La regresión y el estancamiento en el diagnóstico autista

Medicina. Patrones y señales específicos en niños autistas pueden pronosticar el grado de severidad que tendrá la enfermedad en el futuro.

Para el autismo hay diversos tipos de diagnóstico; grados, por así decirlo, que reflejan su severidad. De hecho, otras enfermedades del desarrollo mental, como el Asperger, eran reconocidas como un tipo de autismo pero en grados tan leves que han sido ubicadas en sus propias categorías pues, por lo general, permiten que los pacientes puedan llevar una vida medianamente normal.

Ahora, tres elementos han sido tomados en cuenta y analizados para el diagnóstico del niño autista, estos patrones pronostican el futuro que tomará la enfermedad en el paciente, desde alcanzar una fase de estancamiento hasta un diagnóstico de regresión.

En una reciente publicación de un equipo de científicos del Instituto Kennedy Krieger, los resultados de un enorme estudio muestran que conocer cuándo y cómo aparecen los síntomas del autismo en los primeros años de vida tiene implicaciones vitales en el desarrollo, el diagnóstico y la educación del niño autista.

Los resultados provienen de datos acumulados por la red interactiva de autistas en Estados Unidos, el proyecto sobre autismo más grande en este país, y los investigadores aseguran que tres patrones básicos pueden predecir la severidad que tomarán los síntomas años después.

“Tenemos la regresión, que se trata de la pérdida, antes de los 36 meses de edad, de habilidades tanto sociales, comunicativas como cognitivas que habían sido adquiridas previamente. El segundo patrón es el ‘plateau’ o estancamiento, donde el niño presenta un desarrollo exiguo hasta arribar a un gradual o abrupto atasco que restringe el progreso de sus habilidades y, por último, el tercer patrón tiene que ver con estos dos porque son los pacientes que no presentan ni pérdida ni estancamiento, sólo los síntomas tempranos del autismo”, explicó el doctor Paul Law, director de la Red Interactiva de Autismo y autor de la publicación en Kennedy Krieger.

Hay todavía mucha controversia alrededor del autismo. Suele suceder en la ciencia, cuando no se conocen claramente los orígenes y mecanismos de enfermedades y fenómenos, personas sin conocimiento especializado al respecto emiten opiniones que no están basadas en evidencias y que complican más el estudio y la educación sobre las verdaderas señales, tratamientos y diagnósticos sobre ellos. El papel de la regresión es uno de estos elementos controvertidos debido a las diferencias en los resultados obtenidos de estudios separados. Pero, al parecer, esta publicación podría dar por sentado el papel de la regresión y el estancamiento en el paciente niño con relación a la severidad del autismo en su futuro.

El papel de la regresión

De acuerdo con el estudio, los niños que experimentan señales de regresión suelen tener un aumento mucho mayor en la severidad de los síntomas. De hecho, los hijos de padres que reportaron regresión grave fueron los que presentaron los peores síntomas después. Por otro lado, los hijos de los padres que hablaron de estancamiento o “plateau”, que ocurre, dicen los médicos, alrededor del segundo año, tienden a recibir diagnósticos de desorden autista y no de asperger, por ejemplo. En conclusión, son los niños que no presentan ni regresión ni estancamiento los que reciben el mejor diagnóstico en términos de desarrollo.

“Los niños que se estancan o pasan por una etapa de regresión tienen una manifestación tardía del autismo pero también más severa en su desarrollo futuro”, dijo Law. “Los niños que tienden a estancarse en su desarrollo son los que menos han sido estudiados hasta el momento y estos hallazgos representan implicaciones importantes para aquellas personas que están diseñando evaluaciones clínicas sobre el autismo”.

La red interactiva de autismo en línea

Para este estudio se utilizaron 2,720 padres a través de la Red Interactiva de Autismo (http://www.ianproject.org/). Los datos brindaron a los investigadores detalles específicos de cada niño, desde cuándo dijo sus primeras palabras, la primera frase y cuándo comenzó a caminar, entre muchos otros, además de las señales indicativas de autismo y la severidad de cada una. Estudios anteriores habían llegado a conclusiones diversas sobre los niños que presentan regresión y estancamiento pero al examinar estas discrepancias los científicos se dieron cuenta de que el 35% de los padres se daba cuenta de que algo andaban mal mucho antes de que sus hijos mostraran los primeros síntomas de autismo.

“Los padres suelen tener buenos instintos cuando se trata de sus hijos”, asegura la doctora Rebecca Landa, coautora de la publicación y directora del Centro para Autismo y Desórdenes Relacionados en Kennedy Krieger. “Si los padres están preocupados no deberían tener que esperar para ver a un profesional en el área ya que ahora sabemos que mientras más pronto diagnostiques qué tipo de autismo padece tu hijo mejor serán los resultados en el desarrollo después ya que las terapias pueden ser más específicas, si sabemos qué rutas tomará la enfermedad”.


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