Microbiología. Expertos en bacterias microscópicas y otros bichos diminutos, se dieron cita en la ciudad de Harrogate, Inglaterra, para presentar las más recientes investigaciones sobre la vida de estos organismos unicelulares.
En el mundo de las bacterias, las decisiones son simples. Estos organismos unicelulares no poseen un sistema nervioso ni un cerebro, por lo tanto, las opciones que tienen en la vida son bastante escuetas: o te mueves o creas tu ambiente, así de rápido y de sencillo.
Sin embargo, los científicos se preguntan cómo lo hacen, precisamente porque no poseen un sistema neuronal que le permite realizar decisiones, por más simples que sean. De hecho, es posible que tomemos disposiciones sencillas en nuestro diario vivir, pero nunca llegaremos a la simpleza básica de la vida bacteriana.
Y antes de explicar mejor la ciencia detrás de las decisiones de estas plagas microscópicas, es preciso comprender un poco por qué es tan importante, aunque los principales motivos que encabezan la lista son realmente obvios. Todos conocemos la importancia de los antibióticos, sin el desarrollo de esta milicia antibacteriana, estaríamos a la merced, completamente, de estos organismos que, definitivamente, están preparados para matar. Más aún, la erradicación de las bacterias no ha tomado por un camino inesperado donde al final nos espera la evolución de las súper bacterias, que han aprendido formas bastante sofisticadas, para un organismo unicelular, de desarrollar organismos que no reaccionan negativamente a nuestros medicamentos. Así, mientras pensamos eliminar todas las bacterias de nuestra cocina, realmente les estamos enseñando a convertirse en seres mucho más fuertes a los que ya no podremos combatir.
No obstante, no todas las bacterias son malas. Muchas colonias nos ayudan a sobrevivir y la ciencia del medio ambiente aprende ahora a utilizar algunas para limpiar los desastres provocados por los humanos, como los derrames de aceite y petróleo en los océanos del planeta.
Son sólo algunos de los ejemplos más importantes que justifican el estudio de las bacterias. Si científicos en los laboratorios no se hubiesen ocupado de entender a estos microscópicos bichos, hoy sucumbiríamos a la más leve infección.
Durante la reunión anual de este año de la Sociedad de Microbiología General, celebrada en la ciudad de Harrogate, en el Reino Unido, decenas de expertos en el tema se dieron cita con el fin de presentar las últimas investigaciones en bacteriología y en la lucha humana contra otros bichos. Ciertamente, las especies sobre el planeta tenemos que combatir fuerzas diminutas tan destructivas, y a veces hasta más, como los huracanes y otros desastres naturales.
La pregunta del investigador
La pregunta que se hacía la microbióloga Nicola Stanley-Wall tenía que ver con la toma de decisión de una bacteria individual dentro de una colonia. Stanley-Wall explicó su experimento, realizado en la Universidad de Dundee, en la prestigiosa conferencia de Fleming, el más conocido bacteriólogo en el mundo y a quien le debemos el desarrollo de los antibióticos salvavidas. La experta se cuestionaba cómo una bacteria dentro de una comunidad compleja, conocida como biopelícula o biofilme (en inglés se le conoce como biofilm) membrana fina que producen las bacterias y convierten en su “hogar”, se decide entre actividades por hacer. “La pregunta se basa en el mecanismo que utiliza una bacteria individual para resolver entre dos tipos de acción: ya sea moverse o producir la pega que conforma la telilla que habitan. Es importante conocer cómo es que forman esta película ya que son a menudo la base de infecciones crónicas y de procesos de remedios biológicos”.
Una cuestión de genes
La pregunta no es, ¿por qué la bacteria cruzó la calle?, más bien, se intenta averiguar cómo decidió cruzarla en vez de permanecer estática produciendo más membrana donde vivir. La respuesta, en un organismo sin nervios ni cerebros, debe estar, por supuesto, en los genes y las proteínas. “Es importante conocer cómo toman esta decisión para así poder manipularlas y trabajar en estrategias alternativas para producir tratamientos relacionados con infecciones producidas por estas telillas biológicas. También es posible que encontremos una forma de mejorar las tecnologías existentes en el tratamiento de las plantas de aguas y de las células de combustible basado en microbios”, explicó la microbióloga durante la conferencia. La responsable parece ser la proteína DegU que le permite a la bacteria tomar una decisión de acuerdo a los requerimientos del medio en que se mueve.
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