“Su dios son los libros”
Escribe: Anabel Ponce <nana..oo.com> 5.08.2003
Se me hizo muy interesante la manera en la que el Sr. Ferney Yesyd responde a los comentarios de los participantes. Veo que ha estudiado mucho a la Biblia como para tener en cuenta tantos versículos, y en cierta manera ilustrarnos con su conocimiento; digo en cierta manera pues obviamente así como el Sr. afirma que los cristianos, musulmanes, etc no tienen toda la razón solo porque así lo sienten en su interior, queda claro que Ferney tampoco tiene toda la razón, aunque así lo sienta. Sé que usted tiene mucha fé en lo que dice y curiosamente su punto de partida es la Biblia al igual que los creyentes en Dios, y muy a mi particular opinion siento que usted también tiene un dios, aunque no es el mismo al que ataca, sino un dios que puede ser la ciencia o no sé, pero esa fé que está demostrando no lo aleja en lo más minimo a los demás con los que ha dialogado. Y también he observado que en vez de disminuir la fé en Cristo, ha aumentado en casi el 90% de las personas con las que discute.
Esto que dije es solo una observación de lo que leí de esa página. Ahora bien, yo sé que todo tiene su orden, y que cada cosa está puesta en el lugar donde debe estar, usted no es como es por que si nada más, sino porque hay un motivo y una razón. Así mismo lo digo de cada persona en el mundo, cosa que me parece fantástico ver el orden que hay en la vida y el equilibrio que existe. Su dios son los libros y ellos mismos aumentan su fé, nuestro Dios es eterno y fortalece nuestro ser. Cada persona, inevitablemente tiene su propia idea de Dios, pero lo que nos une es la convicción de que él es el principio y final. Nada se mueve si no es por la autorización de él, y segun nuestra fé, a usted le está permitido hacer y decir esto, en primer lugar porque nos hizo libres y en segundo porque aunque no lo quiera creer, está cumpliendo una función, que para muchos será de fortaleza en su fé.
Esta es mi humilde opinión y observación, no importa si lo responda o no, tampoco si lo publica, solo importa y agradezco que haya una especie de foro en el cual expresarnos.
Sin más por el momento: Ana
Respuesta
Muchas gracias por escribir a Sindioses.org. He notado que los cristianos que me escriben siempre reciben las objeciones de dos maneras: La primera consiste en recibir las críticas como obra de un ser mitológico - al que llaman Satán - y la segunda afirmar que el ateísmo no es sino otra forma de fe. Su comentario – Ana- se ubica en este segundo grupo.
Quizás la razón que le lleva afirmar que yo tengo FE, es una falta de conocimiento sobre lo que es la ciencia y la forma como opera. También creo que definir la palabra fe podría ayudar.
La fe –en sentido religioso- es creer en algo así no se tengan pruebas, o peor aún, a pesar de las pruebas. La ciencia es una forma de acercarnos al mundo, que es medible, cuantificable y verificable, que se guía por un método propio, a saber: El método científico.
En la fe no se requiere cuestionar el Universo. Por el contrario, en la ciencia, el cuestionamiento y la duda son necesarios ya que pueden conllevar a nuevas observaciones y experimentos. También es muy probable que la duda surja como resultado de observaciones previas.
Para ilustrar lo anterior pondré un ejemplo: En la leyenda de la resurrección de Jesús, éste crítica a Tomás por dudar y pedirle evidencias. Este relato lleva el mensaje que el escepticismo es visto con malos ojos por parte de la religión. Ahora si vemos cualquier descubrimiento científico (bueno, en la gran mayoría) la duda jugó un papel importante en el desarrollo de una idea, tal como fue el caso del descubrimiento de la Teoría de la selección Natural, la cual surgió por la duda que brotó en Darwin sobre la estabilidad de las especies tras su visita a las Galápagos y los informes del ornitólogo John Gould sobre las diferentes especies de pinzones que Darwin colecto en dichas islas. Como se puede ver la DUDA se rechaza en la religión, pero es indispensable en la ciencia.
Hasta aquí lo que quiero hacerle entender es que las creencias de la ciencia y la religión son obtenidas de forma diferentes, y que estas últimas no están sujetas al cuestionamiento como lo están las afirmaciones de la ciencia. Por todo lo anterior debo afirmarle que no poseo fe en mis creencias de forma religiosa, de hecho estoy dispuesto a cambiar mis ideas, siempre y cuando se me muestren las pruebas de la idea contraria o nueva que se me proponga.
Usted dice: “queda claro que Ferney tampoco tiene toda la razón, aunque así lo sienta”- Anabel, la verdad es que yo no he afirmado tener TODA la razón. Sin embargo, pienso que el método de la ciencia, el cual implica una fuerte exigencia de evidencias, es la mejor forma para acercarnos a conocer el Universo, y sigo insistiendo que tratar la ciencia como una postura arrogante –cosa que es falsa – deja mucho que desear de los creyentes, que de esta forma casi siempre se escabullen al cuestionamiento.
Anabel al final de la carta dices: “Nada se mueve si no es por la autorización de él” – Yo le preguntó ¿Entonces su Dios dio la autorización de movilización a las tropas de Hitler para invadir Polonia o para arrestar judíos? Patético!. Bueno la verdad es que nunca le pido permiso a deidad alguna para salir a caminar o trotar. El hecho que hallan personas –como usted- que piensen en este tipo de “autorizaciones” me hace pensar en los pueblos primitivos que oraban pidiendo las lluvias, por una extraña mezcla de natural miedo y desafortunada ignorancia.
Anabel prosigue: “…a usted le está permitido hacer y decir esto, en primer lugar porque nos hizo libres y en segundo porque aunque no lo quiera creer, está cumpliendo una función, que para muchos será de fortaleza en su fe.”.
Bueno, es la primera vez que un creyente afirma que “soy un instrumento de Dios” para fortalecer la terquedad y la estrechez mental de los creyentes. De todas maneras si esto fuera así dudaría mucho de la inteligencia de un ser que se dedica a que los humanos crean en su existencia en lugar de ocuparse por los problemas sociales.
Por último debo decirle que por mucho que usted lo niegue su religión no es más que parte de la herencia de un emperador llamado Constantino que ayudó a crear una religión con fines políticos, su Biblia no es más que un cúmulo de textos escritos por meros mortales, y el dios al que le reza es descendiente cultural de divinidades cananeas y filisteas que su misma Biblia aborrece. Rechazar estos hechos, firmemente documentados por los historiadores - la dejará a usted y a todos los fundamentalistas- en la misma posición que quedó Lutero cuando llamó a Copérnico “astrónomo advenedizo”- Por más que le disguste, los hechos son los hechos y el Sol no se puede tapar con un dedo.
Atentamente,
Ferney Yesyd Rodríguez
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