“Desafortunadamente, creacionistas deshonestos han manifestado la voluntad de tomar comentarios de científicos fuera de contexto para exagerar o distorsionar el desacuerdo. Cualquier persona documentada con el trabajo del paleontólogo Stephen Jay Gould de la Universidad de Harvard conoce que adicional a la coautoría del modelo de equilibrio punteado, Gould fue uno de los más elocuentes defensores y articuladores de la evolución. (El equilibrio punteado explica patrones en el registro fósil que sugieren que la mayoría de los cambios evolutivos ocurrieron dentro de breves intervalos geológicos - lo cual podría ser no menos de cientos de generaciones). Sin embargo, los creacionistas se deleitan en sacar frases de la voluminosa prosa de Gould y hacerla parecer como si él estuviese dudando de la evolución, ellos también presentan el equilibrio puntuado como si este admitiera que las nuevas especies se materializaron de la noche a la mañana o que las aves nacieron de los huevos de los reptiles. Cuando confronte una cita textual de una autoridad científica que perece cuestionar la evolución, insisto en revisar la declaración en contexto. Casi invariablemente, el ataque sobre la evolución resultará ser ilusorio.”
—John Renie. 15 respuestas al sin sentido creacionista. Scientific American. Julio de 2002.
A continuación se muestran algunas citas de científicos hechas en el libro de los Testigos de Jehová a las cuales se les cambió el significado para hacer parecer la postura creacionista como seria y bien fundamentada. Sin embargo, al revisar la fuente original se puede corroborar que tales autores dijeron otra cosa. Note como los señores de la Watchtower cambiaron de adrede el significado de los textos.
¿La teoría de la evolución está en dificultades?
Cita deshonesta de los Testigos de Jehová:
Hitching, evolucionista y autor del libro The Neck of the Giraffe (El cuello de la jirafa), declaró: “Después de centuria y cuarto, el darvinismo, a pesar de la aceptación de que es objeto en el mundo científico como el gran principio unificador de la biología, afronta una sorprendente multitud de dificultades”.
—[WBTS1985], p. 15
Corroboración textual de la fuente citada:
Después de centuria y cuarto, el darvinismo, a pesar de la aceptación de que es objeto en el mundo científico como el gran principio unificador de la biología, afronta una sorprendente multitud de dificultades. La evolución y el darvinismo a menudo se toman por lo mismo. Pero no lo son. La evolución de la vida a través de un largo período de tiempo es un hecho, si hemos de creer a la evidencia recopilada durante los dos últimos siglos de la geología, paleontología, biología molecular y muchas otras disciplinas científicas. No obstante la gran cantidad de creyentes en la creación divina que alegan esto…, la probabilidad de que la evolución haya ocurrido se acerca a la certeza en términos científicos.
—The Neck of the Giraffe, Francis Hitching, p. 4
¿Carl Sagan afirmó que el registro fósil apoya la idea de un “Gran diseñador”?
Cita deshonesta de los Testigos de Jehová:
“Los datos básicos del registro fósil apoyan la creación, no la evolución. El astrónomo Carl Sagan reconoció cándidamente lo siguiente en su libro Cosmos: “La prueba fósil pudiera ser consecuente (sic) con la idea de un Gran Diseñador”.
—[WBTS1985], pág. 70
Corroboración textual de la fuente citada:
“La idea de que cada organismo hubiese sido construido meticulosamente por un Gran Diseñador proporcionaba a la naturaleza significado y orden, y a los seres humanos una importancia que todavía anhelamos. Un Diseñador constituye una explicación natural, atractiva y muy humana del mundo biológico. Pero, como demostraron Darwin y Wallace, hay otra explicación igualmente atractiva, igualmente humana y mucho más convincente: la selección natural, que hace la música de la vida más bella a medida que pasan los eones.
La evidencia fósil podría ser consistente con la idea de un Gran Diseñador; quizás algunas especies quedan destruidas cuando el Diseñador está descontento con ellas e intenta nuevos experimentos con diseños mejorados. Pero esta idea es algo desconcertante. Cada planta y cada animal está construido de un modo exquisito; ¿no debería haber sido capaz un Diseñador de suprema competencia de hacer desde el principio la variedad deseada? Los restos fósiles presuponen un proceso de tanteo, una incapacidad de anticipar el futuro, lo cual no concuerda con un Gran Diseñador eficiente (aunque sí con un Diseñador de un temperamento más distante e indirecto)”
—“Cosmos” por Carl Sagan, 7a. ed. Ed. Planeta, 1983, págs. 28 y 29
¿Los científicos admiten que los australopitecinos eran simples antropoides?
