“La fe es lo que mueve este mundo”

Respuesta

Muchas gracias por su bien intencionada carta. Sin embargo, noto que sus reflexiones son más viscerales que analíticas.

Usted dice que mis objeciones son “vendas que el diablo pone para que yo perezca”. Déjeme decirle que este es un argumento tan tonto como cuando se le dice a los niños “pórtate bien o el Coco te asustará”. La única diferencia entre el Coco y Satanás es la cantidad de personas que creen en este último.

Usted dice: “Cristo dio la vida por usted” – Y le respondo ¿Está usted segura? Si no hay ningún registro de un historiador romano contemporáneo sobre la crucifixión de Jesús ¿Cómo voy a creer, no sólo que murió, sino que lo hizo por una persona que siquiera existía por aquellos días?

Usted pregunta: “Y si él no es real? ¿Quién me da la vida ? ¿Quién contesta mi oración? ¿Quién me bendice? ¿Quién dio la vida en mi lugar?” Esto es fácil de responder: Nadie. No hay ningún Jesús allá afuera, a menos que exista un asteroide con ese nombre- De la misma manera que si un niño pregunta: ¿Si el Coco no existe entonces quién vive en el closet? La respuesta es obvia: Nadie.

Creo que usted es una persona con presumibles carencias afectivas, razón por la cual le parece impensable que no exista una “mano invisible” que mueva los hilos. O quizás la idea de nuestra vulnerabilidad y finitud, tan propia de los seres humanos, la halla convertido en presa fácil de las ideas metafísicas.

Eunice, debo comentarle que si usted tiene la “berraquera” de estudiar críticamente sus ideas sobre la autenticidad de Jesús, la elaboración de los evangelios y la historia de los dogmas cristianos y decide aceptar las consecuencias de este estudio (en lugar de escoger la opción que más lindo suene), ese día estará en nuestro bando y dejará la Biblia en el estante de libros de cuentos de hadas.

Por último debo decirle que la fe no es lo que mueve el mundo –como usted afirma- lo que lo mueve es la fuerza de gravedad.