Los últimos tres bandos de la Iglesia

En el año 2003, fueron tres los bandos sexistas que prefirió el Vaticano: el primero sobre el Matrimonio Homosexual que en Canadá se le conoce también bajo la denominación de El Matrimonio Égale por ser el organismo de ese nombre quien lo promueve por una parte, el segundo Bando contra la mujer y el tercero contra el condón. Nada halagüeñas noticias en esta franca violencia.

Homofobia

La unión de Obispos del Canadá hace una cruzada contra el Matrimonio Homosexual en el octubre, sus argumentos son tan torcidos que no un psiquiatra ni un orate pueden descifrarlos, yo no alcanzo a entenderlos en dado caso y creo gozar de un claro entendimiento y de una limpia inteligencia.

Esa iglesia como de costumbre con su delirio de grandeza y obsesión por el poder manda a paseo las ciencias sociales y se enseñorea y regodea en su poder para, hablar de lo que sea y como sea, con tal de presentarse como la rectora universal del saber único, saber magia tal vez.

El Presidente de la Conferencia de Obispos del Canadá monseñor Jacques Berthelet, el ahora cardenal Marc Ouellete y, monseñor Turcotte también cardenal, últimamente han aparecido mucho en los “mass media” en su campaña contra nuestro proyecto de Matrimonio Égale, estos prosapiados señores llaman a esta campaña de odio Cruzada, no lo creo pues una cruzada es para llevar la cruz y lo que llevan éstos es el odio. Con su mal denominada Cruzada hacen una campaña de miedo y de condena de ese Proyecto de Ley del Matrimonio Homosexual a través del Canadá. Ha menester decir que el Proyecto en cuestión es promovido por el pueblo, los tribunales los que esgrimen las leyes y el Primer Ministro, el Excelentísimo Jean Chrétien.

Los prelados repiten hasta la náusea los siguientes argumentos.

Alegan que en el Matrimonio Homosexual (o Matrimonio Égale) a los hijos les faltará la imagen de la madre y, la del padre en el matrimonio de dos mujeres y, que esa carencia incidirá en un desequilibrio y un mal desarrollo mental de esos hijos. Sobre este primer argumento (del que dicho sea de paso no dan jamás estos hieráticos curas, estudios científicos que comprueben su dicho sino que, sólo dan opiniones y, una opinión como sabemos, no tiene ninguna validez nunca jamás a menos que sea acompañada de muchas evidencias) esos prelados pretenden olvidar que en sus milenarios orfanatos y en sus colegios, esa Iglesia Católica tenía separados “ab aeternum” los niños de las niñas y, los niños no veían la imagen materna jamás pues a los niños varones sólo estaban con curas varones, como las niñas no veían la imagen paterna en ningún lado nunca pues, las niñas enclaustradas sólo con féminas sorores estaban. y, al parecer gozaron, todas esas generaciones de buena salud mental hasta dónde vemos, excepto quiénes fueron violados por algunos sacerdotes pedófilos que, en esos casos sí dejaron marcas dolorosas indelebles.

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Sus Eminencias el cardenal de Quebec Marc Ouellete y el cardenal de Montreal Turcotte, con esa prepotencia que les caracteriza, hablan del Matrimonio (el heterosexual) como que en todo el Mundo es idéntica su concepción y, taimadamente dejan, con desprecio, del lado los matrimonios arreglados y los de niñas menores de quince años que se verifican hoy por ejemplo en India, Afganistán, China, Paquistán, Nepal, Oriente Medio y el Lejano Oriente, etc. costumbre que acaece en la mitad del Mundo todavía, justamente como se concibió en los tiempos bíblicos, en toda la Antigüedad, en el Medioevo y en el Renacimiento europeos, como en esos tiempos, en esas latitudes las parejas no se casan por amor como hoy lo estilamos nosotros los occidentales, los esponsales en esas latitudes son arreglados por acuerdos entre los padres de los futuros esposos y las más de las veces esos matrimonios son con niñas menores de edad. Durante milenios para el ser humano amor y sexo no son la misma cosa. Los Siglos que nos precedieron en toda América así se casaron nuestros ancestros también: en matrimonios arreglados y, era normalísimo que eran entre hombres que doblaban y tresdoblaban la edad de las niñas casadas por fuerza, o por acuerdo de clase social y nivel económico. La nobleza europea y americana en general se casó con niñas y de ello nos da cuenta cualquier libro de historia.

