Dolor después de la anestesia

Anestesiología. Científicos estadounidenses han descubierto que algunas sustancias que se usan para anestesiar también aumentan el dolor postoperatorio porque activan receptores de una proteína en especial, no obstante, resolver el problema es complejo debido a las muchas funciones de la misma proteína.

Nuestro cuerpo, como la naturaleza, aborrece malgastar energía. Millones de años de evolución sobre el planeta han dado como resultado una biología compleja que intenta, por todos los medios, de dirigir eficazmente el expendio de energía del cuerpo. Para ello, entre muchas otras estrategias, el organismo encarga diferentes trabajos a un solo elemento, este compleja pero apropiada distribución agrega dificultad a la hora de comprender un mecanismo, los elementos involucrados en sus funciones y sus aplicaciones en la salud.

En esta ocasión, la anestesia hace su aparición otra vez. Debido a que su funcionamiento continúa siendo un misterio para los neurólogos, las investigaciones sobre el tema son arduas y numerosas. Más aún, el hecho de que la anestesia nos despeja de la conciencia, otra incógnita científica, los experimentos y estudios sobre esta soporífera sustancia son incontables.

Ahora, los expertos intentan indagar el origen del dolor después de la anestesia. Estas reacciones postoperatorias varían según el paciente, sin embargo, una gran mayoría siente un aumento en el dolor luego de regresar de la inconsciencia. De hecho, una gran parte de los malestares y riesgos antes, durante y después de las cirugías se debe a la anestesia, probablemente por el enorme desconocimiento que existe sobre su funcionamiento.

“La anestesia actúa al suprimir la actividad del sistema nervioso central. Existen diferentes sustancias que los anestesiólogos usan para bloquear al sistema nervioso, todo depende de la necesidad del médico, si se requiere que el paciente pierda completamente la conciencia o si sólo se requiere un sedativo fuerte con constante monitoreo. Por supuesto, que el estado de salud del paciente es una de las primeras cosas a tener en cuenta cuando se va a utilizar algún tipo de anestesia, precisamente por los riesgos que se enfrentan”, precisó para El Caribe Tabitha Miles, del Centro de Anestesiología en la Universidad Northwestern.

Los investigadores han descubierto, con respecto al dolor después de la operación, que existe una proteína, conocida como TRPA1, que puede estar implicada en el aumento de dolor postoperatorio. Sin embargo, hace unos años, investigadores descubrieron que esta proteína no sólo se encarga de señalizar dolor a casi todo el cuerpo sino que, además, tiene el trabajo de traducir ondas sonoras en señales nerviosas que envía al oído medio. Una de las tantas formas de organizar el estado biológico del organismo mediante el ahorro de energía. “La misión ahora es usar sustancias que no activen este receptor en aquellos pacientes que son sensibles y que tienden a sentir más dolor después de la anestesia”, escribieron los investigadores en Scientific American.

Selección de drogas y pacientes

Décadas de investigación han estado armando un rompecabezas donde aún no están todas las piezas. Los científicos conocen y usan un sinnúmero de sustancias para bloquear al sistema nervioso e inducir la inconsciencia en las personas, el problema es que no todos los pacientes son iguales y, aunque muchos se despiertan de la anestesia con dolores intensos, muchos otros presentan otros síntomas. “Tenemos la tarea de identificar el potencial de cada paciente para administrar la anestesia correcta, pero también debemos tener en cuenta los resultados de estudios recientes sobre receptores de ciertas proteínas. Esto es complejo también porque estas proteínas no sólo tienen una función sino varias. En esta ocasión hay que tener en cuenta que la TRPA1 también se encarga de traducir y enviar ondas sonoras hacia el oído medio, no queremos quitar el dolor y que se despierten sordos”, explicó Miles.

La temida inconsciencia general

Cuando usted ha sido completamente anestesiado, las siguientes cosas ocurren: pérdida completa de lo que ocurre a su alrededor, ausencia de dolor, cuerpo totalmente inmóvil y, durante el período que esté usted anestesiado, no retendrá ni producirá ningún tipo de memoria. En otras palabras, se encuentra en las manos de los que están despiertos. Los investigadores creen que la anestesia general afecta la espina dorsal, y por ello perdemos la movilidad, el sistema de activación del tallo reticular cerebral, que nos obliga a perder la consciencia, y también de la corteza cerebral, un paro que los científicos han notado a través de análisis detallados de los electroencefalogramas realizados a pacientes anestesiados.


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