Poema a una abducción
¡Oh presencia trascendente!
preséntate a este mortal
me manifiesto y me presento
¡estás en presencia de Oxalc!
Te presento este presente
muy redondo y reluciente
es la bola de cristal.
Presento deseos ardientes
de presenciar el evento
que con ese instrumento
se va a realizar
y me va a maravillar.
Mira bien esta bola… ¡te hipnotizo!
vengo a por ti… ¡oh terrestre!
daremos un paseo celeste
en mi nave de metal
después de haberte inmovilizado,
y a continuación examinado,
y muestras de tus esencias tomado,
te dejaré de repente postrado
en tu cama terrenal.
Donde estoy… ¡que me ha pasado!
estoy dormido o despierto
despierto, creo…, y muy cansado
dolorido y asustado.
Que recuerdos… ¡ese lugar,
ese sonido… ese ente!
¿será del pasado, del futuro o del presente?
todo es tan irreal… ¿Acaso he soñado?
¡Ay!… ¿que es ese picorcete
que me incomoda el culete?
Será un eccema, una erupción,
o quizá un mosquito zumbón
que se introdujo en mi pijama
cuando yacía en la cama
preso de sueño, ¡que chupón!
¡A ver!, me toco y me toco y me noto
un bultito entre los pelos
parece suave, está frío y huele a gas
¡pardiez! Vaya calambre, que descarga
se me erizan los pelillos
de la cabeza, de las ingles
y en especial los del tras.
Tengo que ir al doctor,
a que vea este grano molesto
y que me lo extraiga presto
pues no soporto el escozor.
Es extraño y desconcertante
en la susodicha parte
le han colocado un implante.
Ay que susto, que disgusto
como me las voy a arreglar
para hacer mis necesidades,
es decir… para cagar
sin electrizarme al instante.
Un hipnólogo descubrirá
que es lo que me ha ocurrido
¿Habré sido abducido
por un alien celestial?
En efecto, pobre amigo
tu has sido secuestrado
y a un ovni transportado
contra tu voluntad.
A continuación te han inmovilizado
muestras tuyas te han sacado
y te han dado por detrás,
a la par que colocaban,
ese artilugio infernal.
De esa manera controlan
tu fisiología humana
¡quien sabe con que intención!
Al no ser que te hayas topado
con un alien maricón.
¡Que me pasa, que me ocurre!
tengo extrañas sensaciones
veo a través de esos portones
y también veo por detrás.
¿Será que esa presencia, esa entidad
me ha conferido poderes
al colocarme el implante
y soy superhombre de verdad?
presto vaya yo a constatarlo
pero, rediez, como lo compruebo
si cada vez que me muevo
¡una sacudida me da!
Me llamarán el tío calambre
y a todo el mundo causaré risa
he de contactar a toda prisa
con esa entidad sin igual ¡Oxalc!
Para que me extraiga el implante.
Oh presencia yo te convoco
si no te presencias he de volverme loco
pues entre calambre y sacudida
veo muchas cosas en esta vida
que me confunden, me perturban y me sonrojan
y las fuerzas se me aflojan
por delante y por detrás.
¡Ah, pusilánime, ah, insensato!
Así me pagas tú, so ingrato
los poderes y el buen rato
que en mi nave has disfrutado
por mil galaxias te castigaré
y otro implante te pondré
en un sitio que yo me sé
y así por delante y por detrás te controlaré.
Yo ya no se si estoy triste o contento
pues cada vez que hago cositas
me salen unas chispitas
y me ilumino, ¡que invento!
Causo admiración y estupor
a veces me da pavor
el estar tan controlado,
abducido e implantado
¡que espanto, que horror!
Vive Dios que voto a tal!
he de vengarme de Oxalc
pero no lograré tal intención
oh cuan vana ilusión
si es un alien, y encima, ¡maricón!
He de pensar, analizar, meditar…
De pensar estoy cansado
y he de ir al excusado.
¡Cáspita!, cuando orino
otra vez yo me ilumino
y esta vez, oh que rubor
produzco un intenso resplandor…
¡Eureka! Ya lo tengo
la iluminación me ha venido
¿de mi ingenio, del implante?
¡que se yo como habrá sido!
Presénciate, oh presencia
preséntate cuanto antes
impaciente he de comunicarte
un asunto importante
relativo a los implantes.
Se presenta y se presencia
esta entidad, este ente
¡que pesado es el terrestre!
¡Habla de una vez, oh mortal!
¿Acaso los implantes te van mal?
¡Oh que sagaz, oh que agudeza!
En eso que has dicho ten certeza.
Están los tales tan colocados
que cuando yo me alivio me ilumino,
me acalambro y me descargo
y a este paso yo me largo
con gran celeridad a la otra vida
y tu te quedas sin mortal, sin implantes
ocioso y muy mohíno.
Yo te propongo, santón
que para evitar presenciarte
tantas veces ante mí
traslades estos ingenios
a otro paria por ahí.
En verdad tiene razón este chuleta
pues de tanto presenciarme
mi energía va a mermar
y ya la fuerza no me va a acompañar
para controlar este planeta.
Y de esta forma tan banal
este terrestre simplón
se libró de ese alien molestón
que se presentaba como Oxalc.
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