La cantidad de ADN y cromosomas difiere ampliamente entre distintos organismos. Esta disimilitud contradice la similitud que esperaríamos de una ascendencia común. La cantidad de cromosomas debería ser o bien la misma porque las distintas formas de vida descendieron de un ancestro común ([Pathlights_n_d]) o más complejas a medida que los organismos se vuelven más complejos ([Thompson_y_Butt_2001]). Por ejemplo, los seres humanos tienen 46 cromosomas, algunos helechos tienen 512 y algunas gaviotas tienen 12.
Fuente:
Thompson, Bert y Kyle Butt, 2001. Creation vs. evolution—[Part II], Lesson 6. Apologetics Press, Montgomery, AL. http://www.apologeticspress.org/rr/reprints/hsc0106.pdf
Pathlights, n.d. Chromosome comparisons. http://www.pathlights.com/ce_encyclopedia/15sim03.htm
Williams, Alexander, 2003. Copying confusion. Creation 25(4) (Sept.): 15. http://www.answersingenesis.org/creation/v25/i4/DNAduplication.asp
Respuesta
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La cantidad de cromosomas es una mala indicación de similitud; puede variar ampliamente dentro de un único género o incluso de una única especie. El género vegetal Clarkia, por ejemplo, tiene especies con cantidades de cromosomas de n=5, 6, 7, 8, 9, 12, 14, 17, 18 y 26 ([Lewis_1993]). La cantidad de cromosomas en la especie de ratón doméstico (Mus domesticus) tiene valores que varían entre 2n=22 hasta 40 ([Nachman_et_al_1994]).
Los cromosomas pueden dividirse o unirse con poco efecto en los genes mismos. Un cromosoma human, por ejemplo, es muy similar a dos cromosomas de chimpancé puestos lado a lado; probablemente se formó por la fusión de dos cromosomas ([Yunis_y_Prakash_1982]). Dado que los genes aún pueden alinearse, un cambio en el número de cromosomas no impiden la reproducción. La cantidad de cromosomas también puede cambiar debido a poliploidía, en la que el genoma completo se duplica. La poliploidía, de hecho, es un mecanismo común de especiación en las plantas.
Referencias
Lewis, Harlan, 1993. “Clarkia”, En: The Jepson Manual: Higher Plants of California, J. C. Hickman, ed., Berkeley: University of California Press, pp. 786-793.
Nachman, M. W., S. N. Boyer, J. B. Searle y C. F. Aquadro, 1994. Mitochondrial DNA variation and the evolution of Robertsonian chromosomal races of house mice, Mus domesticus. Genetics 136(3): 1105-1120.
Yunis, Jorge, y Om Prakash, 1982. The origin of man: A chromosomal pictorial legacy. Science 215: 1525-1530. V. http://www.indiana.edu/~ensiweb/lessons/chr.bk1.html para Fig. 2a: Human and chimpanzee chromosomes 1-4.
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