Investigación. Explosiones en la cabeza, alucinaciones, luces intensas y la terrible sensación de no poder moverse o despertar son algunas de las condiciones cerebrales que originan leyendas e historias de ficción por sus impresionantes efectos.
La carta era escueta, sin muchos detalles. Lo esencial era la pregunta y el miedo de la persona que cuestionaba. “¿Por qué en algunas ocasiones me despierto en medio de la noche por explosiones en mi cabeza?, preguntaba el señor desconcertado. La respuesta del neurólogo revela uno de los más extraños casos en el conocimiento sobre el sueño y a veces parece “cosas de películas y libros de ficción”, con los síndromes y las condiciones con las que vivimos las personas en el mundo.
El nombre del síndrome no es muy original aunque sí bastante preciso. De acuerdo con el neurólogo Randolph W. Evans, del Colegio Universitario de Medicina Baylor, esta experiencia fue reconocida por primera vez en 1988 por el neurólogo británico John Pearce que la nombró “síndrome de la cabeza explosiva”, para alivio del paciente que preguntaba, la condición no es para nada letal ni peligrosa.
“Durante uno de estos episodios, la persona se despierta por un estallido inusualmente agudo en su cabeza. Algunas personas lo describen como una explosión, otros dicen que se asemeja a enormes olas que embisten contra los arrecifes o como un rugido, explican otros más. Los episodios suelen ocurrir cuando las personas están por caer rendidos y suceden menos cuando están a punto de despertarse”, explicó Evans.
De acuerdo con estudios elaborados con pacientes que padecen del síndrome, esta condición suele ocurrir más frecuentemente en personas de más de 50 años y las explosiones varían en su frecuencia. “Muchas personas se quejan, luego de despertar, de haber visto luces intensas y muchas veces de no poder respirar, de hecho, se despiertan porque algo los obligó a respirar y sienten mucha ansiedad después del episodio”, agregó el investigador.
Ciertamente, soñar es una de las más creativas acciones cerebrales y el proceso cautiva tanto a científicos como a todo el que sueña. El cerebro pasa por un sinnúmero de fases para obtener su descanso y en muchas de estas fases ni siquiera parece que realmente está descansando. A pesar de que las causas de estas explosiones se desconocen, o mejor dicho, no se tienen evidencias sobre el origen de los estallidos, especialistas del sueño especulan que se debe a que la formación reticular del tallo cerebral, que es como un interruptor para el sueño y el despertar, no se apaga bien en el momento necesario. Este tallo se adhiere espina dorsal y el malfuncionamiento allí es posible que produzca estas alucinaciones.
Parálisis de sueño
Esta condición del sueño no es tan extraña como las explosiones, de hecho, se supone que le ha ocurrido a por lo menos del 40 al 60% de la población. Sin embargo, los episodios pueden ser tan intensos y causar un sinnúmero de alucinaciones, lo que ha originado que nazcan de allí las más fantásticas leyendas urbanas. Aquí en Ciencia habíamos hablado antes del fenómeno. En Asia, la población le atribuía el problema a demonios debido a que las personas ganas consciencia en medio del sueño sólo para comprobar que no se pueden mover. Esto ocasiona pánico y sensaciones varias, desde pensar que alguien le impide moverse, alucinar que un demonio está sentado en su pecho o que una presencia maligna lo acompaña en el cuarto. De hecho, las historias sobre secuestros extraterrestres han salido de intensas ocurrencias de la parálisis de sueño.
¿Qué pasa cuando nos dormimos?
Ya hemos hablado de la fase REM, cuando los ojos se mueven constantemente y los sueños se encuentran en su momento más activo, de hecho, es difícil diferenciar a un cerebro soñando de uno que está despierta debido a la actividad que se nota en ambos. Pero antes del REM, pasamos una etapa donde no soñamos pero sí nos dormimos, no es exactamente el sueño profundo en el que caemos después varias veces, sino uno distinto. Uno de los mecanismos que usa el cerebro al dormir es la desactivación del área motor, de esta forma no actuamos nuestros sueños como locos sonámbulos y es allí donde se ha explicado la parálisis. “Estos ataques suelen ocurrir cuando la persona está cayendo dormida, sabemos que durante episodios de REM el cerebro desactiva el área motora para que no te muevas, pues, precisamente, estas personas caen en la etapa REM rápidamente, sin pasar por la otra fase y se despierta por alguna razón sin el cerebro poder activar rápidamente su parte motora”, explicó el psicólogo Christopher French.
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