El Sol es uno de cientos de billones de estrellas que constituyen un grupo magnificente de estrellas que llamamos la galaxia de La Villa Láctea. Se sabe ahora que un buen número de estas estrellas poseen planetas, de igual manera que el Sol.
Algunas estrellas muestran evidencia de ser más antiguas que el Sol, y algunas están recién formándose a partir de la materia prima de la galaxia.
Una de las cosas más agradables acerca del Universo es que nos envía sus ondas de información en la forma de velocidad más rápida posible, la velocidad de la luz. Esto es a la asombrosa velocidad de 300,000 kilómetros por segundo (ó 670 millas por hora en las unidades con la que los estudiantes podrían estar más familiarizados).
Las otras estrellas están tan distantes, sin embargo, que aún a esta velocidad, la luz de la próxima estrella más cercana tarda 4.3 años en alcanzarnos. Y le toma más de 100,000 años cruzar la galaxia de La Villa Láctea (La distancia que la luz viaja en un año, como 9.5 trillones de kilómetros, es llamada Año Luz y es una unidad de medida útil para la astronomía. Podemos entonces decir que la estrella más cercana está a 4.3 años luz de distancia).
A pesar de estas distancias, las estrellas son tan brillantes que nosotros recibimos suficiente luz (y otra radiación) de ellas para aprender muchísimo acerca de cómo ellas trabajan y hace cuánto tiempo algunas de ellas se formaron.
Más allá de la Villa Láctea yace el reino de las otras galaxias. Nuestros telescopios más grandes revelan billones de otras galaxias (colecciones de billones de estrellas) en cada dirección a la que veamos. La Villa Láctea comparte su vecindario cósmico con algunas docenas de otras galaxias, pero solamente una es más grande que la nuestra. Esa otra, la gran galaxia en la constelación de Andrómeda, está a 2.4 millones de años luz de distancia. La luz que vemos de ella esta noche partió hace 2.4 millones de años atrás, cuando nuestras especies estaban apenas comenzando a establecer un frágil punto de apoyo en la superficie del planeta Tierra. Algunas galaxias están tan lejos que su luz tarda más de 10 billones de años en alcanzarnos.
Como veremos más adelante, los astrónomos no citan estas distancias o tiempos tan aturdidores ociosamente. Durante el siglo XX, ellos desarrollaron técnicas para medir las distancias a las estrellas y galaxias, y establecieron la vasta escala del Universo en la cual nos encontramos nosotros mismos. En iguales condiciones, ellos también encontraron la forma de establecer la vasta escala del tiempo cósmico.
Estas medidas muestran que el Universo tuvo su comienzo en un estado caliente muy denso que llamamos el “Big Bang” hace 10 ó 15 mil millones de años. El Sol y la Tierra se formaron de la “materia prima” gaseosa y en forma de polvo en la Villa Láctea hace cerca de 4.5 ó 5 billones años. La evidencia más temprana que tenemos de cosas vivientes sobre la Tierra nos lleva hacia atrás casi 3.5 billones de años.
En esta escala, todo con lo que nosotros estamos normalmente concernidos es realmente reciente. Aquí está un interesante experimento de reflexión. Supongamos que fuéramos a comprimir la historia completa del Universo desde el Big Bang hasta hoy dentro de un año calendario. En esa escala, los dinosaurios habrían florecerían hace apenas unos días, y la duración de la vida de una persona estaría comprimida a una décima de segundo.
Volver a la sección Ciencias de los orígenes
Comentarios
Comments powered by Disqus