre con una “D” hasta que la esposa del hombre sugirió a su propia madre, quien hasta entonces ni siquiera había sido mencionada. Edward la aceptó ansiosamente como coincidencia con la suposición de la “D”.

Como lectura fue una falla resonante, pero el sujeto de toda esta adivinanza quedó reducido a sollozos y lágrimas por la experiencia y la audiencia quedó impresionada.

He aquí el total de suposiciones que se hicieron para el primer sujeto del programa “Crossing Over” del 19 de octubre de 2000. Edward intenta hacer que se identifique con estas 23 suposiciones, todas disparadas en 50 segundos, casi una cada dos segundos:

Respuesta

(1) ¿Hay una figura masculina?

(2) ¿También hay una figura más joven?

(3) ¿Es mes de octubre es significativo?

No

(4) ¿Hay significación con el día 10 de cada mes?

No

(5) ¿Hay una conexión con la industria del transporte?

No

(6) ¿Hay autobuses involucrados?

No

(7) ¿Hay trenes involucrados?

No

(8) ¿Su padre falleció?

(9) ¿El hombre más joven es su hermano?

No

(10) ¿El hombre más joven es su tío?

No

(11) ¿Hay relación con una “D”?

No

(12) ¿Su hijo es la “D”?

No

(13) ¿Su padre es la “D”?

No

(14) ¿Puede identificarse con alguna persona con “D” en su vida?

No

(15) ¿El día 10 de cualquier mes es un cumpleaños?

No

(16) ¿El día 10 de cualquier mes es un aniversario?

No

(17) ¿Hay un cumpleaños (de cualquiera) en octubre?

No

(18) ¿Hay un aniversario (de cualquiera) en octubre?

No

(19) ¿El número 10 “marca algo”? ¿Cualquier cosa?

No

(20) ¿Hay algún tío consanguíneo “conectado” con el número 10?

No

(21) ¿Hay algún tío político “conectado” con el número 10?

No

(22) ¿Su familia tiene tres hijos?

No

(23) ¿Su familia consiste en un hijo y otras dos personas?

No

3 correctos y 20 incorrectos

La suposición 1 tenía un 50% de probabilidades de acertar. Pero notes que en la forma en que Edward lleva estas sesiones también podría aplicar todas y cada una de las suposiciones a cualquier miembro de la audiencia (había unas 40 personas) que podrían decidir indicar un “acierto” para ellos por medio de un gesto. Amigos, familia, compañeros de trabajo y conocidos, vivos o muertos, todos son elegibles para coincidir con cualquier suposición. Las suposiciones 1 y 2 son aciertos definidos. Luego entra en picada.

Las suposiciones 3 y 4 le piden al sujeto que se relacione con 42 días de 365, que se conecte con todos y cada uno de los cumpleaños, aniversarios o fechas de fallecimiento… cualquier suceso, de cualquiera, ya que Edward sólo dice que “hay significado” en una de esas fechas.

Las suposiciones 5, 6 y 7 son muy amplias, involucran todas las posibilidades referidas al viaje al trabajo, las vacaciones, los accidentes, la rutina diaria, la vecindad o la ocupación, y otra vez cualquiera en la audiencia también es elegible para identificarse con esta suposición.

La suposición 8 se plantea como una pregunta, aunque Edward (y cualquier otro) está bastante seguro con esta suposición, ya que los nonagenarios son muy, muy raros.

Las suposiciones 9 y 10 son simplemente los tiros rápidos normales para intentar una correlación, que son ignorados inmediatamente por la audiencia como triviales… cuando erran. Pero no son triviales, ya que si hubieran sido correctas, hubieran ampliado el valor de esta lectura que en otros aspectos es espantosa.

Las suposiciones 11, 12, 13 y 14 son intentos en hallar una letra que pueda representar cualquier cosa. Una persona (viva o muerta), amigos, familia, conocidos, un nombre o apellido o inicial, una ciudad o pueblo, una compañía, un título, un objeto, cualquier cosa sería válida. Pero Edward falla. ¡Es sorprendente que le respondan “no” a la pregunta nº 14!

