Jóvenes colombianos opinan sobre la importancia del pensamiento escéptico

El escepticismo nos hace personas con criterio

Por Diego Alexander Rodríguez (15 años)
Estudiante de décimo grado, Gimnasio Académico Regional.

Como bien sabemos el engaño es creer algo falso, hacerlo creer, o peor aun crear una ilusión. Esto se ha convertido en el arte de muchos hombres que buscan aprovecharse de la ingenuidad de otros tantos. Sin embargo, existe una posición del hombre aun más severa y critica con la cual podría alejar de él la trampa y el engaño, y es la capacidad o la habilidad de ser escéptico. Pues bien, el escepticismo nos ayuda a tener un mínimo de sensatez y a no creer en una verdad que a simple vista parece absoluta, dejando así a un lado la credulidad ciega, es decir el escepticismo enseña algo fundamental, enseña a dudar y a descubrir la realidad. Es por esta razón, que si el hombre fuera realmente inteligente, en el mundo abundaría mas que el arte de engañar el escepticismo, a pesar de todo lo bueno que trae consigo el escepticismo también es cruel e imponente.

Ya que el escepticismo es capaz de desafiar instituciones ya establecidas claramente funcionales en apariencia, pues para la duda no hay barreras; es por eso, que el ser humano busca acabar con sus inseguridades despejando las dudas que su realidad les presenta, pues para él, la realidad esta rodeada de ilusiones y mentiras, que lo obligan a buscar una verdad convincente y el escepticismo nos ayuda a esclarecerla, aunque esta sea mas dura que el propio engaño, el escepticismo es tan severo que puede llegar a retar lo que se cree estar sólido; pero también cabe destacar que el hombre se ha negado la posibilidad de dudar, con el fin de alimentar ilusiones que le permitan tener una vida satisfactoria y llevadera.

Por ultimo y para concluir veo al escepticismo desde tres ópticas contundentes, la primera seria que el escepticismo es la posición frente a una situación que enseña al hombre a dudar y dejar la ingenuidad de lado; la segunda seria que este es el medio por el cual se busca y se llega a la verdad, acabando así con el engaño o por lo menos haciéndolo olvidar y finalmente, escepticismo es el arma más poderosa y suficientemente valida para enfrentar lo que histórica y culturalmente nos han impuesto, pues porque no decirlo, si soy escéptico, (por citar algunos ejemplos) podré preguntarme, ¿En realidad existe Dios? O tal vez ¿procedo de los monos? En fin el ser escéptico nos hace personas con criterio.

Un método para no equivocarse

Por Jeimy Nataly Ruiz (16 años)
Estudiante de undécimo grado, Gimnasio Académico Regional.

Existen diferentes ideologías, instituciones políticas, religiones y otras doctrinas que abordan nuestra mente de manera sugestiva con distintos engaños, nos desvían de la realidad y la verdadera problemática social que nos afecta, también a menudo, podemos encontrar diversas formas publicitarias en su calidad consumista emplean el fraude para beneficiarse a costa de la credulidad de las personas.

En algunas casos, las personas sienten la necesidad de aplicar su escepticismo frente a productos o servicios que pueden parecer demasiado buenos o simplemente son muy dudosos por todo lo que ofrecen; de manera que se observa y se examina para tener la seguridad de que más adelante no se tendrá arrepentimiento por la acción realizada, en estos casos el escepticismo no es siempre utilizado; más aún en sistemas de carácter popular que pueden tocar las emociones y pretenden satisfacer necesidades falsas, por eso, el escepticismo más que un sentido de duda es un método para no equivocarse e incurrir en los sistemas de creencia irracionales.

Por esto, el escepticismo es una herramienta para afrontar la realidad y pensar de manera independiente, analizar de manera crítica políticas e ideologías que nos afectan directamente; cuestionarnos, examinar, comprobar, o descartar esas afirmaciones que abordan nuestra mente para no cometer acciones equivocadas. Determinar con razonamientos críticos la veracidad de los conocimientos que nos han sido inculcados, y que han sido establecidos como verdades a las que no podemos dudar,; constituye un paso para comenzar a darle valor al escepticismo y darle aplicación más allá de las formas publicitarias; Es una amenaza para quienes son centros de poder, esto forma parte de la funcionalidad del escepticismo.

Las respuestas y conclusiones que obtengamos de estas estrategias que valoran la sensatez y las razones de las doctrinas, son mucho más seguras y confiables que las dadas por los facilistas; quienes llegan a conclusiones por un camino corto que no requiere esfuerzo; pero sus respuestas se tornan vagas e inseguras.