El cardenal Turcotte afirma que con el Matrimonio Gay se legitimará la relación padre-hija (como Lot con sus hijitas en la Biblia sí acaeció y nadie grita de ello), hombres con animales (bestialidad), hombres con niños (como tantos religiosos sí lo han consumado durante siglos con los huérfanos en sus orfanatos abusando de su autoridad y de la orfandad de sus pequeños clientes) etc. No da evidencias de sus asertos este cardenal y frisa en la ridiculez auténticamente por lo absurdo de estas afirmaciones porque nadie habla de bodas con jirafas ni con osos.

El cardenal Turcotte, arzobispo de Montreal, afirma que el Gobierno quiere uniformar la sociedad. A la mi fe es él, el Cardenal quien quiere uniformar las sociedades del Mundo haciendo a todos heterosexuales y no respetar la naturaleza con sus diversas sexualidades. Turcotte dice que si se aprueba el Matrimonio Gay se legitiman la bestialidad, el incesto, la poligamia, la pedofilia, etc. El problema no es la homosexualidad: ¡el problema es la homofobia! Monseñor Berthelet dice que el matrimonio sólo es para hacer familia, esto es, hacer niños. Yo creía que el matrimonio se daba porque dos personas se amaban y no, para la Iglesia es como poner a dos animales a hacer niños sin haber amor de por medio ni ningún elemento más; para hacer niños sin cesar no se necesita forzosamente casarse, hay ya millones de niños nacidos de relaciones sexuales sin matrimonio.

La iglesia católica que posee universidades a través del Mundo conoce la ciencia, la Iglesia domina cátedras de psicología y de sociología y, extrañados y estupefactos quedamos al ver que los argumentos que esa iglesia esgrime, paradójicamente, no tienen base científica alguna; esta iglesia no presenta estudio ninguno que pruebe sus asertos ni aporta evidencias que respalden sus dichos y, yo barrunto que son falsas sus conclusiones pues, esa iglesia sabe los resultados de estudios sociológicos y psicológicos que nos dan la razón a los homosexuales pues, en todo el Mundo hay homosexuales que son padres y madres. La Iglesia sabe que formamos familias y sabe que somos padres como cualquier otro u otra y, muchas veces mejores.

Un golpe asestado con fuerza es el que acaba de darnos el Vaticano a la Comuna Gay del Canadá. Karol Wojtyla en una sencilla maniobra política de alto calibre y de grave impacto, nombró en octubre 2003 súbita e intempestivamente al arzobispo canadiense Marc Ouellete Cardenal, con esto ahora este necio y homófobo clérigo goza de la preeminencia que le da su alto cargo para hacer más presión contra el Matrimonio Gay.

Karol Wojtyla en un acto de arrogancia y de megalomanía, en un acto de soberbia le ordenó hace muy poco al Arzobispo de Canterbury prohibir el sacerdocio a los homosexuales, como sí se nos permite en esa religión. El Vaticano amenazó a ese Arzobispo británico (de la Iglesia Anglicana) que de continuar con esa política (de respeto digo yo) ocasionará y será culpable de la división de la Cristiandad lo que se denomina Cisma. Karol Wojtyla oculta pues sí lo sabe que los cismas, el Cisma de Oriente y el de Occidente fueron logrados no gracias a los protestantes, no, no, no, los Cismas fueron logrados gracias a los vicios, asesinatos, crímenes, degeneración y depravación sexual a los que se entregaba sistemáticamente justamente la Iglesia Católica Romana como: elegir varios Papas al mismo tiempo, Papas que mataban los cardenales, papisas esto es mujeres Papas, en fin, el Papado durante siglos era un cargo no sólo de poder sino de riquezas inconmensurables, para ello, en hablando de megalómanos y de cismas veamos un Papa, asesino, nepotista y que ocasionó un Cisma en la Iglesia, veamos un poco al megalómano Papa Alejandro VI quién, nombró Cardenal a su hijo César siendo éste aún infante, al que le dio como amante a su propia hermana hija de ese Papa mismo.

Su Santidad el Papa Alejandro VI sistemáticamente envenenaba a los cardenales y a sus enemigos políticos. Este santo varón tuvo nueve hijos ilegítimos entre ellos Lucrecia, Juan, Su Eminencia el Cardenal César nombrado Cardenal por su padre el Santo Padre cuando a penas César era un niño.

