Investigación. Las células poseen un mecanismo que les ofrece la posibilidad de autoeliminarse si son infectadas, sin embargo, condiciones como el cáncer, han buscado la forma de evitar este suicidio; ahora un nuevo estudio descubre otra puerta por donde ganar la batalla.
Durante conversaciones sobre el cáncer que sostuve con varios investigadores en el centro de Pfizer en San Diego, California, dos hechos saltaron a la vista. Primero, es impresionante el conocimiento que poseen estos investigadores sobre la letal enfermedad y, segundo, es igual de asombroso lo poco que se puede hacer al respecto. Las células cancerígenas son inmortales. Se replican, secuestran y navegan por el organismo infectado como perro por su casa, por así decirlo. La medicina moderna tiene algunas armas para contrarrestar tumores primarios, sin embargo, casi siempre se pierde la batalla contra la metástasis. Más aún, si no descubrimos la enfermedad a tiempo, la prognosis suele ser mucho peor.
En San Diego, el oncólogo colombiano, Ricardo Ramírez, científico principal de cáncer, conoce perfectamente a este villano pero Ramírez explicó para El Caribe que esta mutación celular es capaz de desactivar hasta la apoptosis, que es un mecanismo que poseen las células para autoeliminarse, muchos les llaman suicidio celular, si algún virus o enfermedad se apodera de ellas. Pero el cáncer no lo permite y continúa reproduciéndose sin problemas.
Ahora, un nuevo estudio en el Instituto de Max Planck ha descubierto otra entrada en las células que podría ser explotada para acabar con tumores cancerígenos y otros problemas.
“La gente no tiene idea de las batallas que se luchan en sus cuerpos diariamente. Los organismos vivos son atacados constantemente por patógenos, de hecho, el cáncer, como mutaciones celulares, se presenta frecuentemente pero nuestro sistema de defensa acaba con él la mayoría de las veces. Las células tienen una forma de especial de eliminar los elementos que han sido infectados con algo, lo que pasa es que muchas veces las enfermedades también aprenden a defenderse mejor”, explican los investigadores en el diario del instituto alemán.
Ciertamente, una guerra está ocurriendo en su cuerpo ahora mismo, por cada litro de sangre bombeada, unas cinco mil millones de células blancas salen a patrullar en busca de patógenos, otro grupo de células más especializadas, como las conocidas T o asesinas, se encargan de intentar reparar o eliminar esas células que ya han sido infectadas por virus u otras enfermedades. Es aquí donde entran las granzimas, un arma celular que se utiliza para activar el suicidio celular y eliminar así la célula enferma. Hasta el día de hoy, los científicos no habían descubierto el portal por donde entran estas granzimas a las células. Ahora, han logrado observarlo y el interés es usarlo para destruir las células infectadas con cualquier tipo de enfermedad.
Unos poros en la superficie
Las granzimas son moléculas diminutas cuyo trabajo es relativamente simple. Una vez dentro de la célula, estas moléculas tienen que activar el sistema de apoptosis celular, un programa de emergencia que erradica la célula completa con el propósito de eliminar el virus o el patógeno que la ha infectado y proteger a las demás a su alrededor. “Existen dos vías para introducir a las granzimas dentro de la célula. Pero en veinte años de trabajo con este tipo de investigación, no habíamos dado con el lugar por donde las células asesinas logran introducir la cantidad letal de granzimas que logre eliminar la célula. Ahora sabemos que existen unos pequeños poros en la superficie celular que abren sus puertas durante unos breves momentos para que las granzimas entren. Conocer este detalle nos brinda una posibilidad de acción contra el cáncer”, explicó Florian Kurschus.
Granzimas modificadas
Para encontrar estos portales celulares, los científicos produjeron granzimas artificiales. “Las modificamos para que no pudieran adherirse a las membranas y usar ese portal para entrar. Entonces notamos los poros, agujeros en la superficie celular, lo suficientemente grande como para dejar pasar una dosis letal de granzimas antes de que cierren sus puertas otra vez”, explicó Dierter Jenne, otro de los investigadores. El descubrimiento de estos poros puede tener enormes consecuencias en la lucha contra enfermedades contra el cáncer. “No sólo hemos logrado responder una pregunta que hace mucho nos hacíamos, sino que ahora conocemos esos portales por donde podemos entrar directamente cargas letales de granzimas para que detenga el deterioro celular mediante la apoptosis. Además, estas granzimas no dañan células sanas porque sólo pueden entrar en ellas a través de los poros, no por las membranas”, dijo Kurschus.
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