Medicina. Una nueva cirugía que utiliza células madre para restaurar la visión se ha estado destacando en diversas partes del mundo.
El procedimiento se ha popularizado gracias a los exitosos resultados reportados en los últimos dos años. Desde 1989, cuando dos investigadores publicaron los primeros y triunfantes desenlaces, la operación, que reemplaza el tejido dañado de la córnea por células madres, ha restituido la mayor parte de la visión en más de la mitad de los casos.
La cirugía fue originada por los doctores Kenneth R Kenyon y Scheffer C. G. Tseng quienes reportaron exitosos resultados en casos extremos.
“Algunos pacientes que tratamos habían sufrido accidentes con químicos. Uno de los peores sufrió quemaduras de ácido en uno de sus ojos, allí notamos inflamación, úlceras, venas y arterias que estaban creciendo directamente en la córnea y le impedían ver. Entonces descubrimos lo que ahora conocemos como la deficiencia limbal de las células madre y nos hemos concentrado en restaurar estas células en las intervenciones que hemos realizado hasta el momento”, comentó Kenyon para el periódico The New York Times.
La cirugía es en realidad una variación del transplante de córnea y muchas veces se utilizan ambas, una seguida de la otra. La nueva operación es recomendada para personas con daños extremos en la córnea debido a accidentes con químicos, quemaduras extremas o enfermedades extrañas como la aniridia y el síndrome de Steven Johnson.
El procedimiento repara el daño en las córneas mediante injertos de células madre adultas que son obtenidas de la región del limbus, un aro alrededor de la córnea. Las células, por lo general, provienen del ojo sano del paciente, de bancos de córneas o de familiares.
“Los mejores resultados lo hemos obtenido de personas que sólo necesitan el procedimiento en un ojo ya que podemos extraer las células necesarias del limbus de su ojo sano. Esto disminuye completamente el riesgo al rechazo, que es uno de los mayores problemas de esta operación. Una vez las células han sido injertadas en el ojo dañado comienzan a formar como un escudo en la superficie de la córnea, conformada por un epitelio de 50 micrones de grosor, que la mantiene limpia como una ventana y permite que la persona recupere la visión o parte de ella”, explicó Edward J. Holland, director del servicio de córneas en el Instituto del Ojo en Cincinnati. “El problema en estos casos, por lo general, es que el tejido epitelial de la córnea está lleno de heridas y quemaduras que impiden que la persona vea, cuando sustituimos las células dañadas de este tejido por las células madre adultas, éstas comienzan a crecer sanas y limpian la superficie o el lente del ojo y el paciente recupera parte de su visión”.
De acuerdo con los resultados obtenidos hasta el momento, sólo es necesario un pequeño fragmento de injerto de células madre tomadas del limbus para que toda la córnea sea reemplazada por el crecimiento de nuevas células que la mantienen limpia y clara. El único problema que los médicos han tenido hasta el momento es la reparación de ambos ojos con este método.
“El rechazo de las células de los donantes es el problema principal que tenemos con los pacientes que necesitan del transplante en ambos ojos. La mitad de estos pacientes no responden al tratamiento debido a que sus organismos rechazan el nuevo tejido. Los casos varían según el donante, si se trata de familiares es mucho más probable conseguir resultados exitosos”, declaró el doctor Richard S. Fisher, director del programa de enfermedades de las córneas en el Instituto Nacional del Ojo en Bethesda, Maryland.
No obstante, los investigadores continúan contando éxitos con estos pacientes. El doctor Holland operó a 74 pacientes el año pasado y 23 más este año. “Todos recibieron células madre en ambos ojos y recuperaron parte de su visión. Es cierto que ninguno tiene en la actualidad una visión perfecta de 20/20, pero han llegado de tener 20/1600 a 20/50. Muchas personas que no podían reconocer a sus hijos ahora pueden irlos a buscar al colegio. Existe una diferencia muy grande entre no ver y ver un poco y estas cirugías han demostrado que pueden restaurar la esperanza a muchas personas con problemas graves que no pueden ser resueltos con los transplantes de córneas. Cada vez estamos más satisfechos con estos desenlaces” concluyó el investigador.
La cirugía en Irán
Durante la guerra entre Irán e Iraq, muchos químicos dañinos fueron utilizados. Decenas de soldados que estuvieron en contacto con estos materiales sufrieron daños graves en sus córneas que los han dejado ciegos. No obstante, el nuevo procedimiento con injertos de células madre ha estado restaurando la visión de docenas de estos soldados y otras víctimas.
“El problema con estos químicos, como el gas mostaza, es que son invisibles y sus víctimas no lo sienten hasta después de treinta minutos de haber entrado en contacto con el tóxico. Muchas veces, los soldados se quedan ciegos porque se estrujan la ropa, empapada con el gas, contra el rostro porque no sienten nada. Pero el químico ya ha comenzado su proceso de destrucción. No sólo quema la piel y los pulmones sino que derrite las proteínas que conforman el tejido del epitelio, para muchas víctimas es imposible repararlo porque el daño es demasiado grave y ha llegado hasta otras capas de la córnea”, explicó para el periódico The New York Times el profesor M. A. Javadi, director de oftalmología en la Universidad de Shahid Beheshti en Teherán.
“Lo peor es que las víctimas de estos casos no sienten que se han quedado ciegos hasta diez o treinta años más tarde, cuando ya el daño se ha agravado aún más y es mucho más difícil la reparación, especialmente cuando se trata de ambos ojos y se necesita utilizar injertos de donantes, que son más propensos a ser rechazados. No obstante, este procedimiento es lo único que ha logrado ofrecer esperanza a las víctimas de estos ataques”, concluyó el profesor.
Metas
Italia, Japón y Taiwán están trabajando en la elaboración de células madres artificiales. El objetivo es lograr que estas células adultas crezcan en discos petri del laboratorio y que sea posible manufacturar láminas de este material, así como se produce piel artificial para injertos. Este material celular sería perfecto para estos tipos de procedimientos ya que serían menos propensas al rechazo. Empresas farmacéuticas del mundo esperan poder comercializar estos productos.
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