Un gen para el dormilón y otro para el madrugador

¿Es usted un gallo o un murciélago? ¿Qué tan difícil se le hace despertarse en las mañanas o dormirse en las noches? Estas preguntas y otras más protagonizaron un nuevo experimento genético para detectar marcadores biológicos en características personales. Esta no es la primera vez que los genetistas y otros científicos han intentado explicar las causas de algunos comportamientos a través de los genes. Anteriormente, un equipo de científicos descubrió un marcador genético que distinguía a un grupo particular de personas, con un peculiar síndrome del sueño, de las demás personas.

Los estudios elaborados hasta el momento apuntan hacia un grupo de genes que tienen el control del reloj biológico o circadiano que todos llevamos dentro. Este reloj se encarga de operar el tiempo interno que marca nuestro organismo, de esta forma nos dormimos a una hora más o menos regular para todos y nos despertamos en las mañanas. Sin embargo, no todas las personas logran mantener este reloj funcionando apropiadamente y, según los estudios, el malfuncionamiento tiene que ver con mutaciones de ciertos genes en el área.

El año pasado, la mutación de un gen denominado hPer2, implicado en el control del mencionado reloj fue descubierta en personas que sufren de una extraña enfermedad del sueño. Estos jóvenes sufren de una condición conocida en personas ancianas que se duermen a las siete de la noche y están despiertos temprano en la madrugada. Los investigadores descubrieron que este marcador genético muchas veces se presenta mutado en los jóvenes que padecen de esta condición. Estudios como éstos han originado otros experimentos relacionados con la manipulación del reloj biológico. Esta semana, el diario científico de la Academia Americana de Medician del Sueño y de la Sociedad para la Investigación del Sueño, “Sleep”, ha publicado otro estudio sobre las preferencias individuales del sueño. Científicos en la Universidad de Surrey en Gran Bretaña, junto con el Museo de Ciencias de Londres, investigaron ciertas cualidades relacionadas con el genoma de cada cual.

Tomamos muestras de 500 personas que visitaron el Museo e investigamos sus genomas. Junto a las muestras también repartimos unos cuestionarios con preguntas específicas sobre los hábitos de sueño de todas estas personas. Le preguntamos a qué hora preferían ejercitarse y cuán dificultoso les era despertarse por las mañanas. Una vez revisamos sus genomas, específicamente los genes que nos interesaban comparábamos estos resultados con las respuestas en los cuestionarios”, explicó el director del estudio Simon Archer.

Los científicos descubrieron un gen que cambiaba de acuerdo con las diferentes respuestas en los cuestionarios. Los investigadores lo han denominado Period 3 y se presenta en dos versiones, una corta y una larga.

Las personas que presentan la versión larga del gen son por lo general mañaneras. Personas que se levantan temprano a producir y prefieren las mañanas para trabajar. Por el contrario, los individuos con versiones cortas de este gen prefieren pasarse toda la noche despiertos, producir en las noches y dormir en las mañanas”, aseguró Archer para la BBC.

Los investigadores advirtieron que los resultados no deben interpretarse de una manera simple. “Tu preferencia por el día o la noche es obviamente una conducta compleja que no es dictada por el tamaño de un solo gen. Es en realidad una combinación de genes que interactúan juntos para formar el reloj biológico de tu cuerpo. También debemos tener en cuenta la influencia que ejerce el estilo de vida que decidimos seguir. Muchas veces, si así lo deseamos o lo necesitamos, podemos silenciar lo que dictan nuestros genes y acostumbrar a nuestros cuerpos a otros horarios”.

De todas formas, los genes y los químicos que ellos producen, ejercen una influencia notable en la conducta humana. Cada vez se hace más necesario el estudio del genoma ya que se ha descubierto allí las influencias básicas del comportamiento del Homo sapiens. Muchas personas que tienen las versiones cortas del gen Period 3 ahora saben que su condición de dormilón y de odiar las mañanas no está dictada solamente por su personalidad sino que la biología fue la primera en disponer esta cualidad en el individuo. Muchas cualidades personales son en realidad marcadores genéticos que nos hacen como somos.

El genoma de los sonámbulos

Una de las condiciones más difíciles de tratar dentro de la medicina del sueño es el sonambulismo. El 21 de abril de 2002 74 pacientes en la Universidad del Hospital de Bern en Suiza fueron sujetos en un estudio longitudinal que duró 30 años. Los investigadores identificaron una forma peculiar de genes, dentro de una región que contiene a más o menos cien de estas unidades, dentro de las cuales existen unos que pueden estar directamente ligados con el sonambulismo.

Cuando las personas duermen y entran en el estado de sueño conocido como REM (movimiento rápido de los ojos) existe un estado de parálisis en el sistema motor que nos impide que nos movamos y actuemos nuestros sueños.

Lo que ocurre con los sonámbulos es que este sistema de parálisis no se activa y entonces se mueven como si estuvieran despiertos lo que causa un sinnúmero de accidentes y daños a estos pacientes”, explicó Chris Idzikowski. “Esperamos que el conocimiento de estos marcadores genéticos nos permitan tratar la condición de forma más minuciosa”.


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