Las suposiciones 15, 16, 17 y 18 ofrecen posibilidades muy amplias. De todas las personas que conoce este hombre, es inevitable que una o más de ellas tengan que tener algo que pueda ser identificado con una de esas suposiciones. Pero a la víctima no se le ocurre ninguna.

La suposición 19 también es muy amplia por las mismas razones. El número 10 debe estar relacionado con “algo”… los números 20 y 21 son intentos desesperados que simplemente fracasan.

Las suposiciones 22 y 23 son dos intentos más con la esperanza de salvar este fiasco, pero fallaron. Cuando le niegan el nº 22, Edward lo modifica para un alcance mayor en el nº 23 (nota: como también hace con las suposiciones 20 y 21) pero aún así falla. Dice:

No sé si este es su hijo… o es uno de tres, o hay tres personas en la familia, donde hay dos de ellos y uno más.

Esto podría haber sido un “acierto” de varias formas, si (1) hubiera habido alguna vez tres personas, (2) si ahora hubiera tres personas o (3) si alguna vez hubo dos personas y una de ellas murió o simplemente se mudó y (4) podría aplicarse a cualquier otra persona distinta del hijo. la afirmación prsenta muchos escenarios posibles para que el sujeto elija. Todos fallan. Nótese, también, el truco del “no sé si…”, que es bastante cierto, ¡porque no lo sabe! Esta forma de discurso también invita a una respuesta de la víctima, una pista que indica que hay que hacer una elección, una corrección o una aclaración para que la afirmación “calce”.

En este punto, Edward se rinde y cambia rápidamente a otro tema.

Lo que me impactó de esta lectura fue que al concluir, la víctima sonreía entre lágrimas evidentemente satisfecha, agradeciendo a edward por las revelaciones recibidas. Fueron sólo 3 de 23 suposiciones que resultaron ser correctas y ninguna fue muy impresionante; aún así, este nombre no se desconcertó ni desilusionó en lo más mínimo. ¿Cómo puede fallar Edward alguna vez, cuando tiene semejantes víctimas de las que alimentarse?

Un relato interesante desde la India

Sanal Edamaraku, de la india, es el presidente de Rationalist International, y edita la publicación internacional de esta organización, que se publica en inglés, francés, alemán, español y finés. También es un investigador reconocido de las afirmaciones milagrosas y lo paranormal y ha expuesto a cientos de “hombres divinos” y charlatanes. Vean http://www.rationalistinternational.net para más detalles.

Este es un artículo del señor Edamaruku sobre la falsa creencia de la reencarnación, un tema que es muy prevalente en la población (de más de mil millones, en este momento) del continente indio.

La creencia en la reencarnación está profundamente extendida en la India. Está inspirada por las creencias religiosas hindúes y la alimenta el deseo de que exista alguna ruta de escape de las realidades de las presiones sociales en dirección a otra vida mejor. Las historias del renacimiento capturan la imaginación de la gente y se vuelven populares con rapidez, especialmente entre la gente pobre de la India rural.

En cooperación con Star TV, uno de los canales más grandes en lenguaje hindi con alcance nacional, tuve la oportunidad de desenmascarar dos casos de reencarnación en unas pocas semanas, alentando y permitiéndole a millones de televidentes en toda la India confrontar esta superstición con la realidad, donde sea que la hallen.

En un programa en vivo el 30 de marzo de 2006, Star TV presentó un caso de reencarnación en el poblado de Bagpat en el estado de Naryana, al norte de la India. Los habitantes se apiñaban en un patio en el que uno de ellos, un hombre de unos treinta años, presentaba a su hijo de cuatro años ante las cámaras de TV. Hacía algunos meses, dijo, el niño mostró miedo al ver un tractor. Extrañamiente, pronto empezó a insistir con que su nombre era Pavithra, el nombre de un conocido granjero en un poblado vecino al que unos asaltantes habían matado hacía cinco años. Le habían disparado cuando conducía su tractor. La bala le dio en el cuello y murió allí mismo.

