El papa Francisco y su supuesto apoyo sincero a la comunidad homosexual

Todos sabemos de la crisis interna que ha estado afrontando la Iglesia Católica, con sus fuertes escándalos de malversación de fondos de sus aportantes [1], los insistentes rumores de lavado de dinero, y una desbordada ola de casos de pederastia cometidos por sus curas, apoyados por su jerarquía, que quedan en completa impunidad [2]. Lavarle la cara a esta putrefacta institución se volvió cada vez más apremiante, y su maquinaria de marketing se ha puesto en marcha.

Por eso hemos visto al papa lanzar al viento frases retóricas vacías, como aquella de que el hambre es una vergüenza para la humanidad (no para “Dios”, quien es todopoderoso y puede corregirlo todo con un chasquido de dedos) [3]; similar a la también retórica y vacía frase de Jesús: “No os afanéis por vuestra vida, qué comeréis; ni por el cuerpo, qué vestiréis. La vida es más que la comida, y el cuerpo que el vestido.” (Lucas 12: 22-23) Vayan ustedes a decirle cualquiera de estas frases a quien no ha tenido con qué alimentar a sus hijos durante los últimos días… Pero el papa es un político más, a fin de cuentas.

Sin embargo eso no era suficiente, también era preciso conquistar la buena voluntad de otros sectores la población aparte de los hambrientos, como los millennials aficionados a las computadoras, móviles y tabletas, exhibiendo como mercancía de fe el cadáver reconstruido y maquillado del joven Carlo Acutis, fallecido hace 14 años a los quince años de edad, promoviéndolo como “ciberapóstol de la Eucaristía”, y hasta como el “santo patrón del internet”, y acelerar su proceso de beatificación iniciado desde 2013, para convertirlo lo antes posible en “santo” [4].

¿Con quién más quedamos bien ahora? ¡Ah, por supuesto, los homosexuales! Y qué mejor manera que proclamar que «Las personas homosexuales tienen el derecho de estar en una familia. Son hijos de Dios y tienen el derecho a una familia. Nadie debe ser excluido o ser infeliz por ello.» Y agregar: «Lo que tenemos que crear es una ley de uniones civiles. De esa manera estarán bajo cobertura legal.» [5]

¡Qué lindo gesto de amor!, dirán muchos. Y es que con la poderosísima influencia que tiene la jerarquía católica en el mundo entero, suponemos que eso servirá al menos para que en teoría, los más de mil trescientos millones de católicos dejen discriminar, recriminar, amenazar y hacer bullying a los homosexuales, aunque en el fondo sigan pensando que están equivocados o enfermos, e incluso que irán al infierno. O quizás sirva para que tanto homosexual católico que hay salga del closet. Como sabemos, se ha denunciado también una altísima cantidad de homosexuales dentro del clero ¿Será que los curas que son pareja podrán declararse como tal públicamente?

Sin embargo sospechamos que continuará existiendo un fuerte segmento de católicos conservadores que le creerán más a lo que dice su Biblia, que a lo que dice su Papa:

“Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó.” (Génesis 1:27)

“No te echarás con varón como con mujer; es abominación.” (Levítico 18:22)

“Si alguno se ayuntare con varón como con mujer, abominación hicieron; ambos han de ser muertos; sobre ellos será su sangre.” (Levítico 20:13)

“¿No sabéis que los injustos no heredarán el reino de Dios? No erréis; ni los fornicarios, ni los idólatras, ni los adúlteros, ni los afeminados, ni los que se echan con varones, ni los ladrones, ni los avaros, ni los borrachos, ni los maldicientes, ni los estafadores, heredarán el reino de Dios.” (1 Corintios 6: 9-10)

¿Cómo conciliarán los católicos estas incongruencias? Bueno, en eso siempre han sido unos expertos.


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