Neurología. Un equipo de científicos en el Instituto de Tecnología de Massachussets ha observado la actividad de unas células nerviosas, por mucho tiempo consideradas extrañas debido al desconocimiento sobre sus funciones, que al parecer podrían estar relacionadas con el autismo y la esquizofrenia
Los astrocitos tienen forma de estrella y fueron descubiertos hace casi un siglo, sin embargo, sólo ahora los neurocientíficos comienzan a entender su función. Por ello, muchos han considerado estas neuronas como “extrañas”. Pero la extrañeza que las destacó por tanto tiempo comienza a llegar a su fin. Como siempre, la tecnología, nuevas ideas junto a pasadas experiencias convergen para salvar el día.
Los astrocitos, nombradas por su torcido parecido a un “astro” o estrella, han tomado ahora un papel protagónico en el trascendental mecanismo cerebral. De acuerdo con científicos en el Instituto de Tecnología de Massachussets (MIT), estas células tienen una función capital en la comunicación entre neuronas ya que producen señales hacia la sangre para que transporte los combustibles esenciales para la comunicación cerebral: glucosa y oxígeno.
“Pensábamos que eran actores secundarios en el mecanismo del cerebro pero no es así, los astrocitos poseen una función significativa en la red neuronal, de hecho, se encuentran entre los principales jugadores”, explicó uno de los autores del estudio y el jefe del Departamento del Cerebro y Ciencias Cognitivas en MIT, Mriganka Sur.
Sur explicó para el diario Science, donde fueron publicados los resultados del estudio, que el equipo pudo observar los astrocitos en acción en los cerebros de varios hurones, animales que fueron usados para el experimento.
“Por el momento, pensamos que los astrocitos, que son tan numerosos en el cerebro como las neuronas, tienen el importante papel de controlar la duración y la fortaleza de la comunicación entre las neuronas. Consecuentemente, si los astrocitos fallan también lo harán las conexiones entre las células nerviosas lo que puede provocar, a su vez, un sinnúmero de desórdenes neurológicos”, explicó el neurocientífico en la revista Scientific American.
De hecho, algunos neurólogos que han estado involucrados en estudios sobre los astrocitos piensan que los daños en estas células pueden provocar condiciones como el autismo y la esquizofrenia.
Una gran cantidad de los genes que han sido relacionados con estas condiciones cerebrales están probablemente activos en los astrocitos. Por ello pensamos que los astrocitos juegan un papel enorme en la causa de muchos desórdenes neuronales”, explicó Sur.
Estas “extrañas” células una vez olvidadas, podrían tomar el rol protagónico de la neurología del presente y el futuro. Si subsiguientes estudios confirman que los astrocitos, y la actividad de ciertos genes en ellos, están relacionados con condiciones tan alarmantes como ciertas formas de autismo y la esquizofrenia, entonces los científicos estarán prestando mucha atención a estas estrellas cerebrales. Glenys Álvarez
En la resonancia magnética
El equipo de MIT utilizó, para la observación de los astrocitos, una tecnología de punta conocida como “microscopio de dos fotones”. Sur y sus colegas visualizaron la actividad de la astroglía en la corteza visual de los hurones en el experimento. Esta región, como lo indica su nombre, es responsable de la visión. “Observamos cómo los astrocitos se activaban en esta área y enseguida el flujo de sangre aumentaba en las células nerviosas, sólo segundos después que las neuronas habían disparados señales de comunicación hacia otras neuronas”, explicó Sur. El neurocientífico también apuntó que el estudio de los astrocitos puede ayudar a descubrir regiones afectadas por derrames a través del uso de la resonancia magnética funcional que permite ver el flujo de sangre en el cerebro. “Cuando bloqueamos la actividad de los astrocitos, no observábamos ningún aumento de flujo sanguíneo en el cerebro lo que vincula su actividad con los resultados del fMRI, esto indica que cualquier observación o trabajo con la resonancia tendrá que ver con la actividad de la astroglía”.
Otros papeles fundamentales
Los astrocitos, también conocidos como astroglía, han sido, además, clasificados en dos tipos: astrocitos fibrosos que se asocian de preferencia a las fibras nerviosas de la sustancia blanca, y astrocitos protoplasmáticos asociados a los pericariones, dendritas y terminaciones axónicas en la sustancia gris. Trabajos anteriores han vinculado la acción de la astroglía en la memoria, en la degeneración que se observa en los cerebros de pacientes con Alzheimer y hasta en la regeneración neuronal. Los astrocitos, dentro de las células conocidas como neuroglía, son más numerosos en el Sistema Central y poseen papeles activos en la fisiología cerebral, respondiendo a los neurotransmisores y modulando la excitabilidad neuronal y la función sináptica.
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