Para probar que su hijo era la reencarnación de Pavithra, el padre sostuvo al hijo hacia las cámaras y le preguntó repetidamente: “¿Cómo te llamas? ¿Cómo se llama tu padre, tu tía?” y “¿Dónde te hirió la bala?”. El chico respondió de acuerdo con la historia de su padre. Sin vacilación, dijo que su nombre era Pavithra y que los nombres de sus parientes eeran los de Pavithra. Cuando se le preguntó por la bala, señaló su propio cuello: “¡aquí!”. Los habitantes del poblado quedaron impresionados y completamente convencidos de que el niño era la reencarnación de Pavithra. Y también lo estaba la familia del muerto, que yha había llevado al niño a su casa y pensaba en adoptarlo.

Señalé algunas fallas y discrepancias en el caso. Las fechas de la muerte de Pavithra y del nacimiento del niño, por ejemplo, no coincidían. Había un hueco de dos años entre las dos, en las que el “alma” no hubiera tenido cuerpo. Lo más inquietante, sin embargo, era que las respuestas del niño obviamente habían sido ensayadas. Luego de reaccionar varias veces de forma “correcta” a esta secuencia incambiada de cinco preguntas del padre, el periodista hizo las mismas preguntas en un orden distinto, y el niño repitió su grupo monótono de respuestas como un loro: “¿Cuál es el nombre de tu padre?” “¡Aquí!” (Señaló su propio cuello.) Lo extraño es que a nadie le inquietó este hecho antes de hacerlo notar.

Dado que todos habían hablado de lo ocurrido al granjero hacía unos años, tampoco había nada especial o incluso milagroso en que un niño conociera los nombres y los detalles. Las afirmaciones de reencarnación normalmente empiezan como la fantasía de un niño a cierta edad, cuando no se distingue entre sueño y realidad, expliqué. Repitiendo sus fantasías una y otra vez, los niños suelen crecer y modificarlas de acuerdo con las reacciones de su entorno para transformarlas en historias perfectas y se convencen de que son realidad. En este caso, la fantasía obviamente la conducía el padre del niño, quien se convirtió en el operador de la afirmación.

Lo interesante es que casi todas las historias de reencarnación son (a sabiendas o no) apropiadas para servir al ascenso social. Siempre es un niño de una familia pobre el que afirma (apoyado en su mayor parte por sus padres y los que le desean el bien) ser un miembro renacido de una familia comparativamente más rica, nunca al revés. Eso explica por qué tales historias se resisten a desaparecer. Presentan beneficios a todos los participantes. Para el niño y sus padres, la historia es un boleto hacia un futuro mejor; la otra familia halla consuelo en la idea de que su desdichado familiar supuestamente ha regresado en forma de un niño. Y la audiencia encuentra consuelo en la creencia de que podría haber una vida mejor esperándolos luego de la muerte.

Sí, y este relato explica por qué tales historias se aceptan y luego se amplifican y finalmente quedan establecidas como hechos. La gente está tan dispuesta (incluso deseosa) de aceptar tales ideas que lo hacen sin pensarlo dos veces. Además, el hecho de que tales historias apoyen y refuercen sus creencias culturales no puede ignorarse.

Le agradecemos al señor Edamaruku por su contribución a esta columna y esperamos saber más de él.

Gran revuelo en Australia

Hace poco leímos que un oficial superior de la Policía Federal Australiana [PFA] fue suspendido por consultar a una “clarividente” por una amenaza de asesinar al primer ministro John Howard. El problema básico no fue que la acción fuera una estupidez, sino que el oficial reveló información clasificada sobre el Sr. Howard y la amenaza de muerte. No es para sorprenderse. Estos artistas de la estafa siempre le dicen a sus potenciales víctimas que deben compartir todos los datos con ellos para “guiar” sus esfuerzos mágicos hacia una solución. ¡Obvio!