Su Santidad casa a su hija Lucrecia cuando ésta tiene a penas trece años. Así Su Santidad casó por interés a Lucrecia su hija con Giovanni Sforza en el Vaticano mismo en una boda principesca. En ese momento Lucrecia ya era amante de su propio padre y aquí vemos no sólo incesto sino que además vemos pedofilia en el seno de esa Santa Madre Iglesia Romana. El esposo de Lucrecia tiene el doble de edad que Lucrecia, eso también es común en esos años de Dios, es muy normal casar las niñas con adultos y ancianos, finalmente esta iglesia considera, como hasta hoy, la mujer como una cosa, como un mueble que su sola función es satisfacer los placeres carnales de los machos… Para seguir con la narración, la noche de bodas el Papa sigue hasta el tálamo nupcial los recién casados para ver si el marido presenta erección. Entonces como hoy, el matrimonio se consuma no con la hostia sino con el sexo. El Papa dice que el marido es impotente y disuelve ese matrimonio. El marido afrentado decide copular delante de todos los testigos que le ponga el Papa, el Papa no acepta y en ese momento Giovanni Sforza nos desvela el secreto de que el Papa es el amante de Lucrecia, hija del Papa y esposa de Sforza. Finalmente por miedo a perder la vida Giovanni abandona a Lucrecia.

Este Santo Padre Alejando VI como buen dirigente de la Santa Iglesia de Roma ataca en campaña militar Francia y los Principados Italianos. Juan, el hijo de Su Santidad el Papa, sedujo a Sancha de Aragón la amante que ya era de César y por ello Su Eminencia el Cardenal César asesina a su hermano Juan y lo lanza al río Tíber. Más tarde Su Santidad casa nuevamente a su hija Lucrecia con don Alfonso hijo de Su Majestad el rey de Nápoles, todo iba bien pero, Su Santidad Alejandro VI orquesta más tarde el matrimonio de César con una princesa francesa y este matrimonio obliga a divorciar a Lucrecia, Alfonso el hijo del rey de Nápoles a sabiendas que Lucrecia es la amante de su padre y que éste está celosísimo de él decide huir pero, finalmente el poder de Su Santidad lo alcanza y su suegro el Papa planea su muerte; quien perpetra este crimen a puñaladas fue el Cardenal César hijo de Su Santidad el quince de julio de 1500, después de una cena en el Vaticano el esposo de Lucrecia decide salir, como de costumbre, a dar un paseo por el Vaticano y ahí Su Eminencia lo apuñala, Alfonso no muere y para ello seis semanas más tarde cuando está recuperándose dentro de la Santa Sede es estrangulado en su tálamo. De este modo Lucrecia regresa con su amante que es su propio padre y, Su Santidad ya puede así hacer alianza con Francia.

Girolamo de Savonarola afirmó en 1498 que la Iglesia, la romana, era una abominación y por decir esta blasfemia (¡!) fue quemado vivo colgado en el patíbulo para limpiar su alma de esas feas afirmaciones que en mal momento hizo, esto a los ojos de Su Santidad.

Misoginia

En el año 2003 el Vaticano lanza tres anatemas sexistas en forma de bandos. Karol Wojtyla en su primer Bando de este año condenó con la misoginia que caracteriza esa iglesia, las mociones de varios Parlamentos para legalizar el Matrimonio Homosexual, en ese Bando la supuesta Congregación de la Fe, léase Tribunal del Santo Oficio de la Santa Inquisición de la que está al frente el de triste memoria cardenal Joseph Ratzinger, no se digna nombrar a las mujeres sino que sólo se dirige a los varones; para el segundo Bando ésta vez sí las nombra, las nombra para suplicar que cuando niñas no se presenten como monaguillos ni como ayudas de los Padres, curas y sacerdotes pues, eso ha ocasionado, según Karol Wojtyla y su Santo Tribunal de la Fe, la disminución de sacerdotes o de hombres interesados en esa carrera sacerdotal.