Cita deshonesta de los Testigos de Jehová:
“Si hoy hubiera de hallarse vivos a algunos australopitecinos, serían puestos en los jardines zooológicos con los demás antropoides. Nadie los llamaría “hombres-monos”. Lo mismo es cierto de otros “primos” fósiles semejantes, como un tipo de australopitecino más pequeño llamado “Lucy”. De este espécimen Robert Jastrow dice: “Este cerebro no era grande en tamaño absoluto; tenía la tercera parte del tamaño de un cerebro humano”. Es obvio que este australopitecino era también sencillamente un “antropoide”.
—[WBTS1985], Pág. 94*
Corroboración textual de la fuente citada:
“Aparentemente, algunos monos arborícolas encontraron de su gusto el terreno abierto y se quedaron en él, porque cuando los fósiles aparecen de nuevo, pertenecen ya a los descendientes de los monos establecidos en la sabana. Pero la progenie de los monos arborícolas ya no eran monos, sino un nuevo tipo de animal que caminaba sobre dos patas, a la manera del hombre. Y este nuevo animal tenía un cerebro superior; en comparación con el peso de su cuerpo, era casi dos veces más grande que el cerebro del mono.
Según el testimonio de los fósiles, este animal erecto e inteligente apareció en África hará unos cuatro millones de años. Su nombre es Australopithecus afarensis. Era un hábil cazador que competía con los demás carnívoros de su época y no retrocedía ante la envergadura de animales como el león y la hiena, más corpulentos entonces de lo que son en la actualidad. El Australopithecus era un animal delicadamente formado, de tan sólo 1,20 m de altura y carente de garras, colmillos para desgarrar u otras armas naturales; pero sobrevivió sin protección. Su arma era su cerebro.
Su cerebro no era grande en tamaño absoluto: medía un tercio del tamaño de un cerebro humano y pesaba escasamente 400 g; pero, por otra parte, el animal al que gobernaba tampoco era grande. El Australopithecus, con un cuerpo pequeño, requería relativamente pocas células cerebrales para el control de sus músculos, por lo que disponía de más materia gris para las facultades de memoria, planificación y pensamiento abstracto.”
—“El telar mágico”, Robert Jastrow, Biblioteca científica Salvat, 1985. p.119.
¿Stephen Jay Gould admitió que no hay pruebas fósiles de la evolución humana?
Cita deshonesta de los Testigos de Jehová:
“Los humanos de tipo moderno, con capacidad para razonar, trazar planes, inventar, edificar sobre el conocimiento ya adquirido y usar lenguajes complejos, aparecen de súbito en el registro fósil. Gould en su libro The Mismeasure of Man (El hombre mal medido), señala: “No tenemos prueba de cambio biológico en el tamaño ni en la estructura del cerebro desde la aparición de Homo sapiens en el registro fósil hace unos cincuenta mil años” ”
—[WBTS1985], p. 86
Es claro que desde la aparición del hombre moderno no hay evidencia de evolución, porque la evolución para llegar al hombre moderno se dió antes de la aparición del hombre moderno. ¿No? Es absurdo, además de deshonesto, que los Testigos de Jehová nieguen la evidencia de la evolución humana, trayendo a colación el que no se haya dado variación después de la aparición del hombre moderno.
Otro detalle interesante a analizar es que el libro del cual extraen la cita los testigos no trata sobre evolución humana, aunque Gould claramente la acepta. Para los que queden con duda acerca de la postura de Gould, pueden ver la siguiente cita, extraída de dos páginas antes de la cita de los testigos:
“Una cuestión más importante - que justifica la necesidad del conocimiento biológico - es la notable falta de diferenciación genética entre los grupos humanos (argumento biológico clave para desmitificar el determinismo). Esa falta de diferenciación es un resultado contingente de la evolución, no una verdad necesaria y a priori. El mundo podría estar ordenado de otra manera. Supongamos que hubiesen sobrevivido una o varias especies de nuestro genus ancestral Australopithecus: situación, en teoría, perfectamente plausible, porque las nuevas especies surgen por desprendimiento de las antiguas (los antepasados suelen sobrevivir durante algún tiempo), y no mediante la transformación global de toda la población. En tal caso, nosotros - es decir, el Homo sapiens - habríamos tenido que afrontar todos los dilemas morales que entraña el trato con una especie humana de capacidad mental netamente inferior. ¿Qué habríamos hecho con ella? ¿Esclavizarla? ¿Eliminarla? ¿Coexistir con ella? ¿Emplearla para el trabajo doméstico? ¿Confinarla en reservas o en zoológicos?”
—La falsa medida del hombre. Stephen J. Gould. Antoni Bosch, editor. 1981. Página 341.
¿Charles Darwin consideró absurdo pensar que el ojo de los vertebrados se hubiese formado por evolución?
Cita deshonesta de los Testigos de Jehová:
“Considere órganos corporales como el ojo, el oído, el cerebro. Todos son tremendamente complejos, mucho más que las más intrincadas invenciones del hombre. Un problema para la evolución ha sido el hecho de que todas las partes de tales órganos tienen que trabajar juntas para que haya vista, oído y pensamiento. Tales órganos habrían sido inútiles hasta que todas las partes individuales estuvieran completas. De modo que surge la pregunta: ¿Es posible que el elemento no guiado del azar, del cual se piensa que es una fuerza impulsora de la evolución, pudiera haber juntado todas estas partes al tiempo apropiado para producir mecanismos tan elaborados?
Darwin reconoció que esto era un problema. Por ejemplo escribió: “Suponer que el ojo […] pudiera haberse formado por [evolución], confieso tranquilamente que parece totalmente absurdo”.”
—Citado en [WBTS1985], p. 18*
Corroboración textual de la fuente citada:
“Parece absurdo de todo punto —lo confieso espontáneamente— suponer que el ojo, con todas sus inimitables disposiciones para acomodar el foco a diferentes distancias, para admitir cantidad variable de luz y para la corrección de las aberraciones esférica y cromática, pudo haberse formado por selección natural. Cuando se dijo por primera vez que el Sol estaba quieto y la Tierra giraba a su alrededor, el sentido común de la humanidad declaró falsa esta doctrina; pero el antiguo adagio de vox populi, vox Dei, como sabe todo filósofo, no puede admitirse en la ciencia. La razón me dice que sí se puede demostrar que existen muchas gradaciones, desde un ojo sencillo e imperfecto a un ojo completo y perfecto, siendo cada grado útil al animal que lo posea, como ocurre ciertamente; si además el ojo alguna vez varía y las variaciones son hereditarias, como ocurre también ciertamente, y si estas variaciones son útiles a un animal en condiciones variables de la vida, entonces la dificultad de creer que un ojo perfecto y complejo pudo formarse por selección natural, aún cuando insuperable para nuestra imaginación, no tendría que considerarse como destructora de nuestra teoría.”
—Charles Darwin, “El Origen de las Especies”, Espasa-Calpe, 1988, pág. 230
¿El altruismo plantea problemas a la teoría evolutiva?
Cita deshonesta de los Testigos de Jehová:
“La capacidad humana de mostrar altruísmo -el dar sin propósito egoísta- crea otro problema para la evolución. Como señaló un evolucionista: “Todo cuanto ha evolucionado mediante selección natural debería ser egoísta” Y, por supuesto, muchos humanos son egoístas. Pero como reconoció posteriormente ese partidario de la evolución: “Es posible que otra cualidad singular del hombre sea la capacidad de ejercer altruismo genuino, desinteresado, verdadero” (The Selfish Gene, por Richard Dawkins, 1976, pp. 4, 215)
—[WBTS1985], p. 177
Corroboración textual de la fuente citada:
“En la actualidad, la teoría de la evolución está tan sujeta a dudas como la teoría de que la Tierra gira alrededor del sol, pero las implicaciones totales de la revolución de Darwin no han sido comprendidas, todavía, en toda su amplitud. (…) el presente libro no tiene el propósito de efectuar una defensa general del darwinismo. En cambio examinará las consecuencias de la teoría de la evolución con el fin de dilucidar un determinado problema. El propósito de este autor es examinar la biología del egoísmo y del altruismo. (…)
El planteamiento del presente libro es que nosotros, al igual que todos los demás animales, somos máquinas creadas por nuestros genes. (…) Argumentaré que una cualidad predominante que podemos esperar que se encuentre en un gen próspero será el egoísmo despiadado. Esta cualidad egoísta del gen dará, normalmente, origen al egoísmo en el comportamiento humano. Sin embargo, como podremos apreciar, hay circunstancias especiales en las cuales los genes pueden alcanzar mejor sus objetivos egoístas fomentando una forma limitada de altruismo a nivel de los animales individuales. (…)
Los seres humanos y los mandriles han evolucionado de acuerdo a una selección natural. Si se considera la forma en que ésta opera, se puede deducir que cualquier ser que haya evolucionado por selección natural será egoísta. Por lo tanto, debemos suponer que cuando nos disponemos a observar el comportamiento de los mandriles, de los seres humanos, y de todas las demás criaturas vivientes, encontraremos que son egoístas.”
—“El Gen Egoísta, Richard Dawkins, Biblioteca científica Salvat, 1985, pp. 2, 3, 5.”
Estos creacionistas son capaces de tomar un libro que explica por qué la evolución permite el surgimiento de comportamientos altruistas y, extrayendo una frase de la 5a. página y otra del último párrafo del libro (p. 297), hacen parecer como si el autor viera problemático a tal altruismo. ¡Tienen el descaro de saltarse la totalidad del mensaje del libro que se halla claramente explicado en 293 páginas!
Referencias
Volver a la sección Ciencias de los orígenes
Comentarios
Comments powered by Disqus