El escepticismo no es una posición que niega la probabilidad de nuevos descubrimientos, ni se cierra a nuevas ideas, por el contrario, es posible encontrar otros avances en el extenso mundo del conocimiento; con la utilización de métodos científicos y rigurosas investigaciones que no resultan de un esfuerzo facilista, sino de un proceso que no busca tomar ventaja de la credulidad de las personas, sino un progreso para las mismas desarrollando su sentido crítico y racional en su calidad de sapiens.

Ahora, los sistemas educativos no enseñan a pensar y los medios de comunicación tiene parte de culpa, por ejemplo existen miles de publicaciones de astrología, a diferencia de las ciencias, pues no han sido enseñadas de una manera práctica, por el contrario las ciencias no tienen una participación tan marcada en el proceso formativo. En las instituciones en más fácil educar de una manera rígida y robotizada que desarrollar en el educando un sentido de análisis y escepticismo que ayude a formar sus capacidades cognitivas.

Somos crédulos por enseñanza

Por: Lorena Guzmán Torres (15 años)
Estudiante de décimo grado, Gimnasio Académico Regional.

Considero que la siguiente oración es totalmente cierta y sobretodo perfecta para dar inicio al tema que voy a tratar; es una reflexión para todos, pero a la vez, un excelente argumento para dar pie al término que manejamos hoy, en cuanto al escepticismo: “Nos movemos en nuestro ambiente diario sin entender casi nada acerca del mundo”. -Carl Sagan-.

El escepticismo, es la gran capacidad de dudar que tenemos todos los seres humanos; sin embargo, a medida que pasa el tiempo la hemos olvidado; hemos seguido durante años modelos y prototipos, que nadie nos puede asegurar si en realidad son ciertos; hemos permitido el engaño solo por seguir con nuestras creencias, por pánico a mejorar y a progresar y por el miedo a equivocarnos y ser juzgados. - Nos hemos convertido en “reflejos del temor”; encerrando en una cápsula, el derecho a opinar y a buscar mejores horizontes, que no sólo nos beneficien individualmente, sino que también aporten a todas las personas que nos rodean-.

La humanidad se ha encargado de formar el futuro con grandes limitaciones, a pesar de estar en progreso continuo; ya que no permitimos variaciones de ninguna clase que sean totalmente distintas a las creencias inculcadas por nuestros ancestros. Nunca nos hemos arriesgado, siempre vivimos en un espacio planeado, con las mismas rutinas, las mismas conversaciones - que tal vez, no tendrán un sentido distinto a lo que ya sucedió-, nunca nos hemos detenido a preguntarnos que habrá más allá de lo que sabemos?, si existirán nuevos y diferentes conceptos? y, si habrá otra realidad?, por eso, me atrevo a decir que: “Los humanos, escépticos por naturaleza, pero crédulos por enseñanza”.

El escepticismo es el derecho a dudar respecto a algo que nos puede parecer cierto al tener la primer impresión pero, como seres humanos, en varias ocasiones, tendemos a no aceptar nuestra realidad, y es por eso que a veces permitimos el engaño, tratando de pensar que podemos cambiar lo que estamos viviendo, por algo mejor; entonces, si fuéramos realmente listos, en nuestro mundo abundaría más la duda que el arte de engañar; que conjugado con la necesidad humana, sólo idealiza, más no resuelve; por ejemplo, creer ciegamente en un futuro, predicho por alguien que puede ser más ignorante que nosotros mismos porque, si tan sólo, al ser humano no le costara tanto aceptar su realidad, se arriesgaría menos a sufrir y a creer cosas que muchas veces lo que hacen es causar un daño mayor.

Hemos llegado a ser tan ingenuos, que consideramos que el poder de la mente puede llegar a reemplazar los avances tecnológicos ya que la mayoría de veces mezclamos el sentir con el pensar, y es por eso que debemos aprender a elegir, sobretodo en los casos en los cuales habita la duda, para que así, podamos evitar cualquier clase de engaño.

Además, los seres humanos caemos en mentiras por nuestra inocencia, inocencia que nos hace creer situaciones sin sentido y sin ninguna verdad y que nos conlleva a permanecer en un mundo imaginario, que nos tapa los ojos ante la realidad. Somos tan susceptibles que nos dejamos influenciar por otras personas y debido a esto, nos volvemos vulnerables a cualquier comentario que nos hacen, es por eso, que dejamos a un lado lo que realmente pensamos, y tomamos como prioridad la opinión y los comentarios de los demás, sin ni siquiera preocuparnos por la validez de éstos.

Como seres humanos, nos enfrentamos cotidianamente a situaciones difíciles de nuestras vidas; y por ello nos aferramos a creencias absurdas que suponemos, llenan nuestros vacíos; pero que en verdad, esos engaños lo único que logran es escondernos en un espejismo que nos hace olvidar nuestra realidad, sin embargo, no nos damos cuenta que esto solo alimenta nuestra ignorancia y nos hace vivir una ilusión, porque creer firmemente en las falsedades que nos dicen, para llenar nuestros vacíos y “solucionar” nuestros problemas, conlleva a que nosotros mismos nos encerremos en una mentira mucho más grande.