Nuevamente el Vaticano no aporta las bases científicas o estudios metodológicos que evidencien y den respaldo a sus asertos los que profiera gratuitamente como es su costumbre… En Canadá en este mismo año, justamente por falta de sacerdotes (varones) católicos, la señora Elena Martel gozó de la permisión divina de ¡casar una pareja heterosexual en el seno de la Iglesia Católica dentro de un templo también católico!. Este hecho tan hermoso acaeció en Saguenay, Canadâ y lo hizo a título de “Agente Pastoral” bajo la aprobación del Obispo Couture. Nadie entiende el porqué de la misoginia de las tres religiones monoteístas, milenaristas y mesiánicas. Así que la homofobia y la misoginia son elementos sacratísimos del Altísimo para Karol Wojtyla y para Joseph Ratzinger ¡ay Dios!.

La fuente del matrimonio nuestro el occidental deriva de la ley hebraica pues el cristianismo nace como una secta judía más. (La religión judía es un producto cultural del Oriente Medio). La ley hebraica presenta el matrimonio como una transacción comercial y punto. Fue un sacramento desde el Concilio de Trento (1545-1563). Originalmente el matrimonio fue el medio machista, sólo para darle placer al hombre y usar, muy bíblica, mahometana o muy judiamente, la mujer como cosa, mueble o animal de uso y abuso.

Prohibición del uso del Condón

El último bando del Vaticano, el tercero sexista del año 2003, es el de exigir a las compañías de condones que presenten en sus empaques la información de que el condón no evita el VIH-SIDA.

Es claro que al Vaticano (léase Santa Inquisición) no le importa nada el mal endémico que es en África la epidemia del VIH-SIDA, dónde es una grotesca pandemia fuera de control que ha diezmado naciones completas, no, los negros no le importan a nadie en esa Ciudad vaticana y, si no le importan los heterosexuales africanos mucho menos los homosexuales.

Afirmar que el condón no protege del VIH-SIDA es hacer una invitación a la muerte pues, el condón es lo único que hay para evitar toda enfermedad venérea esto es, que se contagia vía sexo, incluyendo el VIH-SIDA que en todos sus casos es mortal. Cada catorce segundos un joven es contagiado de VIH-SIDA en el Mundo. Prohibir el uso del condón es fomentar la muerte y la epidemia de VIH-SIDA que ya es incontrolable hasta sin esa campaña criminal. El prohibir el condón y, además afirmar que no sirve, provocará en los países pobres, dónde tiene influencia este Papa, que muramos más homosexuales (y heterosexuales), macabro proyecto el de ese hombre.

Los científicos conscientes se preocupan auténticamente de la vida y de la salud y para ello realizan acciones que hacen evolucionar las sociedades, aunque éstas sean a veces dogmáticas.

En el Canadá la educación sexual se imparte desde los primeros años de escolaridad hasta la Secundaria y, no sólo por un maestro sino por el conjunto de todos los profesores, lo qué incide en una educación plena de conocimientos científicos que interactúan integrales en la práxis del educando.

Consciente nuestro Primer Ministro Jean Chrétien de que en África mueren ocho mil personas cada día por VIH-SIDA, personas entre 8 y 45 años y que el África del Subsahara tiene ya catorce mil niños huérfanos de padres muertos por SIDA, el día seis de noviembre de 2003, deposita en la Cámara de los Comunes un Proyecto de Ley que autoriza la fabricación de medicinas sin marcas, son medicinas a las que se les llama “genéricas”, para que sean enviadas a el Tercer Mundo, con ello deja fuera de la jugada las ricas compañías farmacéuticas. Ningún país ha hecho este audaz desafío nunca jamás. Canadá es el primer país en dar este egregio paso para, efectivamente, salvar vidas de negros africanos, ya infectados.

Réjean Thomas, el doctor presidente de “Medicos del Mundo, Quebec” quien salva vidas a cada día y las salva hasta en Irak, declara que, la prevención es lo que hay que hacer.

Conclusión

Federico Nietzche decía que para crear una religión basta inventar un dios, un mesías, y prohibir ciertas telas, ciertos colores, determinados alimentos, y ciertas indumentarias (yo añado e imponer otras) y listo, ya está hecha. La Iglesia Católica se empeña en hacer presión política para prohibir la igualdad de derechos civiles de las parejas homosexuales, en mantener a la mujer como ciudadana de segunda clase, y en desestimular el uso del condón. Estas tres doctrinas están creadas bajo la concepción que el acto sexual solo debe usarse para la procreación y por lo tanto el papel de la mujer en la sociedad es el de favorecer la repoducción, y para los homosexuales no hay cabida en esta.


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