El oficial de la PFA se dirigió a una psíquica de pueblito a la que conocía en lo personal, Elizabeth Walker, una “médium” escocesa ubicada en el pueblo de Cooma en las Montañas Nevadas, que lee “auras” y “energías de vidas pasadas”. Cuando se le preguntó por su reacción ante el revuelo, dijo: “No puedo hacer comentarios porque en mi profesión la confidencialidad del cliente es fundamental. Yo no divulgo nada de lo que hago. He trabajado con montones de gente. Trabajé con políticos, famosos, pero no hablo de quién vino”. O simplemente “quién fue estafado”…

Es un alivio que una declaración oficial de la PFA fuera que “La PFA […] no admite el uso de psíquicos en cuestiones de seguridad”. El vocero de la PFA para la seguridad nacional dijo que le preocuparía hondamente si la PFA estuviera usando clarividentes. Dijo: “Creo que, quizá, este muchacho ha mirado más programas detectivescos estadounidenses de lo que sería conveniente”. ¡Un momento, señor! He visto algunas producciones televisivas australianas que complacen a los amantes de lo mágico, y los programas estadounidenses se importan con entusiasmo a las costas de ustedes porque en su continente tambiuén hay apetito por el disparate.

Por supuesto, lo que empeora las cosas, como podrán imaginarse, ¡es que la señora Walker ni siquiera está registrada en la base de clarividentes que mantiene la Asociación Australiana de Psíquicos! Bueno, ahora que lo pienso, eso no ayudaría en lo más mínimo…

El principal partido de la oposición en el parlamento se hizo una fiesta con esta escena. El vocero de seguridad del Partido Laborista, Arch Bevis, comentó: “Esto lo hace preguntarse a uno […] si la selección de reclutas es tan cuidadosa como debería ser y si los funcionarios son capacitados adecuadamente […]. El gobierno ahora debe investigar cómo este guión de película de clase B pudo haberse interpretado en la vida real”.

En los EE.UU. debemos admitir que hemos contribuido con esta locura y quizá hemos servido como un modelo deficiente para otros gobiernos. Los Estados Unidos trabajaron con “psíquicos” durante la Guerra Fría (el Proyecto Stargate) para espiar a la Unión Soviética pero abandonaron el programa luego de dedicar USD 20.000.000 y diez años de sentarse a garabatear en libretas intentando obtener algo útil.

Nuestro buen amigo Barry Williams, de Australian Skeptics, dijo que “se preocuparía mucho” de estar en el lugar de John Howard. “Sé que la seguridad y la recopilación de inteligencia puede ser un trabajo muy difícil en ocasiones”, dijo. “Pero si las facultades críticas de uno están intactas y va a ver a un psíuquico para pedirle ayuda en algo así, entonces creo que debería buscarse otro trabajo”. Como de costumbre, Barry es sucinto y concreto.

Noticias de los medios

Bolton el “escéptico”

Si alguna vez dudaron de que la gente de los medios que en otros temas son responsables pueden doblegarse (y lo hacen) ante el gusto del público por los milagros, hagan clic en http://news.bbc.co.uk/1/hi/magazine/4902332.stm [en inglés] y vean cómo se hace. Me resulta increíble que una persona que en otros aspectos es responsable pueda distorsionar la realidad deliberadamente para ajustarse al nivel de comodidad propio y de sus lectores.

Un examen simple del registro de las “curaciones” de Lourdes muestra que el fenómeno no existe, pero aún así el tal Roger Bolton (¡que se hace llamar escéptico!) encuentra milagros en este sórdido pueblito donde la gente desesperada bebe agua en estado dudoso y se rebajan en respuesta a una leyenda que no tiene confirmación ni afirmación.

Ya que hablamos del tema, debo contarles que el Canal 4 del Reino Unido hace poco transmitió un programa en dos partes con Richard Dawkins que superó todas las expectativas. Los primeros dos episodios de la serie “La raíz de todo mal” se titulan “El virus de la fe” y “La ilusión de Dios”. Presenté un DVD con los programas a varios grupos de personas, y los comentarios que siguieron fueron entusiastas. Richard “da en el clavo” en cada escena, expresándose con elocuencia y en forma directa. La edición y el contenido son impecables. La cámara muestra claramente la ira apenas contenida de Richard mientras lo tratan de forma condescendiente un evangelista estadounidense y un judío estadounidense convertido en musulmán fundamentalista que afirma claramente que quiere que el Islam se apodere del mundo civilizado. Estas personas realmente son temibles y Richard los muestran como son: activistas fanáticos que nunca se apartarán de sus ilusiones. Este es un ataque fuerte a la sinrazón y la creencia ciega, un golpe a favor de la racionalidad, que nunca veremos aparecer en la televisión estadounidense simplemente porque podría (con seguridad) ofender a la gente que vive en un mundo imaginario y compra productos que les venden auspiciantes cuidadosamente “correctos”.

¿Una fuente de inspiración?

¡Cómeme!

Saben, me dicen que Gary Schwartz (lean el primer artículo de la semana pasada en http://www.randi.org/jr/2006-04/041406schwartz.html#i1 {vertraduccion;randi20060414.html}) puede haber estado aceptando una noción del fundador de la Cienciología, L. Ron Hubbard, quien creó el escenario infantil del “pulpo azul” para su religión. Hubbard era un autor de ciencia ficción; Schwartz no lo es, hablando estrictamente. Sin embargo, puede haber tomado su colorida noción de la “memoria celular” de Hubbard, quien en 1938 aprovechó una noción que había iniciado en 1930: que la memoria podría ser transferida del cuerpo consumida de una víctima a su consumidor. Se realizó toda clase de investigación espuria con formas de vida simples como los platelmintos, un fílum de invertebrados sencillos de cuerpo blando. A un gusano se le “enseña” a evitar un estímulo desagradable; cuando a ese gusano entrenado se lo maceraba en una licuadora y se daba de comer la pasta a otros gusanos, el temor al estímulo (afirmaban) se transmitía. La noción fue desacreditada, pero nada es demasiado ridículo para Gary Schwartz.

¿No es grande la ciencia?

Una estrella mágica japonesa

Para ver lo que parece ser magia de verdad sin tener que dejar su teclado, vaya a http://www.youtube.com/watch?v=dNcAqDADb-g&search=cyril y asómbrese con el mago japonés Cyril Takayama. Este es sólo un recordatorio de que a uno puede engañarlo alguien que admite que “es todo un truco”. ¡Y no, no hablaremos de cómo lo hizo Cyril!

El iceberg de Dick Smith

Varios lectores de Australia me han asegurado que la historia del “iceberg remolcado” que publiqué la semana pasada era sólo una broma del día de los inocentes [1] del incontenible Dick Smith, no otra de sus chifladas hazañas. Al comprobarlo, descubrí que era cierto. Mea culpa. La vida de Smith está tan llena de eventos fabulosos y logros maravillosos que podemos resignarnos a que éste no exista. Sólo puedo esperar a la siguiente maravilla que realice… ¡y no debe de estar muy lejos!

Para terminar…

Sigo haciendo progresos graduales en mi recuperación, asisto a sesiones de rehabilitación tres veces por semana en el excelente Centro Médico Broward. Hemos recomanzado varias de las funciones de la JREF y he podido recibir invitados sin asustarlos… La mayoría de mis caminatas ahora las hago sin bastón. Me atengo a las reglas de la dieta (si tiene gusto a papel, es seguro comerlo) y mi insomnio está ya bien controlado sin drogas. ¡Aleluya!

Los quiero a todos…

(Firma de James Randi)

Notas



Traducción autorizada. Artículo original propiedad de Fundación Educacional James Randi. Se prohibe su reproducción con fines comerciales.

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