Entonces, nos hemos acostumbrado a vivir en otro mundo; donde los engaños y las mentiras, son más valederas que la realidad; donde preferimos tener ilusiones falsas, omitiendo la verdad y donde creamos apariencias que a ciencia cierta son sombras de nuestro presente, tal vez duro y cruel, pero real; es por eso, que nos hemos encargado de crear más engaños, para así tratar de ocultar los vacíos de nuestra verdadera situación, sin pensar que entre más lo hagamos, más nos estaremos cohibiendo de conocer lo que el mundo en verdad es.

Y para finalizar, considero que nosotros los seres humanos, por miedo a descubrir nuevas cosas, nos hemos convertido en personas crédulas y facilistas, limitándonos a vivir en un mundo ya establecido y basado en lo que dicen los demás y si tuviéramos más fuerza de voluntad y fuéramos capaces de sobrepasar las barreras que nos impone la sociedad, no estaríamos viviendo en un mundo lleno de engaños, por el contrario, el escepticismo tomaría un papel muy importante en nuestra vida y nos ayudaría a estar viendo la verdadera realidad.

Así evitaríamos ser más vulnerables y podríamos estar tranquilos, sin pensar en quién será el próximo que nos va a engañar; ojalá, algún día lleguemos a entender el concepto de escepticismo en todo el sentido de la palabra; para que así estemos completamente seguros de lo que nos rodea y acabemos de una vez por todas con el temor de expresar lo que pensamos y sentimos, y que seamos capaces de aceptar y afrontar nuestra realidad como es, sin necesidad de alterarla con engaños que lo único que hacen, es impedirnos el progreso y la visión de estar en un mejoramiento continuo.

Deseo que en realidad, logremos entender que los seres humanos, somos escépticos por naturaleza; para que así empecemos a tomar el papel que nos corresponde y podamos disminuir esa credulidad, que por tanto tiempo nos ha mantenido en un gran engaño; pero para esto, debemos tomar conciencia y empezar a aceptar todo lo que viene, sobretodo, aceptarnos a nosotros mismos, tal y como somos, con nuestras virtudes, cualidades y en especial errores, porque de ellos debemos aprender, ya que son los que nos mantienen con los pies en la tierra, y nos recuerdan que no somos perfectos; pero que lo podemos lograr con inteligencia, responsabilidad, empeño y lo más importante, con un poco de escepticismo”.

El escepticismo debe ser una premisa fundamental

Por Elvira Montoya Paéz
Literata Universidad Nacional de Colombia.

El derecho a dudar, a no creer en lo que para otros es verdadero, es comenzar el desarrollo del pensamiento crítico, por eso, el escepticismo debe ser una premisa fundamental en la vida de todas las personas.

El facilismo y la inmediatez conducen al hombre moderno a cometer errores, de los que se pueden aprovechar los que conocen de su desmedida credulidad y de su carencia de sentido crítico, que vulnera por ejemplo, aspectos tan sensibles como la pérdida de un ser querido; ante eventos de esta magnitud, el indefenso hombre de hoy se ve absorvido por creencias milenarias dadas por ciertas - debido a la permanencia en la mente de los hombres de casi todos los tiempos - como son la reencarnación y el espiritismo, que brindan la oportunidad de establecer comunicación con seres de otras dimensiones y ofrecer soluciones a problemas no reales, que surgen básicamente, de sus carencias emocionales. Y ante su indefensión, lo atacan los medios de comunicación que al servicio del neoliberalismo como eje impulsor de la globalización, lanza al estrellato del mercado masivo marcas que se identifican en el inconsciente colectivo con necesidades básicas que invitan al comprador a consumir y no pensar y así, lo bombardean diariamente, con ofrecimientos de toda índole que pueden ir de un simple engaño a una gran estafa, y con múltiples alternativas que analizadas a la luz de la razón no aportan nada, y donde se involucran sentimientos esperanzadores de vida, como ofrecer soluciones definitivas a enfermedades terminales como el SIDA casos en los cuales la ciencia sigue haciendo esfuerzos ingentes y aún no ha podido dar respuestas definitivas.

Es por esto, que es necesaria una actitud crítica frente a todo cuanto se hace “evidente”, y debería ser por esta razón, que el escepticismo se viera forzado y empujara al individuo a cuestionamientos continuos, donde su libre albedrío jugará un papel importante y a no admitir que anuncios comerciales, que modas fugaces o que discursos banales de líderes falsos, lo indujeran a tomar decisiones sobre su propia vida pero, para que esta propuesta tenga eco, se debe comenzar por educar a los niños bajo un amplio sentido crítico y éste, básicamente, surge de la necesidad imperiosa de enseñar a leer, se debe eliminar de la escuela la manía memorística y del mínimo esfuerzo e imponer como máxima, la lectura profunda de todo a cuanto pueda acceder y asumir con responsabilidad las decisiones y el impacto que éstas ejerzan en la vida pero, en consecuencia, el escepticismo sería como un arma letal, que pondría en peligro a instituciones asentadas en teorías anquilosadas, que no ofrecen ninguna posibilidad de cambio y haría tambalear gobiernos que adelantan guerras en contra de una pobre humanidad crédula y ajena por completo a su realidad.

El escepticismo: Guerra contra la credulidad

Por Sergio Andrés López (16 años)
Estudiante de undécimo grado, Gimnasio Académico Regional.

Sabemos que todo en el universo de las ideas está contenido en el principio de la polaridad, que nos infiere que tiene unos pro y unos contra. De esta forma tenemos que el objetivo del escepticismo gira en torno a cuestionar los modos de vida, teniendo como su herramienta más importante la razón humana, pero con el escepticismo se corre el riesgo de luchar contra lo establecido dogmáticamente. Por eso considero que el escepticismo es un arma capaz de construir o transformar críticamente pero también puede destruir formas de pensar que por muchos siglos se han erguido como infalibles e incuestionables y esto asusta a muchas personas.

Nuestra sociedad es resultado de miles de hechos y afirmaciones y aún, con todo esto, no está por completo definida; muestra una organización falsamente “perfecta” sobre la que se posibilita evidenciar: religiones, ideologías, dogmas y sistemas de desarrollo de vida, pero surge desde el detenimiento una pregunta que es planteada por el deseo de ser mejores y querer vivir realmente en tranquilidad: ¿es todo una verdad absoluta? Y es aquí en éste punto donde se puede hablar y observar claramente que la sociedad en su afán por querer estar bien y creer tener un enfoque en su vida, cae en el facilismo y la fantasía apartándose de la crítica y la autoconcepción del entorno, alejándose del escepticismo sin generar transformaciones o construcciones en el pensamiento reales.

Pero evidenciamos también, que ésta fantasía que se ha creado, ha sido aceptada por los hombres y de una manera despreocupada ha desarrollado sistemas de vida que pasan a destacarse actualmente como entes mundiales que manejan ideales, pensamiento y como un sistema de autodefensa, éstos entes catalogan al escepticismo como un fuerte depredador que quiere acabar con la vida y todo su proceso de conformación; el hombre le teme a lo que no conoce, lo invade el miedo de dejar atrás todo un modo de vida prefiriendo vivir en su organización, su fantasía perfecta sin importar que éste infiera una vulnerabilidad que se desea ocultar, sin entender al escepticismo y su verdad sobre el uso de la razón.

Es ahora necesario decir que aún ya entendiendo lo anterior; es la ausencia del escepticismo sinónimo de orden y control en el ciclo de la vida en sociedad, y su presencia da oportunidad de caer en desacuerdos, teorías de inconformismo y planteamientos de cambios reales.

El ser humano actual busca con anhelo el estímulo propio, lograr el éxito de una forma fácil sin sobresaltos, pero con un sin fin de aparentes fundamentos, que descaradamente no tienen coherencia alguna ni respeto por el pensamiento lógico humano, al punto de inventar doctrinas y visiones trascendentales para satisfacer un medio y una necesidad e vida, sin importar que sea de la manera más obsoleta y que lo único que logra es explicar cómo la ingenuidad del hombre le permite crear soluciones fingidas a sus miedos y es en ésta situación, cuando debería salir de entre la oscuridad mental el escepticismo, para dar luz al pensamiento crítico y alimentar la duda e inteligencia.

En mi concepto, el escepticismo es una habilidad que permite al hombre valerse de su capacidad de razonamiento para que posteriormente él diseñe sus metas y esclarezca los medios por los que las va a conseguir, es una mirada crítica a la realidad y en cierto modo, una visión del ser propio en la situación real sin mentir y creer estar bien, estructurando fantasías para vencer sus miedos; de igual manera, es un arma contra la organización social porque puede destruir todo un fundamento de vida pero con argumentos reales y es por eso, que muchos seres prefieren ignorarlo sin tomar en cuenta que se están evadiendo a ellos mismos y se están negando el privilegio de ser autoconcientes y autónomos, pensantes, y mas que nada , vivir su vida y no un prototipo impuesto, entonces, es el escepticismo una manifestación de inquietud e inteligencia, es formar nuestras propias decisiones ante la vida y ser libres de pensamiento.


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