“10 señales de que eres un fundamentalista ateo”
10 señales de que eres un fundamentalista ateo
Por Ano Prestas García R.
Niegas vivamente la existencia de miles de dioses adorados por otras religiones, pero te invade la ira cuando alguien afirma la inexistencia de alguno.
Te sientes insultado y “deshumanizado” cuando los creyentes afirman de que fuimos creados con barro.
Te ríes de los politeístas, y de los que creen que tres personas son un solo dios y no tres dioses.
Te pones de todos los colores cuando oyes y las “atrocidades” atribuidas a Alá, y las “atrocidades” de Jehová Dios cuando masacró a los bebés egipcios en el “Éxodo” y como ordenó la eliminación de grupos étnicos enteros en “Josué”, incluyendo mujeres, niños, incluso sus árboles. Pero no siquiera estás enterado de las atrocidades reales que han cometido los políticos en nombre de Dios, incluidas las insuperables de los soviéticos en nombre del ateismo.
Te burlas de las creencias hindúes que deifican a los humanos, y de que los dioses griegos se acostaran con mujeres, y de las creencias de que el Espíritu Santo dejó embarazada a María, la cual parió un hombre-dios que fue asesinado, resucitó y ascendió a los cielos.
Estás dispuesto a pasarte la vida buscando fallos en la Biblia y el Coran pero no ves nada raro en creerte las estupideces de Richard Dawkins.
Crees que toda la población del planeta excepto aquellos con los que compartes creencias, sin contar agnósticos, están equivocados.
Mientras que las ciencias modernas, la Historia, la Geología, la Biología y la Física han conseguido convencerte, pero al mismo tiempo crees en las tesis de biólogo evolucionista que no tiene la menor peregrina idea de las ciencias sociales.
Crees que la función de la oración consiste en creer en la efectividad del 0.01% de los aciertos y obviar el 99.99% de los fallos y no en su función autoterapéutica y consoladora .
Cuando normalmente te la pasas tratando de demostrar que en lo que no crees no existe.
Respuesta
Este es un mensaje, evidentemente, producto de la ira. Fue enviado apenas unas tres horas luego de nuestro anuncio de las novedades del sitio para el mes de noviembre, que incluía un enlace al artículo 10 señales de que eres un fundamentalista cristiano, lo que indudablemente motiva el poco sutil cambio de título. Ese titulete, además, revela que el señor Roberto Aguirre no sabe lo que es el fundamentalismo. Como seguramente en su barrio se rompió Google, le cito aquí el significado de fundamentalismo según el Diccionario de la Real Academia Española de la Lengua:
Movimiento religioso y político de masas que pretende restaurar la pureza islámica mediante la aplicación estricta de la ley coránica a la vida social.
Creencia religiosa basada en una interpretación literal de la Biblia, surgida en Norteamérica en coincidencia con la Primera Guerra Mundial.
Exigencia intransigente de sometimiento a una doctrina o práctica establecida.
Luego, Roberto Aguirre sigue con una presunta inversión, pretendidamente ingeniosa aunque apresurada, de los puntos mencionados en ese artículo. Al respecto quisiera comentar lo siguiente:
Muy adulto y maduro el chiste sobre el nombre de la persona que se limita a citar el artículo. Da claras muestras del nivel elevado y serio del debate que pretende introducir. (A propósito, señor Roberto Aguirre, ¿se preocupó de comunicarse con el autor del texto original en inglés manifestándole su indignación? ¿O es más fácil limitarse a la propia lengua?)
Sobre el punto 10 dice que a los ateos nos invade la ira “cuando alguien afirma la inexistencia de alguno” [de algún dios]. No, en realidad nos invade la indiferencia. Si nos dicen que algún dios no existe, no nos dicen nada nuevo. ¿No habrá querido decir “alguien afirma la existencia de alguno”, señor Roberto Aguirre? En tal caso, le aseguramos que no nos invade la ira. Sólo pedimos pruebas. Eso sí, pruebas objetivas, no recitados de su librito.
Sobre el punto 9, si hablan correcto castellano (lo que, hay que reconocer, no siempre ocurre) los creyentes no afirman “de que” fuimos creados con barro, sino “que” fuimos creados con barro. Y segundo, no nos sentimos insultados. Sólo nos parece estúpido, porque no es verdad. Las pruebas de la evolución son tan amplias y evidentes que los mitos embarrados no nos parecen especialmente impresionantes.
