Adiós al analfabetismo científico

Al comenzar las clases de ciencias naturales y de educación ambiental, muchos jóvenes como tú se preguntan ¿Por qué estudiar ciencias? ¿Para qué entrenarnos en el uso del método científico y la manera de pensar propia de las ciencias? En está página trataremos de dar respuesta a estas inquietudes.

Son varias las razones por las cuales todas las personas debemos superar el analfabetismo científico. Aquí te presentamos algunas de ellas.

La ciencia es el mejor instrumento de conocimiento que existe. Se basa en el uso de la razón y la inteligencia. Su manera de pensar es, al mismo tiempo, imaginativa y disciplinada. No es un instrumento de conocimiento perfecto, pero lleva años luz de ventaja a todos los demás. ¿Conoces algún instrumento de conocimiento comparable a la ciencia?

La ciencia nos enseña a interrogar la naturaleza, a la sociedad y al pensamiento mismo. Devela el funcionamiento de todo lo que existe. Descubre los orígenes de nuestro planeta, de la vida en todas sus manifestaciones, incluyendo la humana. Ningún campo le es vedado.

Durante los últimos tres siglos y a un ritmo siempre creciente, la ciencia se ha convertido en el soporte fundamental de la producción de alimentos y de todos los demás bienes que usamos para satisfacer nuestras necesidades.

Se prevé que para el año 2050 el planeta Tierra tendrá una población de 10 mil millones de habitantes. ¿Podrá sobrevivir un número semejante de personas sin el apoyo de la ciencia?

Por ser el resultado de una actividad humana, la ciencia no está exenta de cometer errores. Lo más importante, sin embargo, es que ella tiene un mecanismo para detectar y corregir sus propias fallas. En otras palabras, la ciencia es capaz de examinarse a si misma, revisar sus procedimientos y analizar el impacto que provoca su uso. Para la ciencia no hay dogmas ni preguntas prohibidas.

La manera de pensar propia de la ciencia es una eficaz señal de alarma par evitar ser engañados por adivinos, clarividentes, sanadores, brujos o brujas con o sin celular, que tratan de ganar dinero de forma deshonesta aprovechándose de la angustia y la inseguridad que provoca en las personas los problemas de salud, financieros y los afectivos, entre otros.