De los politeístas, y de los que creen en dioses unos y trinos, algunos nos reímos un poquito, porque la gente grande que cree en seres asimilables a Papá Pitufo y a Santa Claus siempre producen un poco de gracia. Pero lo más importante no es que nos riamos, sino en que no aceptaremos tales entidades sin pruebas, y los que deben probarlo son los que afirman que existen. Así que adelante, pruébenlo nomás. Aquí los estaremos esperando…
Con respecto al punto 7: Lo que más le molesta al señor Roberto Aguirre es que no creamos en su diosito, y está en todo su derecho de que le moleste. Pero lo que no él entiende, lo que no quiere entender, es que ese Dios de Amor que dice que existe es uno de los más grandes genocidas de la mitología (o, si quiere creerse esa recopilación de atrocidades que llama Biblia, de la historia). Y, ya que hablamos de religión, no sé a santo de qué viene citar a los políticos, cuyas historias, sangrientas o no, el señor Roberto Aguirre no tiene la menor idea si conocemos o desconocemos, ya que no ha conversado con ninguno de nosotros. Eso se llama “falacia del hombre de paja” (vaya a http://es.wikipedia.org/wiki/Falacia_del_hombre_de_paja). Discutir con falacias no funciona.
Si usted mismo no puede ver lo ridículo de las creencias expresadas en el punto 6, está más allá de todo posible debate.
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La Biblia y el Corán y sus seguidores han sido, y siguen siendo, responsables de horror, muerte y atraso en la civilización humana, hoy. A ellos debemos lindezas como la Inquisición, el 11-S, las sentencias de muerte contra escritores, que en algunos países todavía se discuta si el aborto debe ser legal, que en otros todavía no haya ley de divorcio y que para enseñar educación sexual y distribuir medidas gratuitas de anticoncepción haya que luchar. Dudo mucho que exista un grado semejante de daño en la gente producido por Richard Dawkins, a no ser que sea “los que le creen van a ir al infierno” o “está alejando a la gente de la Verdad Revelada por Dios”.
De todos modos, nadie dice que Dawkins sea perfecto. Tiende a la ira con facilidad (al igual que este editor que le escribe), y su teoría de los memes nunca me convenció demasiado, aunque sea un punto de partida interesante para pensar. Sin embargo, sobre la evolución no parece estar demasiado equivocado. ¿Usted tiene alguna refutación con pruebas que pueda plantear sobre ese tema?
Por otro lado, como buen seguidor de los métodos de la ciencia, y aunque pueda sufrir cierta resistencia inicial, estoy seguro de que Dawkins, confrontado con las pruebas de que se equivoca en algo, lo admitirá públicamente y cambiará de opinión. Todavía estoy por ver a un creyente tan… intenso como usted (hoy estoy generoso) capaz de semejante hazaña. Los hay, por supuesto; pero son escasísimos. Por razones evolutivas estamos programados para pensar que cualquier cosa que amenace lo que nos enseñaron en la infancia amenaza nuestra supervivencia misma, de modo que es difícil que una indoctrinación temprana pueda revertirse. Los afortunados en lograrlo son poquísimos.
Asumir que algo es verdad sólo porque la mayoría de la gente lo cree es otra falacia lógica, el argumentum ad populum <http://es.wikipedia.org/wiki/Argumentum_ad_populum>.
¿Creer en las teorías (que no tesis) de los biólogos evolucionistas es ser fundamentalista? ¿Incluso si hay pruebas? ¿En qué planeta? Y en todo caso, ¿de qué teoría en concreto estamos hablando? Si se trata de la evolución, es un hecho más que comprobado, aunque todavía haya discusión sobre los mecanismos de la evolución. Si se refiere a otra cosa… no queda claro. ¿Y qué pito tocan las ciencias sociales en todo esto?
Si la única función de la oración fuera la función autoterapéutica y consoladora, no creo que nadie tuviera objeciones. Si balbucear ruegos a la nada lo hace sentir mejor, hágalo con toda confianza, que nadie le dirá nada. Pero los que la defienden dicen que la oración cura, o que permite revertir una desgracia, o que es una forma de comunicación con una entidad que no está allí. Si ése es el caso… pruebas, por favor, o acepten que están engañados.
En fin. Si pretendía hacer un chiste, es evidente que no le salió. Si pretendía hacer una refutación en serio, sus argumentos no tienen demasiada base. Si su intención era provocarnos y que nos calláramos… Hoy no tuvo suerte, le tocó el día en que este editor tenía ganas de contestar provocaciones en tono amable. Otro día puede que no tenga suerte.
Que tenga una buena vida.
Marcelo Huerta